Yo, el Demonio.

Capítulo 52: Imperio en peligro

Meses después... año 780

Planeta Zuquer (Iceberg N° 63)... Borde Limítrofe Imperial...

Narra Iceberg

_ No lo sé, Majestad. _ opina levemente preocupado el General Tarble. _ Puede ser una trampa. _

_ Es posible... pero el comandante Sorbet y su ejército están muy desgastados y débiles para un combate a nuestro nivel. Nuestras armas y poder militar los supera. Aún así, si lo que quiere es verdad... un tratado de paz y unírsenos, debemos aprovechar esta oportunidad. _ le expreso fírmemente, sin torcer mi descisión. _ Aún así, mantenga los ojos bien abiertos, General. _

_ Entendido, Lord Iceberg. _

Durante los dieciseis años de guerra y contienda que tuvo el Imperio, con el remanente del Ejército de Freezer, nunca se ha hablado de negociaciones de paz. Ciertamente, desconfío de esta reunión. Pero si es verdad, lo único que podemos hacer es participar... no sin antes llevar a la Decimocuarta Flota de Asalto, con cinco naves destructoras, con alrededor de más de trescientos Commandantes, dos mil Sargentos, y diez mil soldados. Entre ellos, mi escolta personal, dos Generales Mayores, y yo.

_ Lord Iceberg, localizamos el planeta. Empezaremos el descenso a la señal. _ informa uno de los tripulantes.

_ Proceda. _ le permito.

Inmediatamente, comenzamos el descenso, al planeta rocoso, famoso por las minas de wartek, mineral con el que se fabrican las armas, y los cascos de las naves, y sus depósitos de gas hisu, que sirve como combustible.

Nos dirijimos a las coordenadas ya acordadas del encuentro. Cuatro naves quedan orbitando el planeta, atentos por si alguna discrepancia aparece.

Al llegar veo una nave, similar a las nuestras, que ya aterrizó, con la tripulación cerca de la rampa de entrada. A unos cuantos metros enfrente, se levantó una especie de tienda de campaña, en donde supongo que se realizará la reunión.

Aterrizamos.

_ General Kiyua, quédese en la nave. Vigile y monitoree los alrededores. Esté atento a cualquier suceso. _ le indico.

_ Sí, Majestad. _ asiente.

_ El General Tarble, y mi escolta personal, me acompañaran. Estén todos al pendiente del General. _ les hablo a toda la tripulación.

_ Sí, Lord Iceberg. _

Minutos después...

_ Es un placer tenerlo aquí, Lord Iceberg... _ el comandante Sorbet hace una reverencia, seguido de dos de sus hombres.

_ Vayamos al grano, Comandante. _ las frases terrícolas de Snow, son muy "pegajosas" como diría. Tarble está atento a su alrededor. De brazos cruzados pero en guardia, siempre atendiendo al scouter.

_ Bien... he decidido realizar esta reunión para hablar de algo importante. _ expresa, tocándose mutuamente las puntas de los dedos.

_ Así es: El tratado de paz y su rendición. _ expuse de forma directa, con semblante serio.

_ En realidad... ibamos a tratar de su rendición, y lealtad a Lord Freezer. _ expone con una sonrisa maliciosa.

_ Ajct... _ expreso a mis hombres, que se ponen en pose de combate, y sacan sus espadas u armas cortantes, o simplemente a puño limpio. Los soldados de Sorbet, reaccionan de la misma manera.

_ Yo vine a tratar la paz... no a perder tiempo matándolos por su insolencia. General Tarble, dé la señal. _ le ordeno, cosa que procede a contactar a la nave. _ Además, no voy a jurar lealtad a un muerto. _