No pude olvidarte...

Capítulo 16

16: ¡Aquí estoy!, Y vas a verme brillar.

--¡Lo vas hacer bien chamaco!-- le alentó Héctor, aunque estaba algo inseguro luego del grito que Miguel sacó-- ¡enseñales!--

--Damas y caballeros, ¡DeLa Crucito!-- anunció la presentadora.

Héctor gritaba para alentar al pequeño, sin embargo, Miguel se encontraba demasiado nervioso.

--¿Porqué no toca?-- le pregunto a Dante-- ¿a él que le pasa?--

Puedo escuchar que alguien del público gritaba pidiendo que alguien volviera, Héctor se acordaba la primera vez que el se presento en la Plaza, empezaba a entender lo que sentía Miguel, el niño buscaba en él una ayuda para calmarse, lo mejor que puso hacer era mostrarle que sacudiera los huesos y cantará.

Miguel no tenía otra opción, si estaba ahí en el escenario era por su insistencia, quería volver a casa con bendición de un músico, y esa era su única manera.

El pequeño inhalo y exhalo para calmar sus nervios, y a la vez, dar un grito. De esa manera, el pequeño logró llamar la atención de los presentes en el público, sus nervios empezaban a bajar y mientras sonreía, empezó a tocar la guitarra de Chicharrón.

Que el cielo no es azul
¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!
Que es rojo dices tu
¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!

Ves todo al revés
¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!
Creo que piensas con los pies
¡Ay mi amor! ¡Ay mi amor!

Tú me traes un poco loco
Un poquititito loco
Estoy adivinando
Que quieres y pa' cuando
Y así estoy celebrando
Que me he vuelto un poco loco

Mientras Miguel tocaba el solo, Dante trato de meter a Héctor con Miguel al escenario, aunque él negaba, Dante logró que subiera al escenario, sin ninguna otra opción empezó a bailar, sorprendiendo al menor.

--¡Nada mal para un esqueleto!-- elogió Miguel.

--Tu también eres grande gordito-- le devolvió Héctor el elogió muy feliz al notar el gran talento de Miguel-- ¡Eso!--

Mientras Héctor seguía bailando y Miguel tocando, el resto de la familia Rivera seguía buscando a Miguel, el rastro que Pepita seguía apuntaba a que se encontraba en la Plaza.

--Esta cerca, ¡busquenlo!-- pidió Imelda a su familia quienes se esparcian en toda la Plaza para encontrarlo.

Chiflado tú me vuelves
Y eso está un poco loco
Tu mente que despega
Tú siempre con ideas
Con mi cabeza juegas

Todo es un poco loco

Imelda recordaba esa voz, esos gritos, con un poco de amor y furia, tenía los sentimientos mezclados al oír de Héctor, escucharlo de nuevo cantar era tener bellos pero a la vez tormentosos recuerdos, trataba de no volverlo a ver, la ponía aun más confundida.

(Todo es un poco loco
Con mi cabeza juegas)

(Todo es un poco loco
Con mi cabeza juegas)

(Todo es un poco loco
Con mi cabeza juegas)

(Todo es un poco loco
Con mi cabeza juegas)

--¡Buscamos a un niño vivo Señor!-- exclamó Óscar.

--Como de 12-- sumo Felipe.

Cada vez la familia Rivera se preocupaba más al no saber nada del pequeño Miguel.