El ambiente que nos rodea tiene que estar en equilibrio para nosotros poder andar por él como si fuera miel sobre hojuelas. Es imposible pasar desapercibido en un mundo donde se tiene que convivir con distintos tipos de personas a las que hay que agradar bien, algo que en realidad es imposible. La razón de esto es que hay diferentes formas de pensamiento, el punto de todo esto es que polos iguales se chocan y los opuestos se atraen entablando relaciones que se pueden tornar a largo plazo, esa es la idea. Mantener el equilibrio y mantener un buen ambiente.
La ciudad estaba en pleno mediodía y la gente estaba de un lado a otro por diferentes razones, trabajo, ocio, entre otras razones que puedan ocupar la vida de los habitantes. Damon estaba ocupado viendo a cierto nuevo integrante de la familia que corría por toda la casa en busca de no ser alcanzado.
-¡ven aquí Max! - uno de los pequeños grandes problemas, era que al cachorro le gustaba jugar con ciertas cosas indispensables del hogar - es el quinto rollo de papel que destrozas, no es justo para mi economía.
Después de pasados unos cuantos minutos el perro peludo de baja estatura, se vio acorralado en una esquina, soltó el papel higiénico o lo que daba de él, al suelo. El castaño vio como su mascota lo miraba y movía la cabeza de un lado a otro con aquella mirada que solo un cachorro podía hacer.
-tienes que aprender que el papel de baño no es para morderlo y divertirse con él - el husky hizo un sonido ladrando cómicamente y moviendo de nueva cuenta la cabeza - espero sea el último Max.
-ya déjalo papá, él sabe que hizo mal ¿verdad? - James se acercó al cachorro tomándolo entre sus brazos y alzando, el perro ladro dándole la razón al niño - esta bien amigo, asunto arreglado.
Damon vio cómo su hijo salía con el perro de la sala y suspiro levantando el papel hecho tiras, se dirigió al baño del primer piso para tirarlo en el bote de basura. Las vacaciones habían comenzado apenas, el problema era que estar en su casa no era una opción viable para pasar de tiempo completo.
Regularmente salía de la ciudad en familia, pero con la situación como estaba no se le apetecia salir, no creía estar preparado. Sam le insistió un poco en salir tan siquiera a la playa local que quedaba a media hora desde donde se encontraban. Ya 10 meses habían pasado de todo aquello, pero sentía que todavía no era tiempo, un duelo se llevaba en el corazon y mas cuando se trataba de su pilar.
-¿papi puedo ir al parque con mi amigos un rato? - su hijo entró a la habitación que compartía con su padre, Damon levantó la cabeza para interrumpir la lectura - es que estar todo el dia en casa me aburre un poco, sirve y saco a pasear a Max.
-te dejaría solo con una condición - es castaño se quitó los lentes que tenía para leer, el niño asintió poniendo atención - que tio Sam te acompañe.
-pero él llegara mas tarde y mis amigos se irán - James cruzó los brazos, no estaba de acuerdo con que su tío lo acompañara, ya que tendría que esperar más tiempo - en ese caso deberías acompañarme mejor tu.
-no tengo muchas ganas de salir hoy James, tal vez otro dia - el niño se enfadó y se acercó a su padre - yo se cuidarme solo, ya tengo 8 años.
-cariño no es eso, tambien tiene muy poco la operación, te podrás ver y sentir perfecto, pero tu cuerpo aun se esta acostumbrando - el mayor le tocó la nariz a James causándole hacer un mohín - tu herida todavía no termina de cicatrizar del todo y debes tener cuidado.
-no he sentido dolor en mucho tiempo, ni siquiera una molestia - Damon le miró serio alzando una ceja, su hijo alzó los hombros sintiéndose sin más argumentos - ándale di que sí, aparte Max también quiere.
-ese cachorro no me tiene tan contento, ha destrozado 5 rollos de papel en 2 días james, tenemos que educar a ese perro - hablando del rey de Roma, entró a la habitación con un calcetín de James en el hocico - y al parecer tambien agarro la mania de tomar tu calcetas como entretenimiento.