Agarro a mi hija en brazos, la giro despacio para que mire la sala de nuestro hogar, con sus ojos fijos en cada detalle de la decoración por navidad, uno que nos costó mucho tiempo, pero quedó como un hogar muy acogedor.
Hoy lleva un hermoso vestido rojo y una diadema que cubre su escaso pelo, por mi parte elegí un vestido hasta la rodilla, un poco escotado, pero de manga larga, con la lactancia es complicado usar algo muy cubierto.
Esta noche nuestra familia se reunirá, hemos decidido celebrar la navidad de una manera un tanto tradicional y única.
Siento unos brazos a mí alrededor y me es inevitable no sonreír. Doy la vuelta y los ojos de mi esposo bajan hacia Luá. Siento los pies de ella moverse despacio, luego de eso su cuerpo es levantado por su padre.
Agarro la mano de ella y la beso con ternura, sus oscuros ojos me examinan y se desvían a los adornos de nuestra sala. Ella parece amar las luces navideñas y renos en cada lugar.
Camino junto a Axel, nos sentamos cerca de la chimenea eléctrica.
—Otra navidad juntos.
—Por eso es perfecta.
—¿Imaginaste que este año alguien se nos uniría?
—Por supuesto que no, pero es el regalo perfecto.
Axel besa la cabeza de nuestra hija y un chillido pequeño sale, botando su chupón.
—Déjame y le doy de lactar, será mejor hacerlo antes que todos lleguen.
Él me la estrecha y descubro mi pecho, Luá come sin ningún problema mientras esperamos la llegada de todos. Treinta minutos después la casa se encuentra llena; Camila, Pablo, Lily, Lyndsy, Cristal, Kilian, Nicolás y Derek se encuentran en medio de la mesa.
Es gracioso y alucinante a la vez, los niños han hecho de estas fechas las más únicas y especiales, no puedo esperar que mi pequeña crezca y juegue con sus primos, Derek ya se mantiene recto y es un niño hermoso, ver a Pablo cuidar de su hijo me sorprende, él es sumamente delicado y siempre está al pendiente de Lyndsy, la cual siempre luce sonriente y contenta. Cristal es feliz, esa niña fue la más afortunada con los niños que la rodean. Camila es la abuela que siempre consentirá, sé que está con alguien ahora, me preocupa un tanto la reacción de Axel, pero ella merece su final feliz y sé que lo logará.
Beso la mano de mi hija y mi esposo nos mira, niego lentamente cuando me la pide, recién cae dormida y no quiero que se la lleve hasta saber que el sueño la venció por completo.
Mi Ángel.
Mi niña
Mi Luá.
Camino hacia la sala, ya que los niños son los más agasajados en estas fechas, hemos comprado algunos regalos para ellos.
Recargo mi cabeza en el hombro de mi esposo, Nicolás chilla cuando mira el carro gigante que le hemos regalado, Cristal salta emocionada cuando quita el papel de regalo del peluche sumamente grande que nos ha pedido, y Derek mira dudoso sus juegos infantiles de sonidos.
Camila nos obsequia algunas bolsas y nuestra familia en general también, agradezco cada detalle que han tenido con nuestra hija, pero decido abrirlos cuando ella esté despierta, es pequeña, pero sé que se emocionará.
Beso se pequeña frente y Axel me apega mucho más a sus músculos.
—Feliz navidad mi hermosa Cristel.
—Feliz navidad, Axel.
******
Agarro algunas blusas más. Maite me ayuda a poner todo en mi maleta y un jadeo cansado sale de mí.
—¿Y ese suspiro?
—No me siento bien viajando sola. Sé que mi mente estará más acá que allá.
—Solo será una semana.
—Sí, pero no sé si después será solo una semana.
—Vamos, sé que lograrás grandes cosas.
—Quiero hacerlo, ahora que veo a Luá lo hago con más fuerza. No me gustaría que un día sea grande y se deje guiar por las habladurías.
—Sé que no lo hará. Ya verás que esa niña va a ser una gran niña.
—Eso espero. Muchas gracias por el amor que nos tienes como familia.
—Son importantes para mí.
Sonrío mientras sigo guardando mi ropa, de repente encuentro un pequeño calcetín de Luá, riendo lo meto dentro también y camino a su habitación para encontrarla ya despierta, viendo sus juguetes, la levanto en mis brazos y la llevo a la mecedora.
El pequeño suspiro de ella resuena y mis labios se ensanchan, le coloco entre mis piernas, con el frente hacia mí.
—Me voy a ir, bebita, pero te prometo que llamaré todos los días. —Sus pies se detienen y me mira, como si entendiera todo lo que digo—. Ya verás que tu papi será muy feliz al poder cuidarte, él te ama mucho, pequeña niña, y yo también.
******
Beso la boca de Axel por última vez y camino hacia el baño, lo escucho gruñir mientras me he removida en el desastre de nuestras sábanas.
Inmediatamente tomo una ducha antes de que nuestra pasión siga, camino en busca de mi ropa cómoda y deportiva. Peino mi cabello mientras siento como Axel se pone el pantalón.
—No... llamé a Julio para que venga por mí, no quiero que Luá se despierte y esté sola.
—Maite...
—Shhh —Pongo mi dedo en su boca—. No quiero que esto sea difícil. —Beso sus labios y lo veo—. Te voy a extrañar demasiado.
—También yo.
Lo beso por última vez y pasando por la habitación de mi hija, camino a mi destino.
******
—Un poco de café —menciona Lily mientras ingresa al cubículo.
—Gracias.
—¿Cómo vas con la leche?
—Bien, los extractores ayudan. Axel también va bien con mi pequeña.
—Oye, sé que es difícil, pero está resultando ¿sabes?, serán fuertes meses, pero lograrás algo grande.
>>Mañana tienes una entrevista, te pregunto ya que no es necesario...
—Quiero ir. Voy a dar la cara por primera vez, ya no seré la ex convicta ambiciosa, Lily. Ahora ellos me escucharan.
—Así se habla, estoy orgullosa de ti. Vas a ser un ejemplo para muchas mujeres, eres un ejemplo ya para mí.
—Gracias Lily.
—Sabía que tú ibas a cambiar muchas cosas en mi industria, todo empezó con el estereotipo de mujer que quería y se vea de otra manera, y ahora, miramos, somos un empoderamiento para aquellas que todavía viven en las sombras, para las que no tienen voz.
>>Somos esperanza, Cristel.
>>Somos el cambio.
La miro sabiendo que tiene razón, ya esto había dejado de ser una lucha de mi misma, ahora era una lucha de todas.
Lo iba a conseguir, por mi familia, por mí, por nosotras.
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3.Mr. & Mrs. Lehner®
RomanceOBRA REGISTRADA: 1805267193231 Final de la saga Lehner. Axel y Cristel aprendieron que el amor es el más hermoso de los sentimientos, que implica perdonar, comprender y querer a esa persona. Un matrimonio forzado, un divorcio..., y finalmente, un a...