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Deje mis maletas en la habitación donde me quedaría por un tiempo. Pensaba en conseguir algún tipo de trabajo para asegurarme de no quedarme sin dinero.

Estaba organizando mi ropa en el placar que se encontraba a lado de mi cama. 

Al tomar una prenda de color negra la imagen de aquella habitación de la cual prisionera fuiste vino a tu mente. Sujetaste con algo de fuerza aquella prenda recordando todo lo malo vivido allí, pero te calmaste al recordar los buenos minutos con Jungkook, a pesar de haber sido poco te dejo satisfecha el hecho que el no sea como los demás.

Guardaste la remera en su respectivo lugar y te tiraste en la cama soltando un suspiro y mirando el techo.

"No debo ponerme mal por recordar el pasado...Tengo que pensar en el futuro..."

Tras descansar un poco te paraste, tomaste tu mochila junto con tu teléfono y otras cosas, te colocaste un cubre bocas y saliste de el departamento caminando hacia un restaurante cerca para poder pedir un puesto y trabajar.

*****

Horas después llegaste a tu departamento cansada. Conseguiste un empleo de me sera el cual te agotó por completo.

Al entrar cerraste la puerta tras ti, no viste la necesidad de prender la luz ya que con las iluminación de la luna que entraba por la ventana era suficiente.

Dejaste tu abrigo en el sillón y tu atención se fijo en tu teléfono el cual sonaba. Contestaste algo insegura.

-Hola...?- dijiste intentando descifrar de quien era aquel numero desconocido.

Comenzaste a tentarse al no recibir respuesta alguna y solo escuchar a alguien ajitado como si estuviera corriendo.

-S-sal de a-ahí!.....- Dijo una voz la cual no dudaste reconocer. Era Jungkook. ¿Estaba en problemas?

-Kook... Pas- Antes de responder alguien por detrás de ti te quito el teléfono alo que reaccionaste alejándote rápidamente de esa zona y volviéndote lentamente para ver de quien se trataba.

-Veo que no aprender nada de lo que te enseño verdad...?- No podías reaccionar. Estabas totalmente paralizada...

-S-su...ga...- las palabras salían de tu boca entrecortadas y bajas como si tuvieras miedo de que algo te hiciera. Pero era verdad. Temías a lo que pase de ahora en adelante.


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