Hecho a la Perfección [Omegaverse/BL] [EDITANDO]

Unidos

-Narey... Dejame marcarte....

Esas palabras lo cambiarían todo para el omega y para el alfa, era lo único que había hecho falta todo este tiempo, lo que los iba a unir de por vida para que nadie los alejara uno del otro, eso querían ambos.

Al fin el alfa se había atrevido a decirlo, habían pasado tantas cosas para que este pudiera decirselo a Narey porque no quería que su padre cumpliera la amenaza que le hizo hace tiempo cuando este se hallaba en el hospital, esa vez Misa tuvo que soportar a su padre a un limite el cual no pudo aguantar.

*FLASHBACK*

-Tú y tu hermano siempre fueron un desperdicio de tiempo al igual que tu madre... *Misa estuvo a tal punto de desesperación que quiso pegarle a su padre pero antes de hacerlo se detuvo

-No mereces ni si quiera mi respeto, pero yo no busco arruinarte la vida como tu lo hiciste conmigo, solo quiero que te alejes de mi y de Narey, porque no te permitiré que la hagas daño *Misa bajo su brazo y se dio media vuelta para empezar a dirigirse a la salida pero algo lo detuvo

-Y que pasaría si le cuento al omega tu secreto? *Dijo su padre con una sonrisa amenazante al ver que su hijo sabía a lo que se enfrentaba

-Si te atreves, a decir algo de eso, yo...

-Que harás? Ir con tu hermano a llorar? Sabes que tarde o temprano le diré a la gente lo que hiciste y tendrás que pagar por eso, un desperdicio solamente, no podías ni complacer a los que querían tener sexo contigo, ni para asesinar eres bueno, con tan solo 12 años ya habías matado a una persona y que gracioso es saber que era el padre de Narey...

Ese era el secreto que había atormentado a Misa, era más fuerte que otra cosa (Claro el de su madre primero) ya que el nunca pensó que sería capaz de hacer eso, no se dio cuenta de que era el padre de Narey hasta que conoció a su familia. 

Para el aquel día todo había sido muy confuso, por dentro algo le decía que no había sido el pero las mentiras de su padre le ganaban, el quería negárselo a si mismo, no era real pero si su padre fue testigo no tenía otra cosa más que creer.

-Solo... No digas nada, porfavor *Dijo Misa con total seriedad pero mostrando un poco de temor en sus palabras

-Aprende a respetar maldito niño mimado porque si no haces lo que te digo, perderás a la única persona que te ama, creo que ni lo hace *Misa se retiró de ahí mientras escuchaba la amenazante risa de su padre, no quería volver a verlo, huir de el pero si lo hacía perdería a lo que más amaba, a Narey.

*FIN DEL FLASHBACK*

El miedo del alfa a perder a su omega era demasiado grande, por eso le hacía una propuesta que ni el mismo podía aguantar, era lo que decidiría su vida de ahora en adelante y su bienestar por el resto de sus días.

-Yo... yo... *El omega tartamudeaba las palabras, estaba completamente en shock que no sabía que responder, al igual que al alfa la emoción y el miedo lo dominaban, el alfa esperaba que su respuesta no fuera lo contrario

-Entiendo si no quieres... *El alfa fue interrumpido por el omega el cual lo había empujado a la cama, el mayor quedó acostado y el menor encima de el, a Misa le sorprendió mucho lo que Narey hizo ya que aún no le daba una respuesta pero eso cambiaría todo 

-Yo... Lo deseo Misa, quiero que me marques, que me hagas tuyo... Marcame porfavor *Dijo el omega en tono de súplica, el mayor entendió el porque lo había acostado en la cama y en un movimiento rápido este quedó encima del menor, ambos con una mirada que expresaba muchas cosas como temor, amor, emoción, pero los dos sabían que sería lo mejor, ya nadie los separaría, ya nadie los atormentaría, ya no más...

-Narey, yo estoy listo para esto, es lo que más deseo en esta vida, estar junto a ti *El alfa le dio un beso para demostrarle la impaciencia que tenía

-Hazlo, porfavor *Fue lo último que dijo el omega para que el alfa iniciará con lo que siempre había querido

-Pero lo haré en una manera en la cual disfrutes *Dijo el mayor con una sonrisa pervertida para empezar a divertirse, el omega solo se dejó llevar por la emoción permitiéndole al alfa hacer lo que quería.

Y así empezó el juego, era la noche que los dejaría unidos para siempre pero el mayor moría de la culpa por dentro por lo que cometió, pronto alguien daría su vida por ese secreto...