4. las experiencias

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La mente de Kellin divagaba entre recuerdos, ninguno en específico. Cuando despertara no iba a recordar nada. Últimamente no estaba durmiendo bien, de hecho le costaba mucho conciliar el sueño. La razón de que ahora le haya resultado fácil era por la presencia de Oliver.

Kellin comenzó a ser consciente de sus sensaciones. Estaba acostado sobre algo suave, cálido que se movía lentamente. Abrió sus ojos lentamente, subió su mirada y se encontró con el rostro de Oliver.

Oliver estaba dormido, tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos.

Kellin no se movió más que eso. Se sentía avergonzado y no quería despertarlo.

Toda la habitación estaba a oscuras, era de día cuando había llegado y ahora lo único que los iluminaba era la luz del televisor.

"que loco es esto" -pensó Kellin mientras miraba las facciones de Oliver- "parece tan tranquilo cuando no está bromeando con enfermedades" -sonrió grande por su tonto pensamiento.

Ahora que veía de cerca a Oliver pudo contemplar la rosa tatuada en su cuello. Oliver era menor que Kellin por unos meses, pero como todos en el instituto tenía algunos tatuajes, bueno en realidad Oliver tenía demasiados tatuajes para ser alguien tan joven.

Oliver era un descontrolado, siempre hacia lo que quería así que cuando los tatuajes se volvieron de su agrado, no tardó mucho en rellenar su cuerpo de ellos.

Kellin miró los brazos de Oliver, estaban relajados hacia los lados y en su mano derecha tenía su joystick. Se había quedado dormido mientras jugaba.

Con suavidad Kellin tomó el joystick de la mano de Oliver, con lentitud se giró. Se estremeció al sentir como su cadera rozaba el muslo izquierdo de Oliver y decidió ignorar la sensación que le provocó. Miró hacia la pantalla y vió que estaba fuera de la sala, así que decidió buscar una pero todas estaban llenas. Pero segundos después recibió una invitación para jugar. La aceptó y entró a una sala.

Kellin miraba con curiosidad los nombres de los jugadores. El que lo invitó era "MickyAllPro" así que se imaginaba que era Matt Nicholls. Kellin miró el nombre de usuario de Oliver. Era: "Olisaurius". Se mordió el labio aguantando una risa y comenzó a jugar. Kellin no era un fanático de la Xbox pero había tenido una y prefería el Guitar Hero en PlayStation.

El juego le resultó bastante fácil. Aunque extrañaba los viejos tiempos del Call of Duty matando nazis o del Wolfenstein.

Pasó como una hora y media, y finalmente se escuchó un sonido más aparte de los ruidos de los botones del joystick.

-muy bien pero necesitas un poco más de práctica. -dijo Oliver detrás suyo.

Kellin se giró rápidamente para verlo.
-lo siento...

Oliver emtrecerró los ojos.
-¿Por qué? ¿por casi arruinar mi promedio? Tranquilo, todo se arregla.

Kellin dejó el joystick a un lado y se apartó rápidamente al darse cuenta de la posición en la que estaban.

Oliver sonrió suave. No le veía nada de malo a eso, de hecho le daba un poco igual porque ambos eran chicos así que no importaba.
-¿estás mejor?

Kellin asintió rápidamente y sacó su celular de su bolsillo. Lo tenía en silencio y tenía muchas llamadas perdidas de sus padres. Inmediatamente puso una expresión de preocupación y comenzó a escribirle a su madre.

Oliver estiró sus brazos y bostezó.
-se hizo tarde.

-si. -respondió Kellin.

Oliver agarró el joystick y sacó el juego para ver la hora en el televisor.
-ah joder son la 1 y 20 de la madrugada. Nos pasamos.

If I'm a Ocean, You're a Universe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora