Chapter twelve

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Toda acción tiene consecuencias, filosofía pura que nos viene acompañando desde el principio de los tiempos. La pregunta que siempre nos hacemos después es ¿Qué sigue?, la reacciones pueden ser tanto de gran desconcierto o escándalo, pasarlo de los más normal y sin sentido. Es cuando nos damos cuenta que algo diferente nos está pasando y nos lleva a tomar decisiones impulsivas, incluso llegamos a desconocer esa parte que no habíamos desarrollado o era indiferente a nosotros. Solo tenemos que tratar de comprender porque cometemos estas acciones y aprender a aceptarlas por la simple razón que forman parte de nosotros.

El día amanecía soleado iluminando todo a su paso, un dia de domingo donde todo el mundo está en tranquila paz. En cierta parte de la ciudad en una casa, donde todo estaba en silencio mientras se escuchaban 2 respiraciones tranquilas rodeados de ropa tirada sobre el piso y una cama revuelta.

Había 2 personas desnudas y entrelazadas pareciendo uno solo, sobre las sábanas respirado quedamente. Ajenos a toda la actividad del exterior. Dormían tan plácidamente que las horas pasaban casi a mediodía y ellos se encontraban todavía con los ojos cerrado y más revueltos todavía.

Cierto castaño abría los ojos desorientado y tocando la cara almohada que tenia y se movía al compas de una respiración. Se enderezó de pronto en la cama recordando la locura que había hecho anoche, volteo mirando a Erick a un lado desperezándose con las manos en su rostro.

-¿que rayos paso? Esto no puede estar pasando - volvió a voltear en dirección del hombre, tapándose un poco más con las sábanas, sentía un poco de resaca y su cabeza dolía un poco - tuvimos sexo.

-Damon cálmate todo está bien - el castaño vio como el otro lo alcanzaba, sintiendo remordimiento al ver la situación - no pasó nada malo.

-¡Tuvimos sexo! ¿Eso no significa nada para ti? - el otro asintió comprendiendo la reacción de Damon y tomándolo de los hombros frotándole - esto no debió pasar, me siento tan mal.

-no por favor, no te mortifiques, quieras o no, ya no hay marcha atrás - el mayor miro al castaño largo tiempo mientras pensaba en muchas cosas - debemos hablar.

-ocupo un baño - Erick suspiro y bajó la vista un momento, mientras alzaba la mano y le señalaba una puerta, Damon se paro rápidamente tomando una de las sabanas y llevándosela con él mientras recogía su ropa tirada en el suelo - necesito un baño de agua muy fría.

-adelante todo tuyo.- el mayor vio como el otro entraba al sanitario, debía darle su espacio, pasado el tiempo sonrió un poco, esa experiencia había sido demasiado buena, no había comparación, lo único que le frustraba era Damon - creo que es hora de sincerarme con él.

Se paró yendo directamente a su armario y separando 2 cambios de ropa, por nada del mundo dejaría que el castaño se pusiera la misma ropa que se encontraba mal oliente de ayer. Espero pacientemente hasta que escucho que cerraban la llave de la regadera y se escuchaba que abrían la puerta corrediza. Erick se acercó y pensando un poco toco la puerta.

-abre aquí tienes ropa nueva, te la puedes poner mientras la tuya se lava - escucho pasos acercarse y abrir la puerta, encontrando a un Damon con el cabello mojado - ten toda tuya.

-gracias te tomare la palabra - con le paso la ropa que tenia doblada y tomo la que era de Damon que olía un poco sudor y alcohol - no tardó en salir.

-no te preocupes tomate tu tiempo - cerró la puerta dejando al otro dentro y caminando directo a su mesilla de noche sacando unas pastillas para el dolor de cabeza que le aquejaba tomándolas con un poco de agua que siempre tenía a la mano - me estalla, espero con esto baje.

Se recostó otro rato en la cama buscando descansar un poco más, hasta que escucho com se abría la puerta de la baño. Abrió los ojos viendo a un Damon con el cabello húmedo y su ropa puesta. Se paró para tomar un baño.

1000 Formas De AmarWhere stories live. Discover now