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El oficial de policía empezó a hacer algunas preguntas. La mayoría las contestaba la chica. Aún se le podía ver nerviosa y asustada, sus padres ya estaban en el lugar. Hasta mi padre estaba aquí también ya que se le fue informado acerca de lo sucedido.
-Cuéntenos Andrea, ¿donde vio al hombre por primera vez? -. El oficial estaba anotando las respuestas de la chica en una libreta.
-Yo....estaba con mis amigos hablando, volví a ver por un instante al bosque y vi a un hombre que parecía estar herido, estaba agachado contra un árbol y se sostenía el estómago así que me acerqué para ver qué le sucedió y cuando estuve lo suficientemente cerca el hombre sacó una daga y me tapó la boca, yo estaba tratando de escapar y gritar pero no podía, entonces me empezó a llevar más profundo en el bosque y luego me llevó por la carretera. Ahí fue cuando ella -dijo señalando hacia mi-llegó y lo atacó así yo me pude escapar y pedir ayuda.

El oficial compartió unas cuantas palabras con mi padre y luego le volvió a preguntar.
-¿Recuerda usted algo acerca del hombre? Alguna característica física que nos pueda servir de ayuda.
-No recuerdo mucho, estaba muy oscuro pero por su voz era alguien mayor, delgado y un poco alto no mucho, iba vestido de negro y usaba un pasamontañas. Recuerdo verle un corte en la mano izquierda, no muy reciente.

La chica siguió dando más explicaciones a los agentes, estos quedaron en investigar a varios de los asaltantes comunes del pueblo para verificar similitudes con lo que la joven describe.
Mi padre se acercó a mí junto con el oficial Martinez.
Ambos me felicitaron por la valentía al ayudar a la chica. Y me hicieron algunas preguntas también.
-¿Sabe en qué dirección se fue el hombre?
-No sabría decirle oficial, cuando me di la vuelta para detener al auto que iba por la carretera cuando el sujeto escapó, me imagino que aún debe estar por el bosque.

Se que hice mal en no comentar que le había visto el rostro, pero antes necesitaba averiguar un par de cosas más, y con el hombre en la cárcel no podría hacerlo.

Cuando volví a donde había dejado a Max él estaba hablando con un señor de mediana edad. Me acerqué en silencio para no interrumpir la conversación, pero tenía que agradecerle a Max por la ayuda.

Me hizo una señal para que me acerque a ellos, así que lo hice.

-Max, te quería agradecer por tu ayuda, no sé qué estaría haciendo si no te hubieras aparecido de nuevo.

-No es nada, se vuelve muy interesante cada vez que te encuentro-. Él me miró sonriendo.
-Espero que la próxima vez que te vea no me encuentre en algún altercado -. Algo en Max me inspiraba confianza, quizá también era su actitud relajada y su eterna sonrisa. Pero también sabía que algo no me había contado sobre él.

Mi padre se acercó a nosotros, saludó a Max e intercambiaron varias palabras entre ellos, creo que ya lo conocía.
Me dijo que nos teníamos que ir, que mi madre estaba muy preocupada por mi.
Me despedí de Max y le agradecí una vez más.
-¡Meredith! -. Gritó a mis espaldas cuando ya me había alejado un poco.
Caminé de vuelta hacia él.
-¿Me das tu número de celular? Es por si sucede algo se nuevo y yo quizá esté cerca -. Pasó una mano por detrás de su cuello nervioso.
Solté una pequeña risa, y le anoté mi número.
-Nos vemos, Max -. Corrí de vuelta hacia donde mi padre y salimos en busca del auto. Mi padre le dijo al oficial Martinez que se llevara el auto de la comisaría. Él se iría conmigo de vuelta a casa.

Cuanso nos subimos al auto empecé a hacerle algunas preguntas a mi padre.
-¿Cómo conoces a Max, papá?.
-La verdad Mere, es que lo conozco desde que estaba pequeño, él se fue hace un tiempo y ahora ha vuelto a vivir con una de sus tías-. Recordé que Max no me había dicho por qué se había ido.
-¿Por qué se fueron él y su familia?
-Él no se fue con su familia, Meredith. ¿Recuerdas lo que hablamos en la mañana? Acerca de la familia Herrera.
-Si....... -. Algo me decía que lo siguiente no me lo iba a esperar.
-Pues esa era su familia.

Ahora entendía por qué cuando lo conocí me habló de vengarse del responsable de acabar con su felicidad.
Yo perdí a mi hermano por un accidente. Pero perder a toda tu familia por un degenerado que solo quería hacer daño creo que es algo mucho peor. Más para un niño pequeño.
También comprendí por qué se fue.

No le hice más preguntas, sabía que también estaba pensando en lo sucedido de hoy y era algo muy importante. Pensé en contarle lo que vi, pero no hoy.

Cuando cruzamos la puerta de la casa todo el ambiente cambió por completo, mi madre salió a recibirnos y a hacernos preguntas.
Casi me vuelve loca, me premiaba por ayudar a la chica y también me regañaba por arriesgarme.
Después de hablar un poco con ellos subí a mi habitación, quería descansar, ya era muy tarde, quizá casi media noche.
Puse mi celular a cargar en la mesa de noche, no lo voy a desbloquear por hoy.
Quité mi chaqueta y la pude sobre una silla, me senté en mi cama y saqué los tenis fuera de mis pies, metí mi mano en el bolsillo de mis jeans y lo saqué. Mi mano estaba hecha un puño y pude sentir las lágrimas bajar por mi rostro. Estaba cansada, quería que todo volviera a la normalidad, quería que mi hermano estuviera aquí, quizá así no me sentiría tan vacía, tan sola. Podía tener muchos amigos y sentirme muy bien con ellos, pero no es lo mismo. Necesitaba a Isaac, necesitaba que estuviera conmigo. Nunca nadie iba a llenar ese espacio.
Abrí mis ojos, que sin darme cuenta los tenía cerrados con mucha fuerza. Abrí mi mano y lo miré, el dije estaba ahí, en medio de la palma de mi mano, brillando más que nunca.
Salí de mi habitación y caminé silenciosamente hacia la puerta que estaba frente a este, la abrí y di un paso dentro. El lugar estaba en completo silencio, la bombilla no encendía, caminé y me acosté en la cama, abracé ambas almohadas y me quedé dormida, muchos sueños vinieron a mi mente el resto de la noche, entre ellos uno en particular.

"Corría detrás de él, las raíces de los árboles hacía que yo tropezar a varias veces, pero no él, él era lo suficientemente fuerte como para que eso fuera un obstáculo, siempre me lo estaba repitiendo, me decía que el me iba a cuidar siempre y que peleará por mi las veces que sea necesario.
Nuestros padres venían detrás de nosotros, diciendo que tuviéramos cuidado con no resbalar
Nos detuvimos al borde del acantilado, el rodeó mis hombros y me dio un abrazo" .

* * * *
¡Dos capítulos en un día!
🌟Nos leemos pronto 🌟

Obsesión Carmesí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora