Mi Socorrista Ideal. Los Vigilantes de la Playa® #ZafiroAwards2018

Epílogo

Era una mañana increíble en la hermosa playa de Bahía Esmeralda. Como de costumbre, estaba llena de personas que disfrutaban del mar a esas horas acercadas a mediodía. Algunos se bronceaban, otros hablaban y reían, mientras que otros se bañaban en las orillas de la playa. Por otro lado, algunos iban en botes y barcos a pescar o simplemente recorrer todo el mar. En el caso de cuatro chicos que iban a pescar en un bote hasta que, una piedra cayó violentamente en uno de los asientos del bote y este se rompió. El bote empezó a hundirse mientras todos los chicos entraron en pánico.

-¡Ayuda!-

Aquel grito hizo que Ronnie y Mitch, quienes estaban de vigilancia, avisaran a los socorristas. Inmediatamente Matt, Gaby, Ale y los nuevos socorristas salieron en una impresionante y espectacular cámara lenta hacia la emergencia. Matt y el chico nuevo se subieron a una de las motos, mientras que Ale y Gaby subieron a otra junto a Reny, la nueva socorriera. Era muy dulce y amable y se había metido en los corazones de cada uno de los socorristas. Al igual que Abby, quien era una hermosura de persona y fácilmente había congeniado con los chicos. Resulta que Laura había presentado su renuncia para dedicarse a su pequeño Daron. Por lo que tuvieron otra vacante disponible hasta que Laura le sugirió el puesto a su amiga Reny y junto a Abby, los vigilantes de la playa estaban completos.

-¡Chicas, ustedes vayan con los dos chicos de la derecha! ¡Nosotros a la izquierda!-habló Matt y así hicieron hasta lograr otro maravilloso rescate

Una vez más, los socorristas habían cumplido con su misión. Asegurar la paz en su playa. Una vez todo en orden, los chicos fueron a almorzar.

-Amor-sonrió Matt al ver a Laura. La joven socorrista seguía siendo hermosa. Sin duda los tres años le habían sentado muy bien. Ambos se besaron.

-Nuestro pequeño está en casa con su futuro tío Damon, así que quise pasar a visitar a mi socorrista ideal-

-Bueno, créeme que soy visitado por la princesa mas hermosa de este mundo y seré tu socorrista cada vez que quieras-

Todos se sentaron a comer y luego Valentina se acercó sonriendo.

-Chicos, me alegra tenerlos aquí. Buen provecho a todos-

-Gracias, Valen-sonrió Gabriella

-¿Pasa algo, Valen?-preguntó Alessandra

-Resulta que van a necesitar de nuestra playa porque van a filmar una película sobre ustedes y todo lo que han pasado-

La noticia les sentó de maravilla a todos, una película sobre ellos y si trabajo. Valentina también explicó que incluirían los problemas con Leeds pero antes de la llegada de ella como nueva jefa. Así como también omitirían algunas cosas como la traición de Summer y editarían también otras cosas.

-Por cierto, Matt, tú serás un personaje y será interpretado por mi hermano-

Al joven ex-nadador le encantó la noticia y se sentía halagado de pensar en que alguien como Zac lo interpretara en una película. Después de todo, aún tenía un poco del egocéntrico Matt Brody, el nadador olímpico ganador de dos medallas de oro.

Laura se acercó a Alessandra, ambas eran más unidas ahora que Alessandra volvió al equipo y su vinculo iba más allá de su unión como cuñadas.

-¿Cómo está la futura señora Sanders?-

Alessandra sonrió, la boda sería en la tarde, luego del trabajo y estaba emocionada por que eso ocurriera. Su vida cambiaría por completo.

-Emocionada por la boda. Espero verlos allá. Al igual que a mi hermoso sobrino-

-Créeme que sí. No nos lo perderíamos por nada del mundo-

El día había pasado rápido, el atardecer se posaba sobre la hermosa playa de bahía esmeralda y el viento pasaba junto al mar, besándolo al pasar mientras formaba unas olas espectaculares y dignas de ser surfeadas. El joven ex-nadador contemplaba el mar, todo había pasado tan rápido en su vida. Estaba tan feliz con su pequeño y hermoso hijo y su hermosa esposa, con quien se había casado meses después de nacer su hermoso campeón. Era muy risueño y amaba a sus dos padres y decía querer ser un campeón como su padre. Cosa que llenaba de orgullo a su progenitor.

-¡Papi!-trinó esa vocecita que tanto amaba

El joven ex-nadador se volvió en redondo, el pequeño corría hacia él. Era una copia exacta de su padre, el mismo cabello unió y los ojos azules que encandilaban como un lucero.

-Papi, tienes que ponerte zapatos para la boda-

-Tu también. A no ser que pretendas ir así-

El pequeño sonrió, había heredado la picardía de su padre.

-Quiero ir con papi-

-Esta bien, campeón pero vamos rápido. No quiero tener problemas con mami-

Y así, los hombres Brody se arreglaron y se dirigieron a la boda de la hermana de Matt y tía de Daron.

Alessandra estaba hermosa, con un hermoso vestido blanco y una sonrisa que irradiaba amor y alegría, siendo llevada por su hermano, quien la entregaría al altar junto al que la haría feliz por el resto de su vida. Y luego de dar el sí ambos novios, fueron declarados marido y mujer y se dieron el beso que sellaba el inicio de su amor eterno. Después de ser felicitados, fueron a celebrar la unión de Damon y Alessandra en una fiesta, donde todos reían y conversaban muy animadamente. Hasta que Ale dio un anuncio especial.

-Chicos, tengo algo que contarles-Ella sonrió emocionada-Estoy embarazada-

Todos en la fiesta felicitaron a los novios y futuros padres y Damon besó y abrazó a su hermosa esposa.

-Te amo tanto, Ale, gracias por tan hermoso regalo-

-Gracias a ti, por hacerme tan feliz-

Luego de varias horas de celebración, los novios partieron hacia su luna de miel, mientras que los demás volvieron a casa. Laura acostó a su pequeño Daron en su cama y besó su cabecita.

La joven socorrista sabía que en algún momento tenían que contarle a su hijo todo. Desde Leeds hasta Summer y de las pesadillas que invadían a la joven madre de vez en cuando.

Matt le había dicho que no se preocupara, puesto que su hijo algún día crecería y tendría la madurez suficiente como para entender eso. Cosa que la tranquilizaba y cuando no lo hacía, se acostaba junto a su amado esposo como ahora y él susurraba como ahora hace.

-Te amo-

A lo que ella siempre respondía, responde y respondería.

-Yo también te amo-

Y se dormían en paz sin ninguna preocupación más que vivir el día a día juntos para siempre.