Bullying |Terminada|

Capítulo 15

No quiero ayuda de nadie, pero por más que intento, no puedo dejar de pensar en ti.

-Te buscan-habla mamá y la ignoro.

Escucho como cierran la puerta y unos pasos contra el piso.

-Te dije que no lloraras-dice en media forma de burla.

Levanto la cabeza del colchón y corro hacia él.

Se tambalea por el impacto pero me abraza fuertemente.

《Gorda, casi lo tiras》

Lloro en su hombro y me consuela.

-No me gusta llorar-digo con mi voz amortiguada por su hombro.

-Aveces llorar nos libera, cariño-toca mi cabello y cierro mis ojos con gusto por la calidez.

-¿Por qué siempre es tan difícil y complicado para mi?-pregunto como una niña.

-Porque las personas más buenas son las que más sufren para que en un futuro sean muy fuertes-asegura.

-No creo ser fuerte-me alejo un poco de él.

Me toma de las mejillas y acerca su nariz a la mía.

-Eres aún más fuerte de lo que pareces-susurra y siento como su aliento choca contra el mío.

Cierro mis ojos con nerviosismo.

Siento ai respiración más cerca.

Entonces sus labios son posados arriba de los míos.

Me besa, me está besando de la manera más inocente y pura que pueda existir.

Mis palmas de las manos se colocan en su pecho.

Se aleja.

Baja su cabeza-No debí hacer eso, lo lamento-se disculpa y empieza a caminar hacia la puerta.

-¿Por qué?-pregunto aún aturdida-¿por qué te vas?

-No debí besarte, no quiero nada serio contigo, sólo no debí-dice cortante.

Siento como mi pecho duele con sus palabras.

《No te quiere por gorda, por ser una gorda vaca obesa》

-Vete-digo con un nudo en mi garganta-¡Que te vayas!-grito y llevo mis manos a mi cabeza-¡no te quiero ver! ¡Vete!-grito y corro al baño.

Cierro con seguro y me arrodilló contra el inodoro.

Introduzco dos dedos en mi garganta y devuelvo lo poco y nada que he ingerido a mi organismo.

Me siento en el piso y apoyo mi espalda en la pared.

-Ya no quiero vivir así, ¡Odio esto! ¡Odio todo! ¡Odio el día en que nací!-sollozo y tiro de mis cabellos.

Apoyo mi cabeza en la puerta.

-No quiero vivir, ya no-digo en un susurro ahogado.

-Abreme-Escucho del otro lado de la puerta.

Niego aunque se que no puede verme.

-¡Te dije que te fueras!-grito y mi garganta arde.

Unos minutos más en silencio y escucho como la puerta de mi cuarto es cerrada.

Me paro débilmente y me acerco al lavabo, tomo una cuchilla y la acerco a mi muñeca.

-No quiero vivir así, no de ésta forma-repito en un susurro y siento como la sangre sale en hileras pequeñas.

Suspiro y cierro mis ojos.

Me siento en el suelo y poco a poco el sueño se va apoderando de mi.