-¿Kiba? – llamo Lucy al rubio por teléfono.
-¿Si?
-Estamos con las usuarias de Excalibur. Queremos que vengas con nosotros. Es muy importante.
Después de un rato Kiba llego hasta donde estaba el grupo y la rubia le conto todo lo que habían hablado hasta antes de su llegada. Kiba tomo una taza de café y hablo.
-A decir verdad, me siento satisfecho cuando las protectoras de los Excaliburs me están dando el permiso para destruirla.
-Esa es una manera tosca de hablar. Si tú fueras un "demonio callejero" te hubiese partido en dos sin perder tiempo.
Kiba y Xenovia se fulminaron con la mirada el uno al otro.
-Así que nos guardas rencor con respecto al proyecto "Espada Sagrada". Contra la iglesia y los Excaliburs.
Kiba afilo sus ojos al oír las palabras de Irina.
-Obviamente. - respondió con una voz baja y fría.
-Pero Kiba-kun. Gracias a ese proyecto, la investigación sobre la Espada Sagradas los usuarios mostraron resultados. Por eso se buscan a las personas como Xenovia y yo, que puede sincronizarse con la Espada Sagrada.
-¿Crees que solo por eso puedo perdonar un proyecto creado para el fracaso, que le costó la vida a todos los sujetos de prueba?
Kiba miró a Irina con ojos llenos de odio.
-Ese incidente se convirtió en uno de los peores casos. La gente se sentía disgustada al respecto. La persona encargada de ese proyecto en ese momento se decía que tenía un problema con sus creencias. Así que él fue acusado de herejía. Ahora es una de esas personas en el lado de los Ángeles caídos.
-¿Cuál es el nombre de esa persona?
-Balba Galilei. El "Arzobispo genocida".
-Si voy después tras los ángeles caídos, entonces puedo llegar a él. Entonces, parece que tengo que compartir la información también. El otro día fui atacado por una persona que tenía el Excalibur. En ese momento, él había matado a un sacerdote. El que murió es, probablemente, de tu organización. El nombre de esa persona es Zelzan. ¿Este nombre suena familiar?
Xenovia e Irina mostraron ojos afilados por las palabras de Kiba.
-Ya veo. Así es él. Freed Zelzan. El ex exorcista del Vaticano. El genio que se convirtió en un exorcista a la edad de 13 años. Había conseguido un montón de grandes logros, porque se mantuvo en la eliminación de los demonios y bestias místicas. Pero se le fue la mano, mató a sus aliados. Freed no tenía ninguna creencia hacia nuestro Dios desde el principio. Lo único que tenía era la lucha contra el instinto y la intención de matar a los monstruos y una obsesión anormal para las batallas. Era cuestión de tiempo que pagara por la herejía. – explico Irina.
-Freed utiliza el Excalibur que robó al matar a nuestros compañeros seguidores. Para nosotras, va a pagar el precio de sus acciones, nuestros compañeros no se estaban cuidando de el. Definitivamente va a pagarlo. – Dijo con odio Xenovia - De todos modos vamos a pasar a la estrategia de cooperación.
Xenovia sacó una pluma y la usó para escribir en un bloc de notas. Escribió su número de teléfono y se lo entrego a Lucy.
-Si pasa algo, llama a este número.
-De acuerdo. Toma, este es el nuestro. – le contesto la rubia dándole un papel.
-Natsu-kun. ¿Por qué hiciste esto? – pregunto Kiba en voz baja.
-Somos nakamas, pertenecemos a un mismo grupo y tú me ayudaste a salir de un problema antes.
-Si yo actúo por mi cuenta, entonces podría causar problemas a Buchuo. Esa es también una la razón, ¿verdad?
