Noticias inesperadas

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A pesar de la interrogante del embarazo de su amada, Matt se levantó, no podía preguntarle porque estaba dormida y se veía tan hermosa que el joven ex-nadador se sentía incapaz de levantarla.

Por ello, decidió ver a Ale, al entrar en su habitación, la vio profundamente dormida debido a que él le había hecho dormir pero al acercarse a ella, pudo notarle unas ojeras muy marcadas, indicando que no había dormido en mucho tiempo. Miró sus brazos y notó las cicatrices sobresaliendo del cuerpo.

El dolor que sintió Matt al ver a su hermana tan destrozada era tan grande como lo mucho que amaba a Laura. El joven ex-nadador se prometió cuidar de su hermana, ahora menos que nunca podía dejarla sola, se acercó a su hermana, besó su frente y se fue. Hoy se quedaría todo el día con su hermana y quizás la convencería de ir más tarde a la Bahía con él a ver a Lau.

Y hablando de Lau, el joven ex-nadador aún tenía sospechas de un posible embarazo, después de todo, la última vez que estuvieron en intimidad fue en Venecia y habían pasado tan sólo unas semanas desde aquello. Imposible no era, eso ya era un hecho pero ¿por qué Lau no le había dicho nada?

Brody tenía sus argumentos, en su mayoría a favor de su amada. El primero y quizás el más acertado, ella aún no lo sabía. El segundo, muy posible, ella quería sorprenderlo. El tercero, posible pero no tanto, que tuviera miedo de que él la abandonase. Cuarto, posible pero él esperaba que no, que estuviera enferma y no embarazada. Y quinto, muy poco probable (por no decir imposible), que ella lo había engañado. Tenía todos esos argumentos y la mayoría de ellos apuntaban a un embarazo.

Pero Matt se iba más con el primero, porque a pesar de los mareos y las náuseas, la joven socorrista actuaba como siempre lo hacía. Cosa que al joven ex-nadador le daba a entender que ella no lo sabía, él esperaba que fuera así. Quería a ese bebé, lo anhelaba, así fuera niño o niña, él quería un hijo y si resultaba que la joven socorrista no estaba embarazada, el joven ex-nadador haría el intento hasta que esa criaturita se encontrara creciendo en el vientre de la mujer que amaba. Porque era con Laura con quien él quería estar el resto de su vida, estaba convencido de ello, sonrío y se metió en la ducha para quitarse el sueño.





Positivo. La joven socorrista no lo podía creer mientras Matt se duchaba, ella se había hecho la prueba de embarazo, la cual había comprado el día anterior cuando se cruzó con Zac. Se vistió y se fue a la Bahía, no le tocaba trabajar pero quería dar una vuelta por la playa. Necesitaba pensar. Embarazada. Tenía un bebé de ella y de Matt en sus entrañas, se sentía sorprendida y feliz. Nunca había pensado en un bebé, tampoco se lo había comentado a su novio ni nada. Era sin duda algo que aún no estaba en sus planes pero según el destino, sí lo estaba. Aunque, así como el amor no conoce de edades, la vida no conoce de planes. Así que si la vida te da limones, a hacer limonada se ha dicho.

Amaba a ese bebé, sin duda alguna, aquel era un hermoso regalo de parte del joven ex-nadador y planeaba tenerlo con o sin Matt. Estaba decidida a seguir adelante con su bebé, estaba tan metida en la ilusión por su bebé, que no se había dado cuenta que chocó con alguien. Sin embargo, no era alguien esperado, para nada.

-Vaya, vaya. Miren con quién me encontré-sonrió Summer-La zorra que me quitó a mi Matt-

-Matt no es tuyo-se defendió Laura-Él es libre de estar con quien quiera. Además él me quiso a mí, porque yo no me uní a la loca que casi acaba con sus vidas-

-¡Cállate!-le exclamó-Matt me ama a mí. Antes de que tú llegaras yo era por quien él suspiraba-

-Y dices bien "eras". Porque ahora soy yo y te diré algo: nuestro amor es más fuerte que cualquier cosa-

Mi Socorrista Ideal. Los Vigilantes de la Playa® #ZafiroAwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora