Tres días habían pasado del regreso de Idaho. Reid seguía de baja médica. BAU estaba relativamente tranquilo. Hotch había entregado su informe a Strauss, quien cuestionó el accionar del equipo: la ausencia de Hotch y la participación de Gideon. Sin embargo, como había previsto Hotch, el director apoyó las decisiones tomadas por el Jefe de Unidad, por lo que todo quedó en una llamada de atención. Hotch decidió no hacer público lo sucedido con Reid, sin embargo, y a pesar de que el caso fue resuelto rápidamente, lo vivido en Boise le quitaba el sueño. Al final, si Reid no hubiese parado en el hospital, no habrían encontrado tan rápidamente al su-des. Además, terminó hospitalizado por no saber manejar el ritmo de trabajo. Eran necesarios cambios, a fin de asegurar el buen desempeño del equipo en caso de faltar uno de los miembros, pero también lo sucedido con Reid, era una llamada de emergencia: debía mantener un ojo en él.Cuando intentó comunicarse con Strauss, le informaron que iba a ausentarse las siguientes semanas por asuntos personales, y vio eso como una señal, podría tratar el asunto directamente con el Director, así evitaría los obstáculos que Strauss seguro pondría.
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M – Eyyy, Reid, soy Morgan, García y JJ están preocupadas, no han sabido nada de tí desde hace días... Por favor, devuelve la llamada. Nos vemos.Después de 4 días, Morgan estaba preocupado. JJ había hablado por teléfono con Reid un día después de regresar del caso, y él mencionó que se sentía mucho mejor, pero después de eso, nada. No contestaba las llamadas o los mensajes de texto. No quería admitirlo, pero realmente estaba ansioso. Ya para el quinto día, decidió ir a buscarlo a su casa. 'Y si se desmayo, si enfermó más y no nos quiso avisar, es tan obstinado! Cómo saber si estaba alimentándose o tomando sus medicamentos, y por qué diablos me quita eso el sueño', se decía así mismo mientras conducía a su departamento. Las dudas crecieron más cuando García le dio su dirección, barrio Adams Morgan, era sin duda un lugar muy pintoresco y único, pero no imaginaba al recatado y serio Dr Reid viviendo en un epicentro de baile y vida nocturna. Su edificio se encontraba un poco lejos del centro, era sin duda una zona aparentemente tranquila, o al menos mucho más que el resto del barrio, sin embargo, el edificio, que se veía algo antiguo, no se veía en buenas condiciones. Cuarto piso, sin ascensor. Hacía un calor de mil demonios, estaba deseando llegar y tomar un buen vaso de agua. Llamó a la puerta...
M – Reid, hombre. Soy yo, Morgan. Vamos, ábrame.
No se escuchaba ruidos. Morgan se impacientaba.
M – REIDDDD... VAMOS CHICO, ÁBRAME, tu casera me dijo que no has salido desde el lunes, sé que estás ahí.
'Diablos, porque no abre', empezó a sentir la necesidad de patear la puerta, cuando escuchó ruidos desde adentro.
R – Qué diablos, Morgan, porqué gritas.
M – Ey, chico bonito, cómo te has sentido?
R – Bien, gracias, mucho mejor.
Aunque Reid aseguraba sentirse mejor, físicamente se veía de los diablos. Pálido, sudoroso, tenía puesto una pijama que se le veía enorme, y no ocultaba su extrema delgadez. Al entrar, Morgan casi se ahoga con el golpe de calor que le pegó en la cara, estaba ardiendo, cómo hacía para soportar tanto calor.
Su pieza era muy al estilo Reid: paredes con colores neutros dos grandes libreros, en su escritorio, una pila de libros, así como en una esquina. Las cortinas, con colores suaves y un gran ventan al totalmente abierto y un pequeño balcón del cual podía verse toda la avenida y más allá. Sin embargo, también tenía problemas que para cualquier persona hubiesen pasado desapercibidos, pero no para alguien con experiencia en construcción como Derek. Grietas en el piso y las paredes, parte del sistema de calefacción estaba expuesta, y aunque la vista era hermosa, era virtualmente un peligro pararse en el balcón. Luego observó a Reid caminando hacia el sofá y sentarse con dificultad. Era extraño, no le había parecido que Reid cojeara en Idaho.
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Las cosas que vivimos
RandomEl amor no tiene fecha u hora programada, a veces, viene con un rostro extraño, casi irreconosible, pero cuando te encuentras frente a él, sientes un estallido de emociones que no puedes describir o entender, y es entonces, que debes estar preparado...