Era de noche y Natsu se encontraba en una habitación solo. Estaba sentado en el suelo, el cual tenía una alfombra que hacía que estuviera cómodo, mientras su consciencia la enviaba al Sacred Gear con ayuda de Ddraig. Cuando lo hacía se encontraba rodeado de oscuridad. Nadaba un poco y solo encontró un espacio en blanco. Allí había mesas y sillas. También había personas que eran los antiguos Sekiryuuteis. Natsu intentaba hablar con ellos, pero no le hacían ningún caso. Es como si no existiera. Según le explico Ddraig, solo recuperaban su consciencia cuando usaba la Juggernaut Drive. Al ser la carga mental algo muy grande, Natsu decidió dejarlo por ese momento. Saco su consciencia del Sacred Gear y respiro profundamente. Cuando iba a levantarse escucho que alguien abría la puerta. Entonces vio una figura femenina. Era Akeno, que llevaba una bata blanca. Después de entrar, la joven cerró la puerta con pestillo. Se volvió hacia Natsu y le mostro una sonrisa.
-Natsu-kun.
-¿Qué pasa Akeno? - pregunto confundido el mago aun sentado.
La chica se acercó un poco más a él. Cuando estuvo un poco cerca se desato el nudo de la bata y esta cayó al suelo, dejando ver todo su cuerpo. Natsu estaba atónito y sonrojado. Akeno "jugaba" mucho, pero no había llegado a esto. Aun con su mente dando vueltas por ahí, Akeno termino por sentarse en su regazo mientras lo abrazaba, pegando su cuerpo todo lo posible al del mago. Este estaba tan atontado que no reaccionaba, hasta que Akeno le hablo al oído.
-Hazme el amor. - le pidió de forma sensual.
-¿Hacerte el amor? - reacciono por fin.
Esta se separó un poco de Natsu y lo miro a los ojos. Los ojos de Akeno tenían una expresión vacía y de auto-abandono. Intento acercase a Natsu para besarlo, pero este la tomo suavemente de los brazos para evitar que avanzara.
-¿Qué es lo que te pasa? - le pregunto con voz seria, pero mirándola tristemente.
-¿Por qué? ¿Mi cuerpo no es atractivo? - pregunto temblorosa.
-No digas eso. - Siguió con el mismo tono de voz - Tienes un cuerpo increíble. Eso nunca lo dudes.
-¡Entonces házmelo! ¡Yo quiero que me hagas eso! ¡Quiero darte mi cuerpo a ti, y abrazarte en mi pecho, deshacerme de todo!
-¿Entonces porque tienes esa cara?
-... - Akeno pareció reaccionar.
-Akeno, no quiero que hagas esto para olvidarte de un recuerdo doloroso.
- Así es. ¿Qué harías si te digo esto? Estoy tratando de sentirme aliviada haciendo el amor contigo. Pensé que yo podría deshacerme de este sentimiento si hago el amor contigo.
-Porque solo te sentirás aliviada durante un rato, pero eso no te quitara todo tu dolor.
En ningún momento dejo su voz seria y triste. Como pudo, alcanzo la bata blanca y la puso alrededor suyo, y luego la abrazo de forma suave.
-Si quieres te abrazare todo lo que quieras, pero no pienso dejar que hagas eso con estos sentimientos.
-Natsu-kun.
-Me lo han contado todo. Solo puedo decirte que mis amigos también han pasado por situaciones horribles en su infancia, pero quiero que sepas que pienso ayudarte. No te dejare sola, estaré contigo. Por eso me limitare a abrazarte por ahora.
Akeno no contesto. Lo único que hizo fue dejar que Natsu la abrazara mientras ella también lo abrazaba y acariciaba su espalda y pelo. Estuvieron en esa posición un tiempo hasta que Akeno volvió a hablar.
-¿Me protegerás? - pregunto débilmente Akeno.
-Sabes que sí.
-¿Y estarás a mi lado?