14. promesa

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Era lunes por la mañana. Los padres de Kellin ya se habían ido a trabajar y kellin estaba preparándose para ir al Instituto.

Kellin se había pasado prácticamente todo el fin de semana en la cama, no tenía ganas de nada y tampoco tenía a donde ir así que no había hecho nada más que dormir y chatear escuchando música.

Ahora Kellin estaba caminando por el estacionamiento, en realidad no iba a ningún lugar en específico sólo esperaba a Oliver. Por la madrugada había recibido un mensaje de Oliver pidiéndole que vaya un poco más temprano al Instituto y que lo espere en el estacionamiento.

El Audi negro de Oliver apareció.

Kellin se quedó estático viendo como estacionaba frente a él, después la puerta de copiloto de abrió y los nervios aparecieron. Se acercó para entrar al auto y cuando a penas se había asomado vió la penetrante mirada de Oliver sobre él. Esa mirada que hace que sientas que te están regañando.

Cuando Kellin cerró la puerta del auto sintió las manos de Oliver atraparlo tomándolo de los hombros.

Oliver atrajo a Kellin hacia él y lo envolvió en un abrazo.
-¿qué te sucedió? -le preguntó con voz suave.

Kellin creyó que quizás pelerían de nuevo. Para nada se esperaba un encuentro así pero estaba feliz por eso.

-uh... Ronnie está casado creo.-le respondió Kellin en voz baja.

Oliver se separó un poco para ver el rostro de Kellin. El omega se veía cansado, pero no parecía triste por eso y eso era un tanto extraño.

Kellin no llenaba el ambiente con ningún aroma en específico más bien todo se sentía extraño.

-¿tú estás bien? -le preguntó Oliver con cautela.

-si. -respondió Kellin algo dudoso y llevó su vista hacia otro lado, no sabía si contarle o no el resto de las cosas.

-hay algo más... -dijo Oliver examinando el rostro de Kellin.

Kellin bajó su mirada sintiéndose avergonzado.

-¡mierda te tocó! -exclamó Oliver con notable enojo- ¡Voy a arrancarle la puta cara con mis manos, maldito hijo de puta!

Kellin se quedó viendo el suelo del auto. Definitivamente no quería hablar sobre eso. De repente sintió las manos de Oliver pasar sobre su espalda.

Oliver se sentía demasiado molesto con eso, había inundado la atmósfera con su pesado aroma a café.
Y aunque no era su problema extrañamente se sentía responsable de Kellin. Ahora entendía la frustración de Kellin aquella noche que lo insultó, y tal y como había predicho, ahora se sentía un idiota por haberse molestado en vez de haber insistido preguntándole que le había sucedido.

-lo siento mucho. -le dijo Oliver más relajado.

Kellin se llevó las manos a la cara. No iba a llorar, sólo intentaba dejar su mente en blanco de alguna forma.
-fui muy estúpido... -murmuró- ósea de verdad creí que volvería por mi, lo peor es que jamás me habría enterado de eso si no hubiera visto su celular y el estúpido anillo en su guantera, joder nisiquiera pensaba decirmelo.

-estoy a favor de que los asesinatos sean legales Kells, te lo juro. -dijo Oliver.

Kellin se acomodó en el asiento, quitó las manos de su cara y miró a Oliver.
-ya pasó...

Oliver hizo una mueca.
-ese tipo tiene suerte de no estar muerto. -se acercó a Kellin y le dejó un beso en la frente.

Kellin sonrió suave y puso sus manos en los hombros de Oliver para retenerlo.

If I'm a Ocean, You're a Universe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora