Siempre hay que estar atentos a todo, a veces el destino te puede golpear con alguna nueva travesía escabrosa de la que uno no está preparado. Abriendo o recordando viejas heridas que son las que menos queremos volver a tocar o tratar para volver a cerrarse. El miedo a saber que puede pasar absolutamente lo mismo que en el pasado es inevitable. Todo es cuestión de fe y tener la convicción de que todo puede ser diferente, tener una mente positiva.
El tiempo pasaba volando sin esperar a nadie, ese día había llegado para el hermano menor de la familia Bradshaw, aquel en el que partiría dejando a su familia triste. Aunque no se notara a el también le había dolido la muerte de su cuñado, pero por no querer ver sufrir a su hermano y sobrino, contagiarlos con más tristeza tuvo que tomar fuerzas para no quebrarse.
Eran las 6 de la mañana y Sam se despertaba, tenía todo listo, ese mismo día se iba en la noche, suspiro mirando el amanecer pidiendo algún indicio para no hacer sufrir a su hermano con su partida. Se arregló para salir a desayunar y hablarle a sus padres, quienes estaban al tanto de todo.
-si bueno - Escucho como descolgaba el teléfono del otro lado - ¿eres tu mama?
-claro hijo soy yo tu madre ¿pasa algo? - Sam pensó en que decir, sus padres callaron todo a espaldas de Damon, ellos más que nadie sabían sus razones, al igual que Erick - aqui todo esta listo hijo.
-si mas tarde ire por eso, solo que nose como decirle a Damon sobre esto - verificó que la puerta de la habitación estuviera cerrada, no quería que esa conversación fuera escuchada y todo se regara como pólvora - se que le afectara de alguna manera u otra y eso es lo que me da miedo.
-bueno sera difícil ahora, pero el debe entender que ya no eres un niño y que esta es decision tuya - su madre siempre sabia que decirle en momentos como ese - anda relájate aquí te esperamos mas tarde corazón.
Nos vemos mama, te quiero - Sam colgó la llamada y salió del cuarto encontrándose con Damon quien estaba algo apurado como siempre en las mañanas - al parecer te quedaste dormido.
-no para nada, solo alguien se tardó demás en el baño y a Max se le ocurrió que era buena idea jugar con mi portafolios - su hermano metía sus papeles y material de trabajo en una mochila extra que tenía por ahí arrumbada, algún dia le tenia que dar un buen uso - ¡James es hora de irnos tienes campamento!
-¡voy papa ya casi termino! - su sobrino salió arreglándose el pequeño saco bordado que le dio su madre por su cumpleaños -ya estoy listo.
-nos vemos mas tarde en la casa de mama Sam - su hermano le dio un beso en la mejilla y le revolvió el pelo - ¡te quiero!
-yo tambien los quiero mucho ¡se van con cuidado! - escucho como cerraban la puerta principal y un motor se incendia alejándose al momento, el joven se quedó mirando el pasillo - manos a la obra.
Salió de la casa de su hermano, yendo directamente a un sitio en especial, la barbería, tendría que dejar su estilo habitual por el que le pedían obligatorio en la milicia para poder irse, era eso o despedirse por completo de su cabellera.
Damon iba de camino a al trabajo de Erick, en primera porque iba por el mayor y en segunda para llevar a Max a un chequeo de rutina. Su hijo iba contándole algo a Lucy sobre una serie infantil que veían cada que el castaño se llevaba a la niña a su casa. Se estaciono justo enfrente.
-niños hemos llegado - váyanse adelantando - solo escucho como abrían y lo dejaban solo o esa creía él a sentir la mirada de más sobre de él - Ven vamos a dar un pequeño paseo.
El husky se dejó hacer entre las manos del castaño, ese perro sabía que le tocaba vacuna, por lo que siempre trataba de ser lo menos huraño y mejor portado con el mayor. Cosa que nunca funcionaba, ya que siempre terminaba mirándole haciendo un puchero perruno mientras le inyectaban.