Empieza la misión

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—Encontradme a la chica— gritó Jakar al reunir a parte de su tripulación— voy a ver qué hacer con ella.
Quería tenerla más controlada ya que  nadie le dijo que había sido despedida. Estaba sola en la isla pero dudaba mucho que hubiese huído. En todo caso, la habían atrapado para venderla. Si en todo el día no la encontraban dejaría que paraíso negro y sus maldades se ocuparan de ella.

—¡Amigo!— exclamó Henry, interrumpiendo su pensamiento.

—¿Qué es lo que quiere?— respondió molesto. No se quería andarse con rodeos y los problemas de Henry.

—Recordarle el trato al que habíamos llegado...

—Lo recuerdo perfectamente.

—Un miembro de mi tripulación os va a acompañar. Quiero poder controlar todos vuestros movimientos.

—Empiezas a pisar dónde no hay suelo— gruñó Jakar sin poder creer lo que oía.

—Y tú empiezas a morderte la mano al acabar el pan.

—¿Quien va a venir?

—Carmen— anunció Henry.

La mandíbula de el capitán cayó dejándolo tan boquiabierto que parecía que se le había roto.

—¡Ni hablar!— vociferó haciendo grandes cruzes con los brazos.

— ¿No te gusta la idea?— preguntó Carmen que justo al ser nombrada había aparecido detrás de Henry con unas bolsas.
Sus rizos negros ondeaban con el viento y sus labios rojizos despertaban la pasión de cualquier hombre.

—El problema es que a mis piratas les gustará demasiado—dijo llevándose la mano a la frente para limpiar el sudor emergente.

—¿Le pongo nervioso? Me tengo que no es mi tipo... Y un tanto Anciano....— destacó la mujer atrevida.

—Tengo otras formas de divertirme—respondió rápidamente para dejar claro que no tenía ninguna intención errónea.

A Henry le encantaba la pequeña conversación y quiso volver a participar más activamente— Tiene a una chica en el barco y ahora tendrá otra ¿Crees en la mala suerte? Porque una fiera destruyen a los hombres y dos el barco.

—Sin embargo soy más hombre que la mayoría de los que están en tu barco— bromeó la mujer con cierta verdad en su tono.

—No lo pongo en duda— respondió Jakar.

—Voy a hacerme sitio, confío en que tienes otro camarote a parte del tuyo dónde pueda dejar mis pertenencias.

Tan pronto como había aparecido, se fue, dejando a los dos hombres solos.

—¿Quieres ridiculizarme?— interrogó el capitán agarrando a su "amigo" de la mandíbula.

—Solo quiero saber lo que haces y vigilar si estás cumpliendo el trato— respondió calmadamente.

Esa quietud y paz en su voz enfurecía a Jakar haciendo que perdiera la paciencia al completo. Siempre había sido el más listo hasta que llegó ese sinvergüenza con sus filosofía y tonterías varias.

—Le hemos visto...— empezó a formular Henry haciéndose el interesante prolongando el suspense.

—¿A quién?— preguntó Jakar soltándole. La gente le estaba mirando y le incomodaba.

—A él, mis hombres lo quieren muerto.

—¿Y tú?

—Quiero a mis hombres felices, aunque no niego que es más problema tuyo que mío.

—¿Está igual?

—Igual... Si mis acompañantes no le han matado y logro poner mis manos sobre sus hombros, te lo entregaré, más o menos de una pieza.

El capitán no quiso contestar. Hablar de Él le producía una extraña mezcla de sentimientos que no podía eliminar.
Los dos hombres ya se habían cansado de mirarse la cara y estaban dispuestos a partir hacia sus respectivos barcos cuando los piratas encontraron a Anthia.
Santiago la llevaba sobre el hombro, para llevarla hacia el barco, como el primer día que tuvieron el placer de conocerse.

—¿Cuánto quieres por ella?— preguntó Henry sacando una faltriquera de su bolsillo.

—El retiro de tu espía.

—¿Es tu único precio? No sé si me conviene.

—De momento, pero cuando me quiera deshacer de la carga, te preguntaré antes.

—Me parece bien pero no retiraré a mi ayudante a menos que me traigas lo que quiere. Por la chica, te puedo dar un gran lote de dinero..

—Bah— resopló Jakar haciendo una seña de indiferencia con la mano. Comenzó a caminar hacia su barco y ,el otro, fue tras él, claramente insatisfecho con el recibimiento de Carmen.

—Carmen se sabe defender— aseguró Henry
—¿No te fías de mi?

— Me fío lo mismo que tú de mí.

Una pequeña comisura alegre se asomó por la cara del capitán— quizás te sorprenda.

—No lo dudo, siempre has querido ser el más listo. A pesar de ello has fracasado continuamente y me he aburrido de ganar. Por una razón tienes a Carmen en el barco y no corazón de plomo... Te doy un empujoncito, una ventaja...

Jakar le volvió a ignorara otra vez más. Solo quería enfadado y ponerle de los nervios. Esta vez no iba a vencer ese villano pues el capitán iba a alzarse glorioso sobre su cadáver. O mejor... Alzarse glorioso sobre una maldición que hiciese que tuviese que observar a Jakar triunfar toda la eternidad.
Acceleró sus pasos para subirse as u barco y dejarlo atrás. Ya habían hecho el recuento y todo estaba más que listo para zarpar.

—¡Santiago! Guíame a esta belleza fuera de la isla, si se avecina un temporal llámame—le ordenó a su hijo que se puso al mando de inmediato

Bajó a su camarote dónde se hayan Anthia sentada en su mesa de estudio.

—Jakar...— formuló la joven.

—¿Lo tienes?

La joven se despegó del mueble dejando ver el número exacto de monedas de oro bien colocadas.

—Me dijeron que te despidieron, ¿cómo puedes tenerlo?

—No soy la única que ha debido tratar con Henry.

—Responde mi pregunta.

—¿Qué importa el método? Tienes el dinero, no te he costado nada.

—Te voy a dar trabajo en el barco, no me gusta tener una una chica sin hacer nada...

—Sin embargo hay otra mujer en el barco. ¿Otra chica secuestrada?— preguntó elevando el tono.

—¿Estás celosa? Me temo que es una invitada— respondió entretenido.

—Es un gran placer estar aquí y no quería que le prestará atención a otra mujer— dijo Anthia con una claro sarcasmo casi sobrenatural.

—Tranquila, queda mucho mar por recorrer, nuestro cortejeo solo acaba de empezar—enunció pícaramente sentándose en su nuevo sillón ,frente a ella, para empezar a trabajar.

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Aquí es dónde todo empieza.

Pregunta: Opináis que Anthia está madurando?

No os olvidéis de votar y comentar pues os lo agradezco mucho y siempre contesto.


La pasión del pirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora