—Vamos, Steve. No será malo que salgas un rato —Nat caminaba detrás del soldado—. No puedes pasarte todo el día en el gimnasio.
—Sí que puedo —contestó gracioso Rogers llegando al susodicho lugar—. Agradezco tus intentos de sacarme de aquí pero es lo que yo quiero hacer.
—Está bien —Natasha se dio por vencida dejando al Capitán a solas en el gimnasio.
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Pasó toda la mañana y tarde golpeando los sacos de boxeo, descargando toda su rabia e ira, la frustración que le consumía.
Seguía sin superar su regreso, el despertar del hielo y volver a la vida. Eso le confundía. Muchas veces no sabía si estaba en el siglo XXI o de vuelta al año 1945.
—No tienes fin —una voz sacó a Steve de sus pensamientos y dejó de golpear el saco. Vio acercarse a la nueva ayudante de Nick Furia, _____ Miller.
—Soy un supersoldado, no puedo tener fin —sonrió de lado—. No quiero ser grosero pero, ¿qué haces aquí?
—Vengo a darte unos papeles pero la verdad es que prefiero quedarme mirando —el capitán se sonrojo ante el comentario de la agente—. Te dejo los papeles aquí, no quiero incomodarte más.
_____ estaba a punto de salir por la puerta cuando Steve habló.
—¡Espera! —Miller giró su cabeza para mirar a Steve—.Quédate, no me importa que me mires.
Ambos se sonrojaron y _____ volvió sus pasos hasta ponerse al lado del Capitán.
—¿Y si mejor vamos a cenar? —preguntó la chica—. No es que no me guste verte sudado y jadeante, pero creo que para nuestra primera cita deberíamos ir más aseados.
—¿Me concederías una cita? —Steve sonrió ante la idea al ver a la agente asentir—. Pues vamos, entonces.
"Natasha me matará cuando se entere de que he salido después de decirla que no. "
