Capítulo 8

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Ya pasó un año desde que ingresé a la escuela de regularización y, para mi desgracia, he sido consciente de otra de mis fatales fallas, no tengo habilidades de socialización...

Desde que pude hablar de manera correcta con Kazuma pensé que esa parte mía había desaparecido, me equivoqué horriblemente.

No lo había notado ¿Saben? En la escuela todo el mundo es amable y puedo mantener una conversación apropiada sin problemas, pero en la escuela de regularización no conozco a nadie y estoy completamente sola ¡No me había sentido así en mucho tiempo!

Cuándo pedí consejo a Onee-sama sobre que hacer en ésta situación ella empezó a murmurar muchas cosas, de las cuales no entendí ninguna.

Onee-sama no eres en lo absoluto confiable ¿Verdad? Mi imagen de Onee-sama se deteriora con el tiempo.

¡Pero hay algo bueno! Es un nuevo año, por lo que nuevos alumnos deben de ingresar ¿Cierto? Esa podría ser mi oportunidad.

...O eso fue lo que pensé... Soy pésima con gente nueva.

Aaaah... Tengo hambre... Hoy vine a clases después de ir a ballet y no traje nada conmigo, pensé que podría soportar hasta volver a casa ya que aquí no tendría que moverme pero... Mi estómago pide comida.

¿Qué debería hacer? ¿Ir a comprar? No conozco la zona, podría perderme, ¿Debería pedirle a alguien que me acompañe? Ugh, no conozco a nadie, pensarán que soy una molestia...

Realmente debería ir sola, pero Okaa-sama se enfadará sí llega a enterarse...
¿Qué tal que salga y estalle una pelea? ¡¿Y sí soy secuestrada?! ¡Ir por mi cuenta no es una opción!

-Es increíble que hasta la comida de Onee-sama suene bien en estos... Por dios, estoy delirando...

Qué una Ojou-sama como yo sufra de hambre, ¿Puede haber algo más ridículo? .... ¿Uh? ¿Qué dijeron por allí? Un niño parece estar por salir ¡Espera! ¡Por favor llévame contigo!

Parece que irá sólo, bien, sí es así entonces quizá....

-E-Espera por favor...!

Intercepté al niño que iba de salida en las puertas... ¿Y ahora que hago? Me está mirando, por favor, te lo ruego, no me mires tan fijamente a la cara.

-¿Necesitas algo?

-E-Eh... A-Ahm...

¡Toma valor Reiko!

-Tu estás por ir a comprar, ¿Cierto?

Su cara me mira como diciendo "¿Y qué con eso?" Lo sabía, soy una molestia, pero si pude con esa cara de poker que vive en mi casa podré con esto.

-Y-Yo ¿Puedo acompañarte?

-...¿Ah?

-Verás quiero ir a comprar también pero no conozco ninguna tienda cerca y además yo...

¡Dios, hablé tan rápido que ni yo misma entendí lo que dije!

-Yo no...

-¿Quieres venir entonces?

-¿Eh? ¡Sí!

Éste niño tiene una cara poco amigable pero es muy amable. Lo Seguí unas pocas calles más adelante y nos detuvimos frente a un establecimiento.

-¿Qué es éste lugar?

-¿No conoces las tiendas de conveniencia?

-¿Es tan raro?

-¿Si "es raro" preguntas?

Cuándo entramos me quedé quieta, no conozco nada de lo que venden aquí, sólo estoy segura de una cosa, lo que hay es comestible.

-¿Estás bien?

-Sí, sólo un poco perdida.

No sé cómo más responder.

-No sabes que vas a comprar, cierto.

¿Soy tan obvia? ¿Mi cara es tan fácil de leer? Necesito cambiar eso o estaré a merced del demonio.

-¿Tú que llevarás?

-Algo para comer.

-¿Qué es eso? ¿Sabe bien?

-Onigiri con relleno de pollo, ¿En serio no lo sabes?

-Lo siento.

-Aaaah...

Demoramos un poco por mi culpa, las cosas que vendían ahí eran nuevas para mi. Me siento un poco culpable por tomar su tiempo a mi diversión pero no pareció particularmente molesto por ello.

-Gracias por dejar que te acompañe, etto... Ah, aún no sé tu nombre.

-Nanjo, Nanjo Aidan.

-¿Aidan? Lindo nombre. Entonces sería Nanjo-sam, Nanjo-kun ¿Verdad? Yo soy Kāshima Reiko.

Mi lengua casi resbala, Onee-sama dijo que a los niños debía llamarlos con "kun" y con las niñas debía usar el "san". No estoy acostumbrada, hasta ahora siempre utilicé el "sama" y tampoco suelo usar el apellido para referirme a las personas.

-Un poco tarde para las presentaciones ¿No cree Kāshima-san?

-Sólo Kāshima está bien.

Si digo la verdad, prefiero ser llamada Reiko, es raro que alguien se dirija a mi por el apellido ¿Será extraño? Me llaman de muchas maneras después de todo.

-¿Y tú tartamudeo a dónde fue?

-...

¡No lo menciones! ¡Olvida que alguna vez tartamudee!

Creo que hice un amigo, después de eso hablé con él unas pocas veces más y cada vez que iba a la tienda me preguntaba si quería ir también.

-No eres buena hablando con la gente.

-....

No me esperaba una declaración tan abrupta de un tema tan delicado para mi.

-Cuando estamos solos actuas normal, pero cuando hay personas alrededor apenas si saludas.

Nanjo-kun en serio que subestima mis habilidades interpersonales, mi problema no son las personas ¡Es el entorno!
La atmósfera de Reich y la de aquí son completamente diferentes y lo mismo sucede con los estudiantes.

Una comparación simple sería la de mi té favorito con el refresco de cola, que probé debido a la recomendación Nanjo-kun, pero eso último lo mantendré como un secreto de Okaa-sama.

-Ser tan tímida no es bueno...

¡¿Quién es tímida?! ¡Tú serás el tímido! Para tu información Ojou-sama es una futura miembro de la "Trinidad".

-...Podrías terminar siendo intimidada en la escuela.

-No tienes que preocuparte por algo como eso, todos son muy amables conmigo.

Nanjo-kun en serio es un buen chico, y aunque aprecio su considerada preocupación es innecesaria, soy una miembro del Kleine si alguien se atreve a ser malo conmigo sólo tengo que llorarle a una Oneesama del salón y ella se encargará.

-Esas palabras no son para nada confiables.

-¡Qué cruel! Mis palabras siempre son de confianza.

-¿Está bien que tomes tanto de eso?

Refrescos de cola y papá fritas son mis nuevos aperitivos favoritos...~

-Está bien, porque sólo aquí puedo comerlos.

Ahora entiendo porque Onee-sama compró un mini-refrigerador para su cuarto, hay muchas de estas cosas allí.

Onee-sama...~♡ Tus reservas disminuirán con el tiempo...~

-Me sorprende que te gusten, las niñas suelen odiar comerlos con frecuencia, mis hermanas siempre dicen que las hace engordar.

Nanjo-kun, por favor deja de lanzar daga tras daga a la poca autoestima que he generando con tanto esfuerzo.

Y así un nuevo año pasó con tranquilidad.

¡Me volveré una genio, ya lo verán!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora