3.Mr. & Mrs. Lehner®

6. Confrontación

-Te recomendaré a uno de los mejores obstetras que conozco, deberías hablar con él para poder hacerte un eco. No has tenido los cuidados necesarios y debemos ver cómo va el bebé.

No puedo ni hablar por lo acontecido... era solo un chequeo para cambiar mi método anticonceptivo, siempre fui cuidadosa, no se supone que me espere esto.

La doctora ha formado un incómodo silencio en el que Axel y yo no hemos dicho ni una sola palabra, la verdad es que también me aterra pensar que es lo que él piensa. Me levanto con cuidado y estrecho mi mano sin aún saber qué hacer. Axel sigue mis pasos y caminamos por el pasillo, no digo nada, todavía mantengo en mis dedos la tarjeta de la obstetra del hospital. Subo a nuestro carro enseguida y mi esposo está a mi lado, sostengo mis manos inquietas y observo en todo momento el paisaje.

Nuestra casa se va viendo cuando entramos ahí y despacio Axel me ayuda a bajar.

-Debo ir por algunas cosas a la oficina. -Sus labios besan mi frente y algunas lágrimas invaden mis ojos. Observo como se aleja de mí e inevitablemente corro hacia el único lugar donde puedo estar tranquila... en calma.

Reposo mi cuerpo en el gran sillón lleno de plantas y empiezo a llorar con fuerza.

No estaba lista para ser mamá. Tenía muchas cosas que me carcomían por dentro, miedos que me impedían ponerme a pensar en cómo sería yo de madre...y Axel, sabía que quizá él iba a estar pensando en muchas cosas ahora mismo. Limpio mis lágrimas y agarro una manta que yace en el costado de la sala. Cierro los ojos con fuerza y duermo con un nudo en mi estómago.

Para mí parecieron segundos, cuando abro los ojos Axel está en mi delante, sentado a escasos metros míos, sobando mi cabello con su mano. Despacio me ayuda a ponerme de pie y me lleva a la casa, ya en nuestra habitación, sube una bandeja de charol pequeña, apenas algunas galletas de sal y un té de orégano. Ingiero todos los alimentos y me coloco mi pijama. Axel descubre el gran edredón que tenemos y soba mi cabeza, cierro los ojos con fuerza y me hago la dormida. Lo escucho suspirar profundamente y no sé porque lo hace de esa manera, permanezco despierta hasta altas horas de la noche, cuando besa mi frente y apaga las luces.

<<Axel>> menciona mi mente.

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-¡Feliz cumpleaños! -chilla Lily y la abrazo con fuerza. Ella me estrecha una bolsa de regalo y río mientras la abro. Está mañana salí temprano de casa, incluso Axel dormía, pero la tarea en este lugar es enorme.

-Gracias, Lily.

-De nada mejor amiga. Ábrelo.

Bajo mi cabeza y saco el fino material que yace en una caja de joyería.

-Lily... es hermoso -exclamo, viendo el brazalete. Es un acabado fino de oro blanco, con algunas perlas de color rosa. Le estrecho mi mano y ella amarra el material a mi mano, abrazo a mi amiga con fuerza y le agradezco.

-¿Su puede?

-Sí.

Lyndsy entra con Cristal sosteniendo su mano. La niña corre a abrazarme. - ¡Feliz cumpleaños tía Cristel ! Me agacho para besar sus mejillas, me estrecha una carta de papel que ha hecho ella, veo los dibujos bien decorado y pintados, coloco su regalo en mi escritorio y ella salta feliz.

Lyndsy camina con un pequeño cupcake en mano y un arreglo comestible de fruta. Les agradezco a todas ellas por el detalle y trato de pasar un grato momento a su lado.

-Cada vez estás más grande -le dice Lily a Lyndsy.

-Mi hermanito es grandote.

Reímos con fuerza y Cristal soba el vientre de su madre. Ella acaricia su cabello con mucho amor.

-Cada vez hay más niños en la familia -chilla mi mejor amiga-. Kilian me pide otro bebé... yo no puedo con otro más, en todo caso deberías hacerlo tú, Cristel.- Mis ojos se agrandan y toso en un disimulo.

>>Que es broma. Por si las dudas Axel y tú son felices practicando.

Sonrío falsamente y algo en mí se rompe por negarles a conocer la verdad. Ni siquiera he podido hablar del tema con Axel... ni tomar una cita médica.

Paso lo que resta de mi mañana con ellas, conversando y ellas ayudándome un poco con cosas de la empresa. Agarro mi abrigo cuando estoy por salir a comer algo, mi cuerpo se queda quieto cuando Axel me observa desde el marco de mi puerta, tan hermoso como siempre, con su típico terno negro.

Mi corazón sigue latiendo rápido y sonrío pasando un mechón de mi cabello. Me acerco despacio a él, sus labios sonríen cuando me ven a unos pasos de distancia.

-Feliz cumpleaños mi hermosa Cristel -brama mientras sus brazos cubren mi cuerpo. Despacio acepto su beso y lo veo una vez todo termina.

>>¿Creíste que por huir de mí no te lo diría?

-No quería despertarte.

-No me molesta que lo hagas.

Rozo mi nariz con la suya y el roba un roce de labios.

>>¿Estás disponible para almorzar con tu marido?

-Depende...

El ríe y agarra mi mano. Salimos de ahí bajo la mirada de algunos empleados y Axel me lleva a uno de mis restaurantes favoritos. Julio también me felicita y le agradezco. Almorzamos una delicia del mar mediterráneo, yo una especie de camarones en salsa de coco y Axel un pescado asado con vegetales.

Pasó un momento muy grato junto a Axel, cada caricia y toque de amor me hacen pensar que de verdad lo amo más que a todo en mi vida, él es tan especial que adoro conocer una faceta diferente cada día. Mi esposo me dice que pasará por mí en la tarde también, así que solo puedo decirle que sí, no puedo negarle nada cuando se ha portado más que perfecto conmigo.

Cuando es la hora de salida bajo corriendo a recibirlo y me lleva a casa, no es sino hasta que paso la puerta cuando descubro a mis amigos y familia reunidos ahí.

-¡Sorpresa!

Mi corazón se paraliza y sonrío viendo a las personas que más quiero.

-No puede creer que me engañaran -menciono a las mujeres que pasaron la mañana conmigo. Recibo las felicitaciones de todos ellas, incluso Maite y Taiz están aquí. Feliz comparto con quienes han hecho de mi cumpleaños un buen día, más Axel al ser quien ha organizado todo esto. Feliz no me separo en ningún momento de su lado, me cantan antes de soplar las velas del pastel y degustamos del exquisito estufado que ha preparado Maite para todos.

Alex y yo nos detenemos cuando vemos a mi amiga abrir una botella de licor.

-No -exclama Axel. Lily lo mira y no deja de preguntar el por qué

>>Cristel sigue delicada de su estómago. - Es lo que él dice, cuando en realidad mi estómago estará así por unos siete meses más.

Lily asiente despacio y aprieto la mano de Axel cuando todos se van, subimos a nuestra habitación, lo veo marcar un número de teléfono y me mira.

>>No dejaremos aplazar esto más tiempo. Mañana mismo iremos donde al médico.

Mi respiración se siente entrecortada. Mi cuerpo está en tensión total, asiento despacio y el agarra mi mano. No sabía que nuevo sentimiento se formaría en mí, mañana, pero tenía demasiado miedo.

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Hola, lindas. Aquí el capítulo. Cristel y Axel son una pareja un tanto especial, ya veremos cómo reaccionan cuando escuchen el corazón del bebé. ¿Alguna preferencia?

Yo ya sé que será, pero déjenme sus teorías por aquí ->

Millón de besos.

Jos.

Actualizare el viernes si se me es posible.