one shot.
Dedicado a Erik2810
Espero que te guste y perdón por la espera :c______________________________________
«Sam's sister»Steve se levantó como otro día cualquiera a las cinco de la mañana, se puso ropa deportiva para su footing matutino. Al salir, el cielo todavía estaba oscuro y el frío aún calaba los huesos de los que se aventuraban a salir a tales horas.
Empezó con su trote rutinario mientras se sumergía en sus pensamientos. El mundo estaba en calma, ninguna amenaza perturbaba las vidas de los habitantes ni de sus héroes.
Sin embargo, el Capitán se sentía vacío. Se alegraba por las batallas ganadas, eso estaba claro, pero algo le faltaba en su vida. En la batalla contra Ultrón, éste mismo mencionó unas palabras que hicieron pensar a Rogers.
"El Capitán América, el hombre sin tiempo. Fingiendo que puede vivir sin una guerra. "
Rondaron en su cabeza hasta ahora, quizá Ultrón tenía razón, pues se sentía vacío, extraño consigo mismo al no tener algo que hacer o por lo que luchar. Durante toda su vida ha luchado contra alguien o algo para salvar el mundo, cuando no había amenazas... ¿Qué podía hacer?
—¡Cuidado! —un gritó sacó al Capitán de sus pensamientos, no pudo reaccionar al ver como una mujer con patines se chocaba contra él cayendo ambos al suelo.
Steve se levantó rápidamente ayudando a la chica a levantarse.
—Lo siento tanto, todavía estoy aprendiendo y... Perdón —a Steve le pareció un gesto gracioso y tierno. Vio como la chica se quitaba el casco dejando ver una larga trenza castaña.
—No hay problema, yo ni siquiera se montar —soltó una risita y ella sonrió—. Me llamo Steve Rogers.
—Lo sé, capitán -ella sonrió con entusiasmo—. Yo me llamo Stefi.
—Ve con cuidado, Stefi —empezó a trotar de nuevo, se alejaba a rápidos pasos y ella sólo pudo quedarse mirando.
Al día siguiente, Stefany volvió a salir a la misma hora con los patines y volvió a ver a Steve. Le daba vergüenza acercarse a saludarle pero para su sorpresa él lo hizo.
—Veo que eres insistente —habló Rogers señalando los patines de la chica.
—Hasta que no aprenda no voy a parar.
Él sonrió satisfecho, pues le encantaba la gente que tenía unos objetivos claros.
—Me alegra verte, Stefi. Supongo que mañana nos veremos de nuevo —se despidieron y ella sólo pudo quedarse mirando, de nuevo.
Los días fueron pasando y se volvió rutina los encuentros matutinos entre Steve y Stefi. Cada día duraba más su charla, hasta que Stefany se animó a dar el siguiente paso.
—¿Te apetece ir a desayunar? —preguntó con un tono de voz más bien bajo y unos nervios que la carcomían por dentro.
—Me encantaría —sonrió el Capitán.
Pusieron rumbo a la cafetería más cercana y se sentaron en una mesa cerca de la ventana con el desayuno en la mesa. Empezaron a entablar una conversación tan larga que hizo que ambos se quedasen por más de una hora en el establecimiento.
—¿Y tienes hermanos? —preguntó Steve mientras se terminaba el café.
—Uno, mayor que yo. Trabajaba en el ejército, ahora no sé lo que hace —contestó Stefi imitando a su acompañante.
—¿No te hablas con él?
—Sí, estamos muy unidos pero no quiere contarme esos pequeños trabajos por los que se va de un minuto a otro, sale por las noches y llega lleno de heridas y hematomas —suspiró la castaña—. Sólo espero que no sea nada malo.
—¿Cómo se llama tu hermano? -
—preguntó interesado Steve.—Sam.
—¿Wilson?
—Sí, ¿cómo lo sabes? —extrañada, Stefi encaró una ceja mirando al capitán con intriga.
—Le conozco, nos hemos visto un par de veces en el parque —no fue la verdad completa, ya que respetaba que Sam no quisiera decir nada.
—Qué casualidad —Stefi no estaba muy segura pero actuó como si lo estuviese.
—Eres mucho más guapa que él, se nota que los buenos genes te los has quedado —rió el Capitán mientras Stefi teñía sus mejillas de un color rojo.
—Gracias, supongo —ella sonrió y concetaron sus miradas. El tiempo a su alrededor se detuvo, sólo existian ellos dos.
Para Stefi era una sensación nueva, escalofriante en el buen sentido y maravillosa, pues la hacía sentir como nunca antes.
El tiempo continuó y las salidas entre ambos fueron más normales y rutinarias. Steve ya no estaba vacío, según se decía a sí mismo, tenía ilusión y esperanza sobre cambiar los hábitos de su anterior vida. Quizá cambiar las peleas y guerras por una agradable compañía, quizá volver a encontrar el amor. Aunque sea en la hermana menor de su compañero y amigo vengador.

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MARVEL IMAGINAS.
Fiksi PenggemarDonde puedes discutir con Tony, morir de amor con Steve o decidir entre Thor y Loki mientras se pelean por ti... Sólo tienes que leer.