Yo, el Demonio.

Capítulo 58: Otro torneo...

Unos meses después...

Planeta de Beerus (Bills) el Destructor...

Narra Snow...

Hace meses que logré contactar al Sr. Whis, y pedirle con suma cortesía y educación su entrenamiento, que tanto anhelaba.

A pesar de no ser un saiyajin con el poder de un Dios, poseo un potencial digno de ser alcanzado, según palabras de Whis.

Tuve que "sobornarlo" con una comida humana... ahí estaba el pequeño detalle: no sé nada de comida humana fabricada, ya que solo consumo fruta.

Por esa razón, tuve que pedir ayuda a Gine para que me preparara un postre, con algunos ingredientes que tuve que aportar.

El postre resultó ser una bocha de helado sabor crema americana (chantilly) y de frutilla (fresa), sobre un trozo de "brownie" de chocolate negro, mientras tenía una cobertura de salsa de frambuesa, con unas moras coronando el postre.

Al presentarselo a Whis, y hacer que lo pruebe... quedó fascinado. Con dinero que tenía guardado (que nunca usé en mi vida), se lo dí a Gine, por el postre, y por otras cien porciones más... en este caso, seis "tortas heladas" con todos los detalles anteriores.

Y por causa de ese "pre-pago", Whis accedió a entrenarme, junto a los saiyajin que ya estaban allí. Durante gran parte de mi tiempo, tuve que realizar tareas domésticas, con tal de pagar mi entrenamiento. Tengo entendido que los otros cuatro también han realizado dichos deberes.

En fin...

Pasaron meses... los saiyajines se encontraban luchando y entrenando, mientras yo meditaba luego de mi sesión de arduo y duro entrenamiento.

De repente, escucho un estruendo a lo lejos en medio del bosque. Dirijo mi mirada al origen. Una columna de humo y polvo, aparecen en mitad del bosque. Los saiyajines ajenos a todo, siguen con su entrenamiento.

Decido dirigirme al origen del estruendo... empiezo a levitar, ocultando mi ki, a la vez que me dirijo allí, con una velocidad mínima si volara normalmente, pero más rápida que si corriera.

Al llegar, me interno en el bosque. Trato de buscar prescencias. Encuentro solo una... es la prescencia de un Dios. Gracias a Whis, aprendí a sentir prescencias divinas.

Al arcercarme más, noto a un personaje, similar al Sr. Beerus, pero gordo; acompañado de una mujer, muy parecida al Sr. Whis.

_ Sr. Champa... _ le habla su acompañante. _ ¿Por qué aterrizamos aquí? _

_ Quiero darle una sorpresa a Beerus. La arruinaría si llegaba a su puerta. _ expresa el dios obeso, al parecer llamado Champa, con una sonrisa maliciosa. _ Andando, Vados. _ ordena.

_ Sr. Champa... _ vuelve a llamar.

_ ¿Ahora qué? _ exclama molesto.

_ Hay alguien espiándonos. _ su acompañante, al parecer llamada Vados, dirije su mirada a mi posición.

Parece ser que tiene un nivel de percepción más alto de lo normal.

_ ¿A donde está? ¡¿Quién anda ahí?! _ exclama el ser morado, buscando con la vista.

No tiene sentido seguir escondido. Salgo ante la vista de los dos, de brazos cruzados y mirada seria.

_ ¿Quién eres tú? _ me pregunta el gato morado.

_ Mi nombre es Snow. ¿Quienes son ustedes? _ me presento educadamente, y les pregunto de forma seria.

_ El Sr. Champa es el Dios destructor del Sexto Universo. _ presenta su acompañante. Miro un poco consternado, aunque no quito mi seria expresión. _ Y yo soy su acompañante, Vados. _ se termina de presentar.