《21. Tres lápidas |Final|

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Uno; respira, relaja el cuerpo.
Dos;respira otra vez, cierra los ojos.
Tres: respira una vez más, no te centres en el dolor de tu cuerpo.
Cuatro:Respira lento, ahora mantén la frente en alto.
Cinco; Respira, solo continúa respirando, no tengas miedo.

-¿Quieres irte?-preguntó el colombiano;a quién no podía ver bien, pues estaba mirando un poco borroso, quizá por cansancio o quizá  por sus golpes.

-E-Ella... Ella va a venir por mí -Respondí con dificultad, y él soltó una risita, dándome otro puñetazo en el abdomen.

-¿Sabes? Me caga que ustedes dos sean noviecitas -Se echó a reir- Las dos son realmente hermosas, creo...creo que me quedaré con las dos para divertirme un rato. Me gusta tener mascotas, sobre todo, putas como lo son ella y tú, mamacita -Dijo acariciando mi mejilla, yo sólo pude mirar a otro lado, pues estar colgada de unas cadenas no me ayudaba mucho.- Voy hacer que cambien de opinión... voy a curarlas, par de lesbianas-volvió a reir como un vil estúpido- ¿Te digo algo?, Karla me gusta más, sería la mujer perfecta para mí...es... es perfecta para un hombre como yo, pero es muy hija de puta tambien-volvió a reir, sacando su navaja- uhm...¿Tú alguna vez has matado a alguien?-Preguntó mirando el filo de aquella navaja.

No quería hablar más, así que no contesté, solo evité su repugnante mirada.

-No creo que lo hayas hecho, Mírate...que débil eres -Volvió a reir dándome otro golpe, esta vez a la altura de mi pecho.
Comencé a toser, sintiendo demasiado dolor.- Lo dicho, eres demasiado débil, ni si quiera te pareces a tu papito-hizo un puchero, y aquello hizo que lo mirara con rabia-Por Dios...-Volvió a reír mientras seguía jugando con su navaja- León...el Rey de esta jungla-Negó chasqueando la lengua- No puede haber dos reyes en una jungla como ésta ¿No?- volvió acercase a mí, para tomarme del mentón con rudeza.- ¿No odias a ese hombre?-Negué lentamente, pues sentía que el cuello se me iba a romper.- Deberías... tú, tú, eras una chica de familia ¿Cómo se llaman? Ah si, Thompson...por cierto, tienes una hermana hermosa, muy hermosa, me la cogería sin dudarlo-Aquello me hizo enojar más,y comencé a moverme -Tranquila...-Soltó una risita.- No vas a ver cuando los mate a todos, porque te haré el honor de matarte a ti primero en frente de Karla...Muero por ver hasta dónde es capaz de llegar.

-Eso...eso no va pasar-Susurré respirando hondo.-No va a pasar...porque Karla, te va a matar a ti, y a todos tus hombres..-volvió a reir, y esta vez reí con él.

-¿Por qué crees que pasaría eso?-dijo antes de dejar un asqueroso beso en mi mejilla.

-Porque ella es buena en lo que hace, es la mejor...no falla sus tiros...sobre todo cuando está furiosa. Va a venir, y...tú me estás haciendo daño...y yo, yo soy su mujer-Respondí, él me miró de pies a cabeza, y negó.- Se volverá loca, por el hecho de haberme tocado, entonces... te atravesará  una bala en la frente-Aseguré mirándolo a los ojos.

-Ella está afuera, está sola, desarmada... Que estúpida, se entregó en charola de plata sólo por ti- De pronto sus manos rompieron mi blusa- Voy hacerla enfurecer- Susurró bajando la navaja con suavidad desde mi cuello hasta mi vientre-Te voy hacer mi mujer...-Señaló pasando su nariz por mi cuello.

-No creo que...quieras hacer eso-dije entre risas, comenzaba a sentirme tan cansada- Ella... Ella te matará antes de que eso suceda...si está aquí, es porque ya tienes tu sentencia de muerte.

-No lo creo bonita, ella está sola...y esta casa está asegurada con más hombres armados de lo que te puedas imaginar.-Comenzó a besar mi cuello, y aquello me estaba dando tantas náuseas.

BAD DECISIONS; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora