Bullying |Terminada|

Capítulo 16

Aveces es tarde para arrepentirse.

Samuel

¡No debí haberle dicho eso!

¡Maldita sea! ¡La escuché desde la puerta!

Pero es que no se puede enamorar de mi... No puede.

Salgo de su casa con un mal presentimiento.

Se que me voy a arrepentir al irme pero no puedo quedarme.

La he cagado a fondo.

Luego de unas horas...

Mi teléfono no ha parado de sonar, he tratado de concentrarme en mi libro, pero no puedo.

Llamada.

-¿Hola?-pregunto confundido.

-¿Es familiar de la señorita Golden?-pregunta y mi preocupación se suma a mil.

-Si, es una amiga mía-aseguro.

-¿Se podría acercar al hospital de la ciudad?-pregunta.

-¿Qué le sucedió?-pregunto con miedo.

-Es algo muy grave, joven, no creo poder decírselo por teléfono-asiento aunque no puede verme.

-En unos minutos estoy ahí-aseguro.

Fin de la llamada.

Salgo casi corriendo de mi casa hacia el hospital.

《La has cagado a fondo y lo sabes》

Cierro mis ojos con fuerza y manejo a una velocidad muy alta.

Al llegar me bajo corriendo.

-¿La paciente Golden?-pregunto con apuro a la recepcionista.

-Habitación 156-dice de manera monótona y subo al ascensor.

Al bajar de este corro apresuradamente a su habitación.

Me choco con una doctora de la mediana edad.

-¿Qué le pasó?-pregunto y me mira con lástima.

Imagino lo peor.

-Intentó suicidarse-responde y siento mis piernas flaquear.

-¿Qué?-pregunto anonado.

《¡No lo valgo! ¡Yo no valgo su vida!》

-¿Puedo verla?-pregunto y asiente.

Se hace a un lado y me deja pasar.

Al entrar me encuentro con su cuerpo rodeado de tubos y sus muñecas vendadas.

Me acerco despacio y siento como todo poco a poco dé va desmoronando.

La siento moverse y me choco con su mirada fría.

-Te dije que te fueras-dice cortante.

-No lo voy a hacer, me necesitas-aseguro.

-Ese es el peor error que cometemos los humanos, acostumbrarnos a alguien, encariñarnos, depender de alguien, necesitar ese alguien para no caer en un abismo-mira el techo-no quiero eso para mi, no quiero depender de ti, no quiero necesitarte cuando se que algún día no estarás, no quiero-sus ojos dé encuentran lagrimosos.

-Cariño-susurro y me lanzo a sus brazos.

Se resiste unos segundos pero luego me acepta.

-Estoy tan rota-solloza en mi pecho.

-Siempre podemos crear algo nuevo con esas piezas-digo de modo alentador.

-Las mías ya no sirven, no tienen arreglo-susurra y suelta nuevas lágrimas.

-Lo siento tanto, cariño, lo lamento mucho, no debí decirte eso-me sincero y me mira con sus ojos rojos.

-¿Por qué lo hiciste?-pregunta en un susurro.