No pude olvidarte...

Capítulo 9

9: Pérdidas

¿Qué tan rápido ha pasado el tiempo?

Bastante

Podríamos decir, que ya Imelda podría contar con más de 70 años.

Sin embargo, ella aun trabaja en la zapatería, aunque Coco ya le había pedido que descansará por su edad, además, ella junto a Julio, Rosita, Elena, quien ya se había casado con Franco y concebido dos hijos, Berto y Enrique, y Victoria podrían encargarse de la Zapatería Rivera.

--Mamá, debes descansar, no has estado bien en estos días-- le recuerda Coco preocupada viendo la cara demacrada de su madre.

--Ay mi niña, no te preocupes, aun resisto-- le responde Imelda con una sonrisa.

--Llamaré a un doctor-- comento Coco.

--No hija...-- le impide su madre.

--Mamá, te amo y quiero saber que te pasa, esos dolores en el pecho e hiperventilaciones que te han dado, no han de ser una buena señal-- le recuerda.

Imelda suspiro aceptandolo.

Horas después, llegó el doctor Sanchez, muy conocido en Santa Cecilia.

--Buenas tardes doña Socorro-- le saluda el doctor a Coco.

--Buenas tardes doctor, mi madre se encuentra en su habitación-- le menciona invitandole a pasar.

--Permiso-- dijo al entrar.

--¡Mamá!-- menciono Coco abriendo la puerta del cuarto.

--Diga-- susurro sentándose en la cama.

--Buenas tardes doña Imelda, digame, ¿cómo se siente?-- pregunta sentándose al lado de ella y sacando sus instrumentos.

--Mi hija ya debió haberle contado, tengo fuertes dolores en el pecho, como contracturas, he tenido hiperventilaciones-- responde ella.

--A ver-- mencionó usando el estetoscopio para oír los latidos del corazón de Imelda-- ¿son muy frecuentes?--

--Últimamente sí, ¡agh!-- gritó al sentir uno.

--Mmm, ¿y la hiperventilación?-- vuelve a preguntar.

--Cuando estoy trabajando o bajo mucha presión-- responde.

--Cuando tiene los dolores en el pecho, ¿siente dolor en el brazo izquierdo, espalda y la parte arriba del estomago?-- le pregunta-- ¿podría volverse para escuchar su respiración?--

--Claro doctor-- mientras lo hacia continuo explicando-- últimamente sí, y mucho--

--Inhale-- Imelda repetía lo que le decía-- Exhale--

Hizo eso como cuatro veces.

--Muy bien-- menciona quitándose el estetoscopio-- ¿nauseas, mareos?--

--Desde hace mucho-- responde Imelda.

--Bien-- expresa nada más-- disculpe doña Socorro, ¿puede venir un momento?--

--¿Si señor?-- entro al rato junto a Julio.

--¿Qué está pasando con ella?-- pregunta Julio preocupado tomando los hombros de su esposa.

--Les seré honesto, a la señora Rivera, no le queda mucho tiempo de vida-- responde francamente-- los síntomas que padece, son los de un infarto, en cualquier momento le puede dar, según por el tiempo que lleva así, no puedo hacer nada--

--¿Qué?-- susurraron Imelda y Coco al mismo tiempo.

Julio solo abrazo con más fuerza a Coco.