Chapter Eight

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Celebrar los momentos y fechas que nos regalan y regresan gratos recuerdos, nos brindan distraernos y olvidarnos de la rutina diaria, nos quitamos cargas que traemos y las dejamos de lado por unas horas para ser felices unas cuantas horas y al final del dia quedarnos con esos nuevos recuerdos. Los eventos que vivimos con mucha alegría, son los que a pesar del paso de los años, nunca se van, siempre están ahi en el alma, dándonos un poco de paz en medio de los que este aconteciendo en ese momento. Son recuerdos vivos que nunca se van a olvidar.

Ese dia Damon había despertado de buenas, en primera era sábado y eso significaba que no trabajaba ese dia, la segunda razón era que hoy haría la fiesta de James de cumpleaños. Ya lo tenía todo preparado con Erick y Sam. Los papás de Ben llevarían a su nieto al cine, ese tiempo lo usarían para decorar su casa y todo lo que conllevaba hacer una fiesta infantil.

-James es hora de levantarse - su hijo gruñó pegándose más y acurrucados en su padre, no era justo según la lógica infantil despertar antes de mediodía - recuerda que los abuelos vendrán por ti para ver una película.

-tienes razón papi, pero solo déjame dormir cinco minutos más quieres - el castaño se quedo viendo a su hijo, mirando las facciones relajadas del niño, inevitablemente se estaba pareciendo mucho a Ben, lo tenía en los genes después de todo -deja de mirarme, me siento incomodo.

-los siento James, es que al parecer tienes algo en la nariz - invento tocándole la nariz con sus dedos - me iré levantando, para arreglar tu ropa.

El niño asintió tomando las cobijas y tapándose hasta la cabeza, Damon abandonó la cama estirándose un poco, se dirigió al gran armario que tenía y tomó el conjunto de ropa nueva que usaría James y lo llevo al baño.

Bajo a la cocina a tomar un poco de agua como en todas la mañanas era costumbre y volvió a subir, tenia que despertar a es niño ya. Su hijo renegó y pataleo para no levantarse de la cama, hasta que su padre le hizo cosquillas y tuvo que huir corriendo y cerrando la puerta del baño. Damon conocía bastante a su hijo.

El castaño se dedicó por mientras a preparar algunas cosas pequeñas estando al pendiente de cuando su hijo saliera de asearse, no quería que por ninguna razón descubriera algo y se echara a perder su fiesta y la emoción.

Después de un rato de estar ocupado en los quehaceres, subió escuchando ruido y la voz del niño tararear una canción infantil. El castaño entró en la habitación viendo a James peinarse, desde donde estaba podía oler el perfume que su esposo usaba y del que se había adueñado su hijo .

-oye deberías de ponerte un poquito menos de loción, puedo sentirla a kilómetros de aquí - el niño sonrió pasándose el peine por su pelo perfeccionando su peinado - vamos a darte de desayunar, ya casi llegan por ti.

-perfecto, ya termine - James se miró en el espejo y camino a la cama hasta recoger su chaqueta - ¿Por qué no nos acompañas papi?

-no puedo James, estaré algo ocupado, pero tal vez mañana que es tu cumpleaños te llevo a alguna parte - un pretexto de improviso, Damon se arregló un mechón rebelde que se le iba a la frente - hoy estaré en casa con tio Sam.

-bueno igual te voy a extrañar en el cine - los 2 bajaron dirigiéndose al comedor, el mayor le sirvió unos panqueques que ya tenia hechos - esto se ve rico ¿me pasas el maple por favor?

Damon le pasó el frasco y vio cómo el niño embarraba casi en demasía, su hijo era fanático del dulce. Su hermano apareció con pijama y con el pelo apuntando a todos lados como de costumbre, paso a un lado de Damon sirviéndose una taza de café y tomando un sorbo suspirando de alivio, tanto él como su hermanos tenían cierta adicción a la cafeína.

1000 Formas De AmarWhere stories live. Discover now