La vida de Emma.

Capítulo 1

Primer día de clases, un día como cualquier otro.

Aquí es, los chicos de siempre para nada atractivos, aunque... estaba ahí el chico que desde la primaria no sabe de mi existencia Alex, con solo de mencionar su nombre se me erizan los pelos, una química que sin nada aun siento que es despreciable.

Y bueno sus amigos, el rubio que casi no habla, el pelirrojo el que nunca se despega de él y el castaño, el típico chico solitario.

Es gracioso ver que solo me queda este año de clases, un año el cual para nada he sentido la presencia ni el vigor de que acabe. Parte de mi esta alegre porque esto ya acabe y bueno sin lugar a duda no temo decir que extrañaré a todos, hasta a los maestros que sin duda no he soportado.

Entro al salón de la primera clase Química la profesora queda viéndome mientras me acomodo a una silla que me queda al lado de la ventana, mientras los chicos del salón quedan observándome, debido a que llego 20 minutos atrasados.

Sí, 20. Ocurre que no había puesto la alarma y mi madre se le había olvidado que hoy es mi día de clases. Mi primer día, del primer semestre de mi último año en la secundaria. Genial, ¿no?

Me las ingenio cuando la maestra me habla en frente de la clase completa...

─ Señorita Stone, ¿qué ocurre? ¿Por qué llega tan tarde el primer día?

─ ¡Oh maestra!, lo siento...─ le reprocho, mientras saco la mascota de ella.

─ Señorita, cuando le este hablando me debe de mirar a los ojos ─ me reprocha.

Algo dentro de mi quiere simplemente desaparecer, e ir donde ella y restregarle a la cara que no tiene nada que ver, y que no es su asunto que llegue tarde.

─ S-si d-disculpa maestra Jeins, no volverá a pasar─ gargareando le respondo.

─ Eso espero.

Ya habían pasado más o menos 2 horas cuando suena el timbre del reposo y es ahí cuando me encuentro con mi amiga. La castaña con ojos negros, nariz fina y pelo chino se me acerca cuando la saludo...

─ Amiga, ¿Qué te pasó?─ pregunta ─. Primer día y ni me saludas─ dijo mi amiga.

─ Bob lo siento, ¿si? Tuve problemas en casa y pues... llegue tarde a la escuela y lo primero que hice fue ir corriendo al salón donde para mi mal gusto me encontré con la maestra de mate, aghhh. ¿Me perdonas? ─le digo.

-Claro─ responde mi amiga ─. Adivina a quien me encontré mientras salía del salón.

─ ¿A quién?

─ Nada más y nada menos que Alex.

Punzadas de felicidades, nervios y tristeza se dibujan en mi rostro, pero trato de amortiguarlo con una sonrisa.

─ Sí, Bob ─respondo─. También lo vi con su grupo de amigos.

Lo digo con un tono de tristeza y seriedad, al mismo tiempo.

Lo peor de todo es que me gusta, siempre me ha gustado pero él ni siquiera sabe de mi existencia.

Me he prometido algo este año y es que ya no seguiré tras de él... dejare que todo fluya, si él se siente mejor y no sabe nada, mejor olvidar todo y tratar de encontrar a alguien que en verdad sienta lo mismo que yo.

Pero me quedo pensando y doy en el caso de que él no se fija en mí por que ni siquiera he dado la iniciativa de que me gusta.

─ ¿Y que pasó? ─ pregunta─. ¿No le hablaste o algo?

─ No, amiga. Sabes lo tímida que soy. Y bueno, creo que ni le importe como para que yo le este hablando.

─ Ese es el problema, si nunca le hablas no sabrá lo que sientes por él. Debes de decirle lo que sientes antes de qu...─ la interrumpo.

─ ¿De que sea demasiado tarde?─ le ayudo, mientras mi amiga afirma.

─ Sí, claro. Como no soy solo yo que esta babeando por él claro. Seguro Angela tomara el tiempo preciso y pum ahí estará a costillas de él, se le nota a distancia lo loca que esta por él, pero Alex no se queda atrás... siempre lo veo desde ya no hace unos meses coqueteando con ella. Sin duda no tengo ni podré tener una oportunidad con él.─ afirmo, mientras me hundo en una tristeza inhabilitable─. Ya solo me queda olvidar.

─ Bueno, en eso tienes razón, pero no te rindas.─ añade─. Hablamos luego, mi novio me espera en la cafetería. ─ Se despide de mí, con un abrazo.

Ya paso el receso y ya prácticamente acaba las horas terribles que me queda el día de hoy en esta escuela. Ya por fin, iré a casa.

No puede ser que para ser el primer día, me hayan dejado 5 prácticas, 3 exposiciones, ya un examen para mañana y otras cosas más. 

Con esto me queda decir que...adiós Vacaciones, nos vemos en unos meses o mejor dicho en años.