La vida de Emma.

Capítulo 2

Voy a rastro de ir a casa y paso por las calles solitarias de Newark, Nueva Jersey. Todo parece tranquilo, en ocasiones, siempre en cada esquina encuentras un vagabundo, mucha basura y cosas peculiares.

A veces las personas dicen que este barrio no prospera, pero es por culpa de ellos mismos.

2 de la tarde, escucho los ruidosos sonidos de mi barriga.

"Aliméntame, aliméntame..."

Lo único que quiero es llegar, correr a la cocina, comer lo que sea y tomar una siesta.

Llego de camino a casa, cuando mis manos tocan la parte inferior de la puerta y suena.

Mi madre esta en mi campo de visión y mi gata no se queda atrás. Siempre cuando llego a casa mi gata siempre me espera, la amo tanto.

De pronto de la voz de mi madre salen unas palabras.

─ Hola, Emma, ¿Qué tal te fue?

Trato de ignorarla pero fracaso en el intento.

─ Bien madre─respondo─. ¿Hay algo de comer?

─ Claro, hija─ lo dice con un tono ronco─. ve a tomar un baño, te llevare la comida a la cama.

─ Gracias.

Algo dentro de mí dice que ella lo hace porque no me despertó, y se le había olvidado que hoy entraba a clases. Trato de olvidarlo y me encamino al baño.

Enciendo la ducha hasta que cambie a caliente, media tibia y pongo una de mis canciones favoritas de Avril Lavigne. Las gotas suaves cayendo sobre mi cuerpo me refrescan y hacen que me alivie.

Tomo de la toalla, mientras busco una ropa cómoda y la utilizo sobre mi torso.

El rico olor a pasta inundan mis fosas nasales, mientras agarro el tenedor y tomo una pequeña porción de ella y la encamino hacia mi boca; nada mejor que pasta roja.

Trato de pensar en las tareas y los deberes que tengo que hacer hasta que la imagen de su rostro me recorre por la mente. ¿Cómo una persona puede ser tan perfecta?

"Alex, Alex, Alex..."

Solo su nombre, nada mas de pensar en él me hace volar en las nubes, cuando lo veo se me revuelve el estomago. Él y solo él.

Suena un timbre, y veo en la parte frontal de mi teléfono celular, es un mensaje de Jennifer. Trato de desbloquearlo, y entro a su Chat.

Jennifer: Hey! ¿Qué harás hoy?

Emma: No haré nada en especial.

Jennifer: ¿Te acuerdas del chico que te hable la otra vez? Hará una fiesta, ¿qué tal si vamos?

Emma: No tengo las mínimas ganas de salir hoy, tengo muchas tareas.

Jennifer: Dale, solo será por hoy. Si no vas, iré a buscarte a las malas. Jeje. :3

Emma: Ahj, está bien ¿es donde Luke? ¿cerca de la tienda Streak?

Jennifer: Sí, te espero allá.

Ya estoy aquí, en el patio de Luke. Tengo que admitir que me perdí y no era cerca sino a 4 cuadras de la tienda, si no hubiera sido por los ruidos de música electrónica que recorrían por la carretera no llegaría, pero aquí estoy. Para ser sincera no me vestí de toda la onda, pero tampoco nada mal; un vestido que me queda por encima de las rodillas rojo, un poco ajustado, unos calzados deportivos y mi cabello castaño ondulado.

Escucho una voz ronca, llamando mi nombre, Jennifer estaba atrás de mí con un chico.

─ Hey, Emma─ dice mi amiga─. Este es Luke.

Tengo que admitir que no es un chico grotesco y, con razón mi amiga siempre le ha llamado la atención, aunque nunca seria mi estilo.

─ Hola, con que tú eres el famoso Luke─ digo, media divertida─. Mucho gusto. Emma, Emma Stone ─ le digo, mientras encamino mis manos hacia los suyos, en un intento de agrado.

─ Hola. Luke Smith, un placer.─ Una sonrisa se me escapa─. ¿Y cómo es eso de famoso? ─ Sale una carcajada de él.

─ Sí, es que mi amiga sie...─ Jennifer me interrumpe.

─ Jaja, ¿qué tal si vamos por unas bebidas y algo para comer?─ Luke asiente.

Nos dirigimos hacia el centro de la fiesta. No es nada peculiar, todo como en las fiestas; chicos drogados, mujeres fuera de su sentido común, comida por doquier, bebidas, música fuerte... genial.

Doy paso hacia donde se encuentran los refrescos y tomo un vaso de ello. Me encamino hacia una esquina, y mientras sucede ocurre algo... chispas brotan en mi vestido y siento como algo cae. La bebida está sobre mí, y un chico desorientado me mira con cara de frustración, mientras observo con cara de confusión, es él...

Alex ha tropezado conmigo.