Capítulo 2

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Me gustaba dormir, era como poder morirme unas horas, sin saber nada del mundo, ni el dolor que me causaban.

No me gusta llorar, pero aveces no puedo evitarlo.

De cierta manera me libera.

Pero nada puede liberarme del infierno en el que vivo, nadie.

Nadie se da cuenta del infierno que paso día tras día.

Grito en silencio pidiendo ayuda.

Pero nadie me escucha.

Y aquí estoy, llorando en un rincón nuevamente.

-¡La cerda está llorando! ¡Pobrecita!-grita Samantha, si, me sigue haciendo la vida un infierno.

-Ésta gorda no aguanta nada-ríe Tomás.

-Dejenme-pido con la voz estrangulada.

-No lo haremos, porque tu eres nuestra cerdita con la cual nos divertimos-ríen todos.

Llevo mis piernas a mi pecho y sollozo con intensidad.

Estoy llena de algo viscoso, supongo es lodo, pero no lo quiero averiguar.

Mi cabello rubio está de color marrón.

《No aguanto》

Sollozo con más fuerza.

Siempre es igual, ellos me hacen bromas, me insultan, golpean y nadie se da cuenta.

¡¿Por qué tengo que ser invisible?!

Nadie sabe como es...

Nadie sabe el sufrimiento que vivo día tras día.

Noto como toman mi cabello y tiran del el.

Chillo pero no hago nada para detenerlo.

Siento como cabellos caen a mis costados, no hago nada, me irá peor si intento detenerlo.

Tengo miedo.

-Ahora si eres una cerda-dice Samantha con burla y sollozo y tocó mi cabello.

Todos se van, me acurruco en mi rincón contra la pared blanca y grito de dolor.

Las costillas me duelen horrible, me golpearon bestialmente.

Me sostengo de la pared con cuidado de no caer.

Cuando logro ponerme de pie todo mi mochila y camino lentamente mientras me sujeto de las paredes para poder llegar a la puerta de la salida.

Cuando logro estar afuera noto que no hay nadie.

Suspiro y sigo mi camino a paso lento por el dolor hacia mi casa.

Cuando logro llegar a mi hogar tomo las llaves de la puerta y entró.

-¿Y tú? ¿Por qué vienes así?-pregunta mi hermana.

《Si alguien se entera te irá peor》

-Nada, sólo me caí en un charco de lodo-digo apenas y ella me mira dudando.

Camino hasta las escaleras y subo a mi cuarto.

Al llegar tiro mi mochila al suelo y me dirijo con cuidado al baño.

Me saco mi ropa sucia y la tiro a la basura, nada sirve.

Entro con cuidado a la bañera y me dejo sumergir por el agua.

Ésta misma relaja todos mis músculos y sollozo.

Siempre es lo mismo.

Por más que refriegue y refriegue, las marcas de mi cuerpo no se irán.

Grito y lloro de dolor.

El dolor por dentro es aún más fuerte que el físico.

Por dentro ya he muerto.

Sólo quiero que todo esto acabe de una buena vez.

Estoy unas horas en la tina y cuando siento mi piel arrugada, salgo.

Voy a mi cuarto y me coloco mi ropa para dormir.

Me miro al espejo de cuerpo entero y me asusto.

Hay un moretón del tamaño de mi cabeza en donde se encuentran mis costillas.

Está de color violeta, tirando a un todo negro.

Cierto mis ojos del dolor y bajomi remera.

Voy hacia mi cama y hago un lado las frazadas y me recuesto con cuidado de no dañarme aún más.

Pero es ilógico, no puedo dañarme aún más de lo que estoy.

Cierro mis ojos con fuerza y suelto algunas lágrimas silenciosas antes de caer rendida en un sueño profundo.

Bullying |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora