Algo se acerca al Archipiélago Dragón: sombras de demonio creadas en la Trisangre. Al parecer la única que lo ha notado es Génesis.
—¡Grecia, protege a las crías! —ordenó—. Iré por Arthur.
Génesis corrió al interior del castillo buscando ayuda, pero no hay nadie, o no encuentra nada. Preocupada, y con el tiempo encima, actuó por ella misma.
Volvió justo en donde fue atacada por el dragón de arena. En aquel centro para enfrentarse a las sombras.
—No se acerquen al hogar de Haru y sus hijos e hijas —dijo—. En el nombre de Neoma, protegeré estas tierras —cerró los ojos con una sonrisa.
Pegó sus manos sobre su pecho al concentrarse. Alrededor de esa isla, crecieron raíces hasta formar un domo protector, por el cual no pueden atravesar las sombras. La determinación de Génesis fue mucha, que el domo no sólo creció en esa área, sino en varias islas.
La cúspide no eran raíces, sino hojas, flores rosadas del cerezo, formando algo más hermoso que el Árbol de la Vida en el Tellus Mater, Génesis se tornó en el tronco de un inmenso y hermoso árbol nuevo, desconocido, más que vigoroso. Es el Génesis de Ceres.
***
Lowell y Phoenix lograron escapar y escabullirse entre los pasillos, él tuvo que enfrentarse a varios guardias hasta llegar al piso 1, en donde se encontraron a Daryl y Kira después de correr un poco más.
—¡Mamá! —Phoenix corrió hacia Kira y la abrazó.
Kira la abrazó de vuelta, de una manera triste. Phoenix la miró preocupada buscando una respuesta, entonces vio a Lowell arrodillado viendo a Alex, y después lo reverenció.
—¿Qué le pasa a Alex? —preguntó.
Fue estúpido de su parte, pues pudo notar que aquel hombre lleno de dolor que estrecha a Alex es Daryl, su padre, Lowell le había hablado de él. Phoenix se sintió mal a pesar de que Alex la molestaba mucho al igual que a Lowell, sin embargo, la muerte es algo que llega a romper los malos aspectos que vemos en los demás.
Phoenix no quiso acercarse, o seguir viéndolo. Supo que fue muy dolorosa su muerte al ver el gran charco de sangre y las lastimadas en Alex. Automáticamente pensó en Sebastian y en lo mucho que le afectará. Kira sabía que le preguntaría algo similar, por lo que le siseó por silencio al abrazarla.
—Tasukete-nyan-nyan —dijo Lowell.
La puerta secreta por donde entraron se abrió. Él fue el primero en salir. Kira escoltó a Phoenix y los últimos fueron Daryl y Alex. No piensa dejar a su hijo atrás. Lo llevará de vuelta con su familia, le darán un funeral apropiado.
Lowell había invocado a sus ocho clones antes de que los demás salieran. Phoenix se dio cuenta de que hace esa habilidad cada que hay muchos adversarios. Le gusta el hecho de que tenga tanto orejas como cola de zorro, son peculiares ya que son negras, no rojizas. Kira también se puso en guardia con su cetro más alto que ella. Entonces Phoenix dio un paso adelante con valentía, confiada de su poder y ser capaz de usar su habilidad como la reencarnación de Marte.
Los guardias que fueron mandados a buscar en el exterior habían sido emboscados por los dragones de Haru en la parte de enfrente. Ellos están en el santuario por donde entraron, en medio de la arbolada. Comenzaron su caminata precavidos ya que en cualquier momento podrían salir guaridas a atacar.
«Raine y Lou siguen dentro —avisó Noah—. Gracias a Lowell que pudo sacarlos a salvo».
Nadie respondió. Más que nada, quieren guardar respeto por Alex.
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Tales of Gods and Demons
Science FictionEl final de este mundo llegó así como Neoma inició su creación. Es el final inevitable en donde ni la reina diosa se podrá salvar, y los demonios ganarán.