Violador

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Misa y Narey finalmente estaban juntos de nuevo, desde el incidente de aquel ataque, nadie creyó que el alfa sobreviviría, pero fue totalmente todo lo contrario, todo había salido justamente como lo había planeado desde un principio.

Desaparecer por un tiempo fue lo más conveniente para que tanto Narey como su familia no estuvieran en riesgo, Misa claramente sabía que haberse quedado hubiera ocasionado otro genocidio por parte de los aliados de su padre, no lo hubieran dejado en paz hasta matarlo, pero luego de lo ocurrido, ahora creían que él ya se hallaba soterrado debajo de un edificio.

Ya había pasado un mes desde que el alfa había vuelto a casa, aún no podía procesar la idea de que pronto sería padre, se recordaba de aquella vez en la que conversaban con Narey sobre la idea de tener un hijo, y ahora finalmente podrían tener una familia.

—Misa, tranquilo, estoy bien.— Le repetía al mayor luego de un pequeño incidente que había sufrido el omega esa mañana.

—Ve como están tus rodillas, esto no está bien, debo llevarte al médico.— No había segundo alguno en el cual el  mayor descuidara a Narey, quería asegurarse de que estuvieran bien, ahora que finalmente los había recuperado, no quería perderlos nuevamente.

—Cálmate, cálmate, estoy bien.— Le dijo el menor levantándose por su propia cuenta del suelo, el que estuviera embarazado no limitaba su disposición de hacer las cosas por su propia cuenta, o al menos aún no.

—De cualquier manera, debemos ir al médico hoy, finalmente cumples 3 meses, eso significa que podremos saber el sexo del bebé.— Le dijo Misa al omega regalándole una pequeña sonrisa mientras se acercaba para abrazarlo por detrás y así poder acariciar su vientre.

—Finalmente podrás cumplir tu deseo de tener una familia, y yo podré cumplir mi deseo, estar contigo.— Narey había sufrido tanto debido a todo lo que pasó, pero esta era su nueva oportunidad de rehacer su vida.

Pero, siempre hay una excepción ante todo ¿la vida no es perfecta verdad?

Esa tarde, Narey y Misa fueron directamente al consultorio del ginecólogo el cual era amigo del menor, se habían conocido cuando estudiaban en el instituto, este también era omega, ya había pasado mucho tiempo desde que Narey había tenido que dejar todo, estaba en su último año de clases justamente cuando sus problemas empezaron a surgir y tuvo que abandonar sus estudios, pero todo eso había sucedido hace un año y medio, todos esos recuerdos el los conservaba en su memoria, y no descartaba la idea de volver a estudiar.

Como tenían cita previa, fueron atendidos rápidamente, el mayor era el más emocionado en aquellos momentos porque quería saber si su pequeño sería niño o niña, el tener una familia siempre había sido su sueño, el le daría a su futuro hijo o hija la vida que el no pudo tener.

—Un gusto verte de nuevo Narey.— decía Kim Jisung, el amigo del menor sin percatarse de la presencia de Misa en el lugar —Hoy finalmente puedes saber el sexo de tu bebé, entonces..— se detuvo al darse cuenta de la otra persona presente, el alfa le regaló una sonrisa y se dirigió a el para darle un gran abrazo, el cual Jisung también correspondió.

—Me alegra verte de nuevo Jisung, y te agradezco que hayas cuidado de Narey y de mi hijo todo este tiempo.— Misa y el omega se conocían también desde hace tiempo, sus padres habían sido amigos de la madre del alfa, y ellos siempre fueron amigos desde niños, el mundo era tan pequeño en realidad.

—No hay de que amigo, ahora, veamos como esta su bebé.— Dijo Jisung para poder proseguir con la cita, Narey se recostó en la camilla y luego de aplicarle la gel se dedicó a pasarle la sonda por su vientre, proyectando en el monitor la primera imagen que Misa contemplaba de su hijo. —Todo esta bien con el pequeño, esta desarrollándose correctamente.—

—¿Hoy podremos finalmente saber si es niño o niña?— Preguntaba el alfa totalmente entusiasmado ante la posibilidad de saber sobre el sexo de su bebé, Jisung sonrió ante la pregunta del mayor.

—Claro que sí.— Dijo el omega, para proseguir a definir el sexo del pequeño, Misa estaba totalmente atento ante cada movimiento del doctor, en realidad moría de emoción en aquellos momentos. —Felicidades, es un varón.— 

Misa no pudo controlar más toda su felicidad y comenzó a llorar, se acercó a donde Narey estaba y lo abrazó fuertemente, diciéndole un "gracias" al oído, la verdadera realidad era que finalmente podrían tener una familia y eso era todo lo que ambos querían.

...

Salieron del consultorio con una que otra recomendación y con los medicamentos que el menor debía tomar para que su estado y el de su bebé siguieran así de bien como estaban, mientras tanto, Misa no dejaba de ver la primera ecografía de su hijo, finalmente podría cumplir sus sueños.

—¿No te gustaría comer algo?— Preguntaba Narey con una pequeña sonrisa, claramente sus antojos comenzaban, a lo que el mayor solo se dedicó a reír.

—Claro que quiero, vamos.— Ese momento era de total alegría para ambos, no solo por el hecho de tener una familia, si no por el hecho de estar juntos nuevamente, tenía más oportunidades de recomenzar su vida y las aprovecharían ahora que podían, ahora que podían...

Era de noche, las calles de Seúl eran iluminadas por las luces de su ciudad, aunque no dejaba de ser inseguro caminar a esas horas, luego de que las noticias de un violador suelto circularan por la ciudad, nadie quería correr ese riesgo, pero esa noche se veía perfecta para gozarla.

Narey y Misa terminaron de comprar comida para llevarla a casa, ellos tampoco querían correr ningún riesgo por lo que preferían estar seguros pero, no se habían percatado de que hace unos minutos el teléfono de Narey había estado sonando desesperadamente.

Justamente en ese momento, el menor escuchó el tono de su celular, era una llamada de su amiga ¿Jihyeon? hasta el mismo se sorprendió por la hora repentina de la omega para llamar, al contestar, no se esperaba oír eso.

—¡Narey! P-por favor.. ¡Ayúdame!—

—¿Creías que podrías escaparte de mi?—

—¡N-narey! —¡M-me va a violar! ¡Ayuda!—

—........—

El menor dejó caer el teléfono al suelo mientras sus lágrimas caían de sus ojos, Misa había oído todo, y ambos sabían claramente de quien era esa voz, pero otra llamada los sacó de su trance, al recoger el teléfono, Narey rápidamente contesto al ver que era su amigo Sehyun.

—¡Narey! ¡Ayúdame! ¡Tiene a Jihyeon! ¡Tienes que ayudarla!—

La voz de Sehyun se detuvo y un silencio incómodo se escucho, luego de unos segundos alguien más respondió.

—¿Me extrañaron?—

Ahora sabían quien había estado causando tantos disturbios y muertes en ese lugar, esa voz.. era de Kenneth.







nota.

holaa.

Finalmente otro capítulo, para todos esos que me preguntan si habrá segundo libro, sí, esta historia tendrá continuación en un segundo libro dentro de poco. Espero les guste el capítulo y les pido que me  voten y comenten por favor, me sirve de mucho, gracias.

— bosnia.



Hecho a la Perfección  [Omegaverse/BL] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora