Obsesión Carmesí ©

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Cuando el juicio terminó, se declaró culpable a Hector Sánchez por el asesinato de tres personas en el año 2002, y siete asesinatos durante el segundo semestre del año 2018. Las huellas encontradas en algunas de las víctimas eran de él.
También se culpó a Nicolas Castillo de asesinato por la muerte de Aldo.
Hector se volvió técnicamente loco en el juicio, comenzó a decir cosas sin sentido y a reírse de una forma muy psicótica. Fue trasladado de manera inmediata a una celda restringida de seguridad.
El juez leyó una parte de un dictamen médico que se le realizó a Hector donde le encontraron varios problemas mentales a los que se le atribuía el por qué de los asesinatos cometidos y su obsesión hacia la familia de Max.
Le detectaron demencia y bipolaridad. El juez pidió que le encierren en una cárcel bajo cuidados médicos.

Al ser tantos los cargos de asesinato que cometió se le declaró pena de muerte. Al juez le pareció que era lo debido.
Así que en menos de un mes Hector estaría pagando los crímenes que cometió.

Finalmente la paz volvía a Greenville, los pobladores podrán estar tranquilos durante un tiempo, mientras todo esté en calma, nunca se sabe que deparará el futuro.

O al menos eso es lo que creía, hasta que el jueves al ser las cuatro de la mañana mi madre me despertó para que bajara a ver lo que había sucedido, el canal nacional estaba transmitiendo en vivo lo que unos jóvenes encontraron en una casa cerca de Greenville.

Por la fachada de la casa que se podía ver al fondo del reportaje reconocí que era la casa de los padres de Max.

¿Pero que más podía haber sucedido en ese lugar?
Era como una especie de amuleto de la mala suerte. Todo siempre estaba vinculado a esa casa.

Con atención escuché lo que la reportera de las noticias estaba diciendo:

"Hace dos horas hemos interrumpido la programación habitual para informar sobre el hallazgo de un cuerpo masculino no identificado, aún no han reconocido el rostro, pero al parecer es un joven, por la edad que aparenta. Fue hallado por unos jóvenes que ingresaron a la casa, por lo que comentó uno de los testigos, él tropezó con el cuerpo que se encontraba en el suelo de la habitación principal... "

Según lo que decía en los noticieros encontraron un cuerpo el cuál estaba entrando en estado de descomposición, ya que al parecer fue asesinado dentro de la antigua casa de la familia de Max.

Mis padres estaban frente a la televisión, mi madre miraba atenta las imágenes que presentaban en la pantalla mientras que por otro lado mi padre mantenía su celular en la mano hablando con un agente de la delegación, ellos ya tenían a un forense revisando el cuerpo. Encontraron algunas cosas que funcionaban a los oficiales para determinar la identidad de la persona dentro de una mochila que el chico tenía puesta cuando lo hallaron, según uno de los criminólogos todo apunta a que el cuerpo fue turturado, por lo que el rostro está totalmente desfigurado.

Estaba tan ensimismada en las palabras de la reportera que ignoré por completo la conversación que estaba teniendo mi padre.

-¿Están seguros de que pueda ser él?. - El jefe Loría le preguntó a la persona que estaba al otro lado de la línea. -Entiendo, le diré. Es lamentable lo sucedido. Me comunicaré contigo en un rato.

Mi padre colgó la llamada y se acercó a nosotras, pude ver una pizca de tristeza en su rostro.

-Hablé con Rodrigo, me dice que es probable que...-pasó sus manos sobre el rostro de manera desesperada. -que el chico que encontraron muerto sea Nicolas.

Sentí como si mi cuerpo fuera sumergido bruscamente en una poza de agua helada. Llevé las manos a mi boca ahogando un jadeo de sorpresa.
No podía ser cierto. Si bien Nicolas nos hizo mucho daño tampoco podía ignorar el hecho de que fue mi mejor amigo. En otra ocasión estuviese llorando de manera exagerada, quizá hubiere salido en su busca para asegurarme que nada malo le había sucedido. Pero no era así, ya no. Sentí mi pecho contraerse por un sentimiento de tristeza que recorrió mi cuerpo de pies a cabeza. Mas sabía que ese era su merecido por todas las cosas malas que había hecho.