Un ángel con aspecto muy especial... Una hada que desapareció... Una maldición que arrasó con todo... Un misterio que nadie puede resolver... Tristeza, dolor, aventura, acción, árboles parlantes, furrys y muchas cosas más te aguardan en esta histori...
Caminando sin rumbo fijo... De hecho si tenía rumbo, solo que caminaba muy pensativo, tantas cosas habían pasado sin que se diera cuenta, tantos recuerdos borrados en solo un instante, como su dueña de un momento para otro había dejado de respirar y llamar por su nombre...
-Ángel... Ángel...- hasta que los susurros dejaron de sonar...
Los angeles eran conocidos por ser seres con un propósito desde que nacen; cuidar a un ser humano. Que cliché... Y si jijiji... Pero ellos no se quejaban, al contrario se veían felices junto a sus amos, viendo sus logros y guiándolos por el buen camino.
Cuando un ángel de una u otra manera pierde a su humano, este tiene que abandonar el plano terrenal y volver al plano espiritual (un lugar en donde los espíritus viven). Las reglas de ese mundo eran "Si pierdes tu propósito en el plano terrenal, tendrás que volver aquí y esperar en letargo hasta que alguien te vuelva a necesitar"... Básicamente era que sí tu dueño moría, tenías que volver y dormir un largo sueño hasta que volviera a reencarnar en otro ser humano... Pero había casos en los que ya no volvían a la vida, y sus ángeles desaparecían para jamás volver.
Nuestro protagonista estaba asustado, pensaba sin descanso en qué tal vez su ama jamás volvería a vivir, y por ende el desaparecería, cada ves que ese pensamiento pasaba por su mente se aterraba, sus patas temblaban, su pelaje se erizaba y sus alas se esponjaban...
Seguramente se han de estar preguntando: ¿Patas? ¿Pelaje? ¿No sé suponía que era un ángel? Pues mi querido lector, los angeles no son como los dibujan en la Biblia... O al menos en esta historia no. Aquí esas criaturas son como lobos gigantes, con grandes alas que los ayudan a volar grandes distancias, pelaje completamente blanco y astas parecidas a las de un reno. Aquí una representación gráfica:
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↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑ Imagen hecha por mi.
Ángel... Porque no tenía nombre, cruzaba por un camino de tierra rodeado de árboles muy frondosos y llenos de vida, en este lugar el clima siempre era nublado, lo que causaba una inmensa tranquilidad. Ya había cruzado casi la mitad de aquel especial camino, y no dejaba de pensar preocupado en la posibilidad de desaparecer y jamás volver a ver a su amo. Parecía que no dejaría de pensar en eso por un largo rato.
Continúo con su caminata, y solo se detenía a admirar aquel paisaje, estirar un poco las alas y rascarse alguna parte de su cuerpo. Pero su tranquilidad sería interrumpida por una extraña sensación, una que le erizo el pelaje y lo mantuvo alerta en todo momento... La sensación de que alguien lo seguía...
¿Quien está ahí? -pregunto el ángel tomando posición de ataque. Nadie le respondió pero aún tenía esa extraña sensación, volvió a preguntar lo mismo pero, esta vez lo hizo dirigiéndose a los árboles, los cuales estaban en el costado del camino
Una pequeña y brillante criatura que estaba escondida detrás de un grueso tronco, se somos un poco para divisar bien al cuadrúpedo alado, este último se dio cuenta de la presencia del pequeño ser, y decidió averiguar qué cosa era.
Ya te vi, no tienes que esconderte- dijo el ángel acercándose al árbol en donde había visto a la criatura -no muerdo... Oh eso creo- extendió sus alas y voló hasta una rama grande y fuerte.
E-eh n-no t-te a-acer-acerques...- dijo una voz femenina, escondida detrás de las hojas.
Vamos oh almenos dime porque me estás espiando- decía el ángel intentando acercar su hocico para poder oler a esa cosa, y así intentar identificarla.
P-pues... Te veías triste y... Quise ver porque...-dijo la pequeña voz alejándose poco a poco, para no ser descubierta.
No deberías de meterte en los asuntos de los demás- metió su hocico entre las hojas, y percibió un aroma muy dulce y nuevo, era algo nuevo que jamás había sentido... Hasta que sintió algo posarse encima de su nariz.
¿Que es esta cosa rara?- pensó el lobo con alas. Intentó averiguar de que criatura era, pero no supo identificar ese nuevo aroma... Hasta que se le vino a la cabeza sacar su hocico de los arbustos, ya que como el suponía, la "cosa" estaba posada sobre su nariz.
Luego de meditarlo por un largo rato por fin se decidió y sacó su boca y lo que observo lo dejo boquiabierto...
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↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑↑ Imagen sacada de internet, derechos a su respectivo autor
Una pequeña hada, de no más de 15 centímetros, y su piel brillaba con un tono azul claro, el cuadrúpedo quedó impresionado por tal aparición, jamás había visto una hada tan linda y brillante, era una nueva experiencia para el... Y un nuevo pretexto para no ir a su destino.
¿Quien eres? ¿Y porque me seguías?- dijo el ángel con el tono más tranquilo que pudo, puesto que siempre había escuchado hablar de las hadas, pero jamás había visto una en persona.
Y-yo soy...- decía nerviosa la pequeña criatura...
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