Dolor

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Narey colgó la llamada rápidamente y miró fijamente a Misa mientras lloraba, este lo abrazó fuertemente, habían cosas que eran simplemente difíciles de dejar atrás, pero, Kenneth estaba loco, y sabían que no los iba a dejar en paz, ahora estaba dañando a más gente, incluyendo a sus mejores amigos.

—M-misa, debemos rescatar a Sehyun y a Jihyeon, no quiero que Kenneth les haga daño, si aún no es demasiado tarde, podemos ayudarlos.. Por favor..—

—Narey..— Dijo Misa tomando el rostro del menor entre sus manos. —Es demasiado peligroso, el no nos va a dejar en paz, no quiero que te lastime, apenas te recupere, no se que haría se te pierdo de nuevo o si perdemos a nuestro pequeño.— Dijo el mayor colocando sus manos en el vientre del omega.

Ambos sabían lo complicado que era arriesgarse para salvar a sus amigos de las manos de un psicópata, pero sabían que nadie merecía el daño que habían sufrido, además, sabían que ya era hora de acabar con Kenneth, quien claramente no debía de estar vivo, pero de alguna forma, el había podido salir ileso de aquella rotunda explosión que acabó con muchas personas, y ahora el seguía atormentando no solo a Narey y a Misa, si no que a todo el país, como un violador y asesino serial.

—Misa.— Dijo el omega con voz temblorosa. —Debemos ayudarlos, no podemos dejar que Kenneth no solo nos dañe a nosotros, si no que no dañe a nadie más, se que tienes miedo de perderme al igual que yo tengo miedo de perderte, pero debemos terminar lo que por culpa de tu padre empezó, estamos juntos en esto.— El menor le dio un beso al mayor, el cual lo volvió a abrazar fuertemente y estuvo de acuerdo en rescatar a sus amigos.

Estaban tan perdidos en su cálido abrazo que se sobresaltaron al escuchar como el teléfono volvía a sonar, Narey lo recogió rápidamente y vio que llamaba Jihyeon, respondió tan solo al ver el nombre esperando que sus amigos se hallaran bien.

 —¡Jihyeon! ¡¿Están bien!?— Dijo el menor demasiado asustado esperando la respuesta de la chica, pero nadie respondió, todo era un silencio totalmente perturbador hasta que oyó gritos tanto de un chico como de una chica. —¡Jihyeon, Sehyun!— Gritó Narey entrando en pánico al escuchar como ambos gritaban.

—Mi querido Narey, extrañaba oír tu voz, me he preguntado todo este tiempo ¿Cómo has estado? ¿Has visto las noticias sobre mis asesinatos y violaciones? Creí que sería conveniente generar un poco de temor entre las personas para que finalmente reconozcan quien soy.— El menor quedó petrificado al oír todo lo que Kenneth había dicho, el no sabía cuando rendirse y no pensaba hacerlo hasta quedarse con Narey o al menos asesinarlo a el y a Misa, mataría a cualquier persona que el amara o que se relacionara con el.

Misa le arrebató el teléfono al omega en un momento de rabia, no permitiría que alguien como Kenneth siguiera arruinándole la vida y menos, que intentará dañar a la persona que el más amaba, a su omega.

—Escuchame maldito bastardo, acabemos de una vez con esto, si tanto quieres enfrentarnos, ven a mostrar tu cara directamente para que te la pueda romper y hacerte sentir dolor de tantas maneras hasta acabar contigo.— Misa estaba realmente enojado, en su interior sentía una furia que en cualquier momento sería capaz de despedazar al alfa solo con sus manos.

Al otro lado de la línea solo se escuchó una risa, una continúa risa que duró varios minutos, hasta que se volvió a quedar en silencio el ambiente, pronto se oyó de nuevo el grito de una chica, quien forcejeaba por soltarse de su agarre. —Si tanto quieren verme nuevamente, vengan por mi, la estamos pasando muy bien ¿no es así linda Jihyeon?— La chica volvió a gritar desesperada por soltarse de aquel agarre, y luego gritó de dolor hasta quedarse sin voz para pedir ayuda. —Esta pequeña omega es demasiado encantadora, veremos cuantas rondas aguanta antes de que ustedes lleguen, el tiempo se acaba, ya saben donde encontrarme.—

Hecho a la Perfección  [Omegaverse/BL] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora