Después de veinte largos minutos esperando el timbre por fin se hizo oír por todo el lugar. Los estudiantes guardaron rápidamente sus pertenencias y salieron corriendo de sus respectivos salones. Ese día Youngjae fue el primero en desaparecer.
Jaebum esperaba pacientemente a Youngjae afuera de su salón. Algunas personas le lanzaban miradas de miedo y otras simplemente lo evitaban, nunca le importó, ya estaba acostumbrado. Cuando el timbre por fin sonó la puerta del salón de Youngjae se abrió de golpe y el menor salió disparado de ahí. Notó que Jaebum lo miraba asustado por haber salido como animal salvaje y el simplemente sonrió avergonzado.
—B-buenas, estaba algo apresurado.— Jaebum soltó una gran carcajada y negó con la cabeza.
—Lo noté.— Youngjae miraba embobado la sonrisa de Jaebum. Miró a todos lados cerciorándose de que nadie más la hubiera visto.— ¿Nos vamos?
—Ah, sí.
Ambos caminaron juntos hasta la salida sin decir ninguna palabra. El camino de regreso fue igual, ambos parecían perdidos en su propio mundo.
Youngjae intentaba con todas sus fuerzas pensar en algo interesante para hablar con Jaebum, mientras que el contrario escondía sus nervios exitosamente.
—¿T-tienes hermanos?— la pregunta tomó por sorpresa a Jaebum. Estaba cómodo con el silencio y podía terminar respondiendo alguna estupidez producto de los nervios.
—Un hermano mayor, ¿Tú tienes?— Youngjae negó con la cabeza.
Ahí terminó su primera conversación volviendo a ese extraño silencio.
La verdad Youngjae tenía muchas cosas que preguntar, pero estaba siendo sorpresivamente tímido. Tal vez se debía a la presencia imponente de Jaebum, porque cuando conoció a Jinyoung nunca se sintió de esa manera.
Mientras seguían caminando en silencio, finalmente llegaron al parque que separaba sus caminos, pero Jaebum no se detuvo y siguió caminando en la dirección contraria a su casa.
—¿No irás a casa?
—Puedo acompañarte hasta la tuya si quieres.— Youngjae asintió frenéticamente ante la idea del mayor y siguieron su camino. Por alguna razón estaba tan emocionado en ese momento que incluso olvidó tomar su cajita de leche de vainilla, quedando ésta olvidada en su bolso.
A pesar de lo iluminados que se sentían sus corazones, el día estaba bastante nublado, definitivamente iba a llover, pero en ese momento ninguno de los dos prestó atención a las gotas que comenzaban a caer, notaron que algo andaba mal cuando el cabello de Jaebum se pegaba a su frente. Ambos despertaron de su mundo y corrieron a refugiarse del agua.
—¡Mi casa queda cerca!
—Espera Youngjae.— antes de que el menor siguiera avanzando, Jaebum se quitó la chaqueta y la puso sobre la cabeza de Youngjae, disminuyendo así su riesgo de mojarse.
—Te vas a enfermar...
—No es así, soy bastante fuerte.— Youngjae asintió poco convencido y siguieron su camino.
—Si tu lo dices... Pero si te enfermas yo mismo iré a cuidarte.— dijo bromeando.
—Espero enfermarme...— Jaebum se tapó la boca luego de decir eso porque, supuestamente, solo lo había pensado. Para fortuna suya el menor iba muy concentrado intentando no mojarse como para oír lo que había soltado sin pensar.
Estuvieron corriendo por al menos cinco minutos hasta que llegaron a su destino. Youngjae buscó en su bolso las llaves y abrió la puerta mientras le indicaba al mayor donde dejar sus zapatos.
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Vanilla boy [2Jae]
Hayran KurguTal vez mi cosa favorita en el mundo ya no sea la leche de vainilla. Fluff & Lemon 🐣 No se aceptan copias ni adaptaciones 🐣