3.Mr. & Mrs. Lehner®

11. Complicado

Derek es hermoso, un niño muy bonito. Cristal no deja de decirnos sobre la felicidad que siente al convertirse en hermana mayor. Despacio acaricio sus mejillas rosadas y se remueve en mi lado.

Ese mismo sentimiento de alegría y felicidad es el que estoy segura se poseerá en mi cuando yo sostengo en mis brazos a mi primera niña.

Y es fenomenal.

Entrego el pequeño retoño al cuerpo de su madre y ella lo mira contenta y satisfecha. Me apego hacia Axel y sostengo mi cabeza en su hombro, Pablo no deja de contarnos cada detalle.

Levanto mi vista cuando la enfermera trae la bandeja de comida de Lyndsy y discretamente los dejamos solos.

Jadeo adolorida, me siento sumamente cansada. Mi esposo lo noto y ni bien llegamos al auto guía mi asiento para atrás, así yo puedo estar recostada de una buena manera. Siento sus caricias en mi estómago, cierro mis ojos hasta caer rendida.

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Me despierto cuando un frío invade mi cuerpo, la televisión está encendida y empiezo a cambiar de canales.

Lo admito.

He estado indagando, curiosa por todo lo qué pasa.

Siguen hablando de mí, pero ya nada importa... o eso trato de creer.

Busco un albornoz caliente y salgo en busca de mi marido. Despacio llego a su despacho y me detengo cuando lo escucho hablando por teléfono.

-No está bien. Yo lo sé.

>>Por supuesto que sé y puede resultar prejudicial, pero ese médico nunca nos dice nada más acerca de que debe estar tranquila. ¡Debe existir algún medicamento o algo que hacer!

Mi cuerpo se tensa. ¿Está hablando de mí?

>>Cristel no está bien. Cada vez está más hinchada. Necesito alguna cita lo más rápido posible... ¡Me importa un carajo si es sábado!

>>No lo entiendes. Quiero al mejor médico de Alemania.

Mis ojos se desvían a la hinchazón de mis pies. Un dolor se esparce por cada entraña.

-¿Por qué? -susurro en voz alta.

-Que sea el lunes, entonces. Ningún días menos. Y respecto a eso... no mandes ningún comunicado. Cederé y hablaré con Ebba tal como ella me lo pidió, al fin y al cabo ha ganado... por ahora.

¿Ebba? ¿Su ex esposa?

Abro la chapa enseguida y lo observo sosteniendo su cien. Mis músculos están tensos y puedo asegurar que mi enojo explotará en cualquier momento. Estoy furiosa. Él me ha ocultado cosas y no sé para que, la verdad.

-¿Por qué no me digiste lo de Ebba?

-Cristel...

-¡Habla!

-Cálmate. No te hace bien, solo...

-¡Eres un mentiroso! -bramo furiosa, lo empujo cuando trata de venir hacia mí y las lágrimas salen.

-No te pongas así. No te hace bien.

-¿Y a ti qué te importa?

-Escucha.

-¡Vete con ella! -grito, mis pies se mueven y camino a nuestra habitación. Pongo el pestillo cuando siento sus pasos venir. Me siento enseguida sintiendo como mi boca se pone seca y un negro se esparce en mis ojos.

¡Odio esto!

Me enoja tanto ella, porque soy celosa y no quiero que vuelva a tener nada que ver con Axel. ¿Por qué la quiere ver? ¿Por qué él la acepta?