Quiero que seas mío.

Capítulo 17

Slade.

Ver a esa impresionante mujer siempre era de alguna forma revitalizador. Le recordaba sus días en la liga; cuando era alguien adecuado a los ojos de la cabeza del demonio para incluso hacerse con su hija. En ese tiempo casi lo consiguió.

De nuevo casi podía saborear entre sus dedos los hilos de la Liga. Pero eso sería cantar victoria muy rápido cosa que él, no hacía. ━ Talia. ━ Hablo con la sonrisa media.

Ella le detuvo cualquier cosa que pudiese decirle con el movimiento de la mano; luego de eso, le expuso un par de fotografías de las instalaciones de los amos de la justicia. Ubicaciones que ni el mismo Slade había considerado ver simplemente por que estaba retirado. Espero a que la asesina hablara.

━ Mi hijo está perdiendo el tiempo en juegos de preescolares. Lo necesito de vuelta.

━ ¿Antes de que la amazona decida degollarlo? ━ La mirada que le dio la asesina no fue conciliadora o amistosa.

━ Mantendrás tus acciones al margen hasta que sea considerablemente conveniente. Si la situación no cambia, lo traerás. Sí es innecesario, Damian te dirá que se quedará.

Slade respingo entre burla o diversión. ━ Me llamas para una misión con dos salidas.

━ El pago que tendrás es justo ¿O no?

━ ¿Me lo pagarás sea cual sea su respuesta?

━ Te lo pagaré cuando tu mano esté inmiscuida en este asunto y nosotros, salgamos victoriosos.

La firmeza de la hija del demonio logró solo hacer profundizar su mirada. Ella no dudo en continuar. ━ Te garantizo, Slade... que si mi hijo no es capaz de terminar por propia mano en matar a ambos kryptonianos requiriendo tu asistencia para volver y completarlo... La Liga será tuya. Junto con él.

La complacencia volvió al rostro del mercenario. Claro que quería la Liga. Claro que quería al nieto del demonio... para hacerlo sufrir antes de que su último aliento fuese cortado por sus manos. Quería tener el placer de asesinarlo.

...

Bruce.

Pérdida de tiempo. Eso era lo que observaba en ese momento; desde el ala más alta de las instalaciones principales de los amos de la justicia teniendo el cuadro varios metros al fondo de dos jóvenes que jugaban al coqueteo. A continuar saliendo como si en principio el joven con sangre Al'Ghul no fuese una amenaza para el régimen.

Algunos ya siquiera le prestaban importancia ¿Y por qué deberían? En realidad ya muy pocos lo miraban como un prisionero o un sujeto a quien debían de encerrar. Era más conocido ahora por ser el objeto de deseo del hijo del tirano superman.

Y Bruce notaba que eso parecía estar bien con el hijo de Talia.

Algo que para él no estaba bien. No cuadraba. No parecía normal.

En ese momento pudo ver (y sentir) sobre lo que Diana, decía.

Una mala sensación pacífica.

...

Kal-El.

Los días parecían pasar volando. Quizá era cierto o es que estaba distraído con el asunto que al final se había enfriado desde que le otorgó a su hijo el permiso absoluto de hacer lo que placiera, con aquel. Como en principio se pensaba hacer.

Claro que mantenía los ojos recelosos encima de ambos. Sobre todo del muchacho de piel tostada buscando signos de rebeldía, secretismos o seducciones.