Capítulo 72: Un Demonio del Frío y una Majin

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Cerca del medio día...

Narra Snow

Estuvimos horas contemplando el lago, mientras le contaba mi historia y la de los demás en esta línea temporal. Ella seguía acostada sobre mi brazo. Ella se sorprendía por la inmensa fuerza que había adquirido, a diferencia de mi contraparte futura, desde la aparición del Destructor.

Ahora que reflexiono... me siento un poco mal por haber destruido a Majin Boo en esta línea temporal antes de su despertar. Tal vez hubiese tenido una actitud similar al de Bushina.

Pero eso queda en el pasado...

Le conté sobre mi familia biológica... curioso porque ella nunca supo sobre ellos. Parece ser que mi contraparte evitó ese tema. La verdad... yo también lo hubiese evitado, de no ser que mis padres se arrepintieron y pidieron perdón. Ojalá hubiesemos recuperado el tiempo perdido...

Ella me abraza desde mi lado izquierdo, al oir la escena en que fuí al Infierno por vez segunda, y me reconcilié con mis padres. Yo me mantengo sentado, con la espalda recta, sin inmutarme por su abrazo. Lo único que hago es acariciar su mano izquierda... de esa forma correspondo el gesto.

_ ¿Los extrañas? _ me pregunta mirándome a la cara. Yo la observo por el rabillo del ojo.

_ No mucho. No tuve la infancia que querría con ellos, pero... _ suspiro. _ Me hubiese encantado tener padres como los tienen los hermanos Son. Que hubiese sido una escena similar. _ comento con anhelo de haber querido que fuese así.

_ Aún así, no estás solo, Snow. _ comenta ella dulcemente. Yo sonrío sin desviar mi mirada al lago.

_ Lo sé... desde que encontré a los Son... mi vida ha estado colmada de bendiciones. Los quiero a todos, aunque no lo demuestre demasiado. _ contesto a su afirmación.

_ Y yo... ¿soy una bendición para tí? _ me cuestiona con un leve brillo en los ojos y una sonrisa. Hay un leve pausa.

_ A las personas que he demostrado mis sentimientos... las puedo contar con los dedos de esta mano... _ expreso seriamente, levantando la mano derecha. _ Y tú eres una de ellas... _ la miro a los ojos, sin quitar mi serio semblante. Ella mantiene su mirada. _ Te digo la verdad... tú eres la primera que estaría a la par conmigo. Y sinceramente, tu presencia me reconforta... me tranquiliza. A pesar de que no te conozca mucho... quiero tener la oportunidad de hacerlo. Algo has hecho para cambiar a mi yo del futuro... y... quiero... descubrirlo. _ concluyo mi respuesta. Su cara está muy cerca a la mía... no me percaté que me acercaba mas a ella mientras acababa la oración.

Escucho un rugido... la sangre sube a sus mejillas.

_ Debes de tener hambre. Ven... _ me levanto, y le ofrezco la mano para que realice la misma acción. Ella toma mi mano, y se incorpora.

Ambos levantamos el vuelo, y nos dirigimos a mi pequeña plantación.

Momentos después...

Narra Bushina

_ Lo siento por no tener dulces. Pero lo que tengo, te lo ofrezco. _ expresa él levemente apenado por no tener los dulces que me encantan.

Observaba la huerta frutal que tenía en sus dominios. Me ofrecía moras, frutillas, uvas, cerezas... en fin, todas las frutas que él consideraba las más dulces. Me siento en el suelo, sobre una manta que había creado con su ki. Me da los frutos en la mano para que yo las probara...

Ya había probado antes... ¡y son igual de deliciosas! Me las como todas en cuestión de segundos. Él se retira, y vuelve con un tazón lleno de moras, frutillas, cerezas, y arándanos.

Yo, el Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora