《19. No soy tu destino

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-POV LAUREN-

Los dedos de mis manos dolían, al igual que las puntas de mis pies. Miré de nuevo abajo, sólo faltaba una ventana más.
Estaba escalando por la parte de atrás de aquel viejo hotel; que fácil había sido salir por la ventana del baño, que fácil escapar de aquellos idiotas que me "Vigilaban".

-Vamos...-Murmuré sintiendo mis manos sudar. Miré abajo, faltaban menos de tres metros -A la mierda...-Dije dejándome caer sobre el basurero.
Sentí mi cuerpo estrellarse, y gemí con dolor, pero estaba demasiado nerviosa y desesperada.

Como pude salí de aquella porquería, y me limpié un poco. Seguido corrí hasta la calle principal, e hice señas a un taxi.

- ¿A dónde la llevo?-Preguntó el hombre, mirándome por el retrovisor.

-A Heaven, por favor-El hombre negó con una ligera sonrisa, comenzando andar el vehículo -Pero rápido, si llega pronto le pago cien dólares-Dije sacando billetes de los bolsillos de mis jeans. El hombre aceleró a todo lo que daba, mientras yo miraba aquel barrio por la ventanilla.

No me puedo creer que haya hecho el ridículo de nuevo por ella, no me puedo creer esto que estoy haciendo... pero todo valía la pena por esa hija de puta.

No sé cuanto tiempo fue, pero llegamos aquel extravagante lugar. Era demasiado llamativo y exagerado, aquel club con el nombre "Heaven" en letras azul neón con bordes rosas. Carajo, habían mujeres, muchas mujeres casi desnudas, y hombres que parecían matones de primera, y unos que otros policías que parecían ser fronterizos.

-Gracias-dije al chofer bajándome rápidamente del auto.

Respiré profundo, cogí valor, y me acerqué a la entrada como si fuera una cliente más.
Una cliente que tenía ganas de tirarse a una de esas mujeres.

-Hey! Hola-saludé con una sonrisa a dos enormes hombres, robustos que parecían ser guardias.

-¿Qué se le ofrece?-preguntó uno de ellos, y parecía estar de mal humor.

-Divertirme...-Señalé el letrero como si fuera obvio.-Quiero mujeres.

-Hoy sólo entran hombres-Respondió de mala manera.

-¿y qué? -Dije sacando los últimos billetes de mi bolsillo-Quiero divertirme un rato, y este lugar se ve interesante y parece que está lleno de mujeres guapas-dije coqueta, mirando a una de las chicas de la entrada.

-No puede pasar, no hah servicio para mujeres-contestó, pero en ese momento metí los billetes en su bolsillo de la camisa.

-Vamos, no quiero tener que hablar con el dueño. Uhm... soy turista, que mejor que conocer estos lugares, y puedo recomendarlos con mis amigos extranjeros-sonreí amable. Él hombre miró al otro, y encogió los hombros.-Por favor, sólo quiero divertirme -sonreí de nuevo.

-Está bien... pero intente pasar desapercibida-Asentí con una sonrisa.

-Muchas gracias, amigo. Carajo, pero que chicas tan hermosas- Dije mirando a una morena muy guapa salir del lugar.

-Espere...-Detuvo el hombre a mitad del camino-Tengo que revisarla.-cerré los ojos, sientiendo nervios de aquello, pues traía conmigo un arma.

-Claro, pero...sin tocar mucho-Pedí dejando que me revisaran.

-Vamos, es una chica. Lo dijo el jefe hace un rato-Intervino uno, impidiendo que el otro continuara revisandome.

-Está bien, pasa-Señaló, y asentí continuando con mi camino. Justo a la entrada, miré una morena a la cara; pues me había mirado con mucha atención.
De pronto, se me ocurrió preguntar por la amiga de Karla.

BAD DECISIONS; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora