Neudum, Tierra Mágica y Eterna

capitulo 2

Estas bien? ¿Puedes oírme Gabriel? Pregunta Héctor mientras pasa la mano por su cabeza diciéndole –Todo va a estar bien, Tranquilo.

Al día siguiente, al despertar, Gabriel se queda en la cama pensando en cada detalle de aquel sueño, que había sido tan real. Aún seguía escuchando esa voz con la misma claridad que en aquel sueño.

-¿Se puede?- Te he preparado el desayuno- Dice Héctor mientras va entrando a la habitación de su hijo con una bandeja con zumo y tostadas.

-Déjalo sobre la mesa- ahora me levanto papa, gracias-

Héctor deja el desayuno donde le ha dicho Gabriel y se dirige hacia la puerta cuando Gabriel le dice..

- háblame de mama-

Héctor, que siempre intenta no hablar de ese tema, se acerca a la cama de Gabriel, y le dice:

-Pronto sabrás todo lo que tienes que saber, eres una persona muy especial Gabriel, solo ten paciencia.

-Que es lo tengo que saber?- que quieres decir con que soy especial? -pregunta rápidamente mientras mira fijamente los ojos de su padre.

-No puedo decirte nada mas hijo- Pronto sabrás el porqué-

Al decir estas palabras, Héctor se va de la habitación.

Gabriel un poco desorientado por las palabras de su padre, mientras desayuna y se viste, va pensando en cada uno de los sueños que ha tenido en este último tiempo

-Gabriel!-

-Dime papa- Dice Gabriel mientras va bajando las escaleras.

-Tendrás que coger el bus para ir al instituto porque se me hace tarde- En la mesa te deje dinero, hasta luego- Héctor coge las llaves del coche Y se marcha al trabajo.

Gabriel tenía muchas preguntas para hacer sobre su vida, su pasado y sobre todo sobre su madre, pero no tenía nadie que pudiera responderlas, así que decidió no ir al instituto y quedarse en casa buscando respuestas a sus preguntas.

El primer lugar que decide revisar es la habitación de su padre pero tras dar vuelta todo aquello, no encuentra nada. Sigue por los cajones de la sala, los armarios de la cocina, las cajas del garaje pero sus esfuerzos no lo llevan a nada. De pronto se detiene a pensar, y recuerda que en varias ocasiones supo escuchar ruidos extraños en el viejo ático e incluso, un día pudo ver una extraña luz que salía de el.

Decidido a investigar allí, corrió hasta la habitación de su padre a buscar la llave del ático, al encontrarla cogió una escalera del garaje y tras acomodarla en el pasillo comenzó a subir con un poco de cautela porque no sabía que se podía encontrar.

Al asomar la cabeza lo primero que ve es una enorme estatua de porcelana que estaba totalmente corroída y que le daba ciertos escalofríos, también había herramientas, muchísimos juguetes de cuando era niño, cuadros, y muchas cajas por todos lados. Comienza a buscar detenidamente pero no encuentra absolutamente nada hasta que de pronto, al tropezar con un viejo peluche, empuja la estatua de porcelana haciéndola caer y al romperse, una extraña y pequeña cajita de color azul sale despedida de aquella estatua. Era el azul más bonito y llamativo que jamás había visto.

Tras cogerla, se sienta en el suelo, coloca la caja frente a el y comienza a sentir como una pequeña brisa empieza a soplar a su alrededor que se va haciendo cada vez mas intensa al acercar sus manos a la pequeña caja.

Gabriel, con un poco de miedo por lo que estaba pasando a su alrededor no puede evitar la curiosidad por saber qué es lo que hay dentro de aquella caja así que decide abrirla.

Al abrirla, la brisa se convierte en un potente viento que de pronto se detiene.

-Que es esto?- se pregunta muy suavemente a si mismo mientras va sacando el objeto del interior de la caja para investigarlo más a fondo. No hay ruido, todo está inmóvil, parece como que el tiempo se hubiera detenido en el mismo instante en el que cogió ese objeto en sus manos.

Comienza a examinarlo muy suavemente, lo mira de un lado y de otro. Siente una extraña energía, le gusta lo que siente. No tarda en darse cuenta que aquel objeto dorado era un pequeño reloj de bolsillo, que parecía estar muy viejo y arruinado.

Lo vuelve a meter en la caja, acomoda un poco el ático para que su padre no se dé cuenta de que ha estado revisando y al dejar la escalera en el garaje y la llave del ático en donde estaba, se dirige rápidamente a su habitación.