Capítulo 11

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─ ¡NO! ¡DEJAME IR, POR FAVOR!─ le suplico, pero al parecer no me escucha.

─ ¡NO ME HAGAS NADA, TE LO SUPLICO, POR EL AMOR DE DIOS!

─ ¡CÁLLATE ESTÚPIDA!─ estoy llorando, estoy llorando. No sé que hacer, no sé ─

─ Quítate la ropa o lo haré yo ¡inútil!─ No lo hago, me quedo en blanco. No quiero hacerlo, pero tampoco que ese hombre lo haga.

─ ¡QUÉ TE LA QUITES, MALDITA SEA!─ dice él nuevamente, pero esta vez peor y con rabia.

En ese instante al ver que no lo hago, me da una bofetada sobre la cara. Y estoy sangrando aún más, que en el tiempo pasado. Lloro y lloro y no paro de hacerlo.

¿Cómo es posible que existan personas así en este mundo? Sólo por no pagarle. Estoy muy asustada. Seguro mi madre se estará preguntando donde estoy ahora.

No sé que hacer... Me lo repito una y otra y otra vez.

Antes de que me viole o algo prefiero que me mate. No puedo vivir con algo así. ¿Qué he hecho para que me pasara esto?

─ Con que no te la quitaras...─ la forma en la que lo dice me hace saltar de nervios.

─ ¡No!─ le respondo segura y nerviosa.

─ Está bien ─ se ha calmado. En ese momento pensé que ya no me haría nada y no seguiría, pero me he equivocado totalmente. Se acercado aún más donde mí.

Ahora mismo tengo los pelos de puntas, al ser tocada por las uñas de sus manos por la parte de arriba de mi brazo derecho. Para arriba y para abajo se esta deslizando. Pasado eso, intenta besarme, pero me aparto de él y empieza a quitarme la blusa bruscamente, se le esta tornando difícil. Así que la rompe. Cuando eso pasa me acuesta boca a bajo sobre el suelo y también intenta romperme el pantalón.

─ ¡NO, POR FAVOR!─ lloro aún mas y en ese lapso de tiempo recuerdo todos los momentos hermosos como también los malos que pase en mi vida. Tal vez este sea el fin de mi historia. Tal vez ya, todo acabara en este momento.

No tengo las fuerzas suficientes para decirle que pare. Pero algo debo de hacer para que no suceda lo peor. Lo peor que acabara con mi vida en este momento.

─ Quédate quieta ─ me dice. Una vez más le suplico y no paro de hacerlo ─ ¡Si sigues gritando como perra, te tapare la boca!

Ya ha quitado el pantalón y la blusa. Estoy completamente desnuda para sus ojos y, sólo me percato con ropa interior. Él admira mis protuberantes senos, tapados con el algodón de mi sostén.

"No, no, no...".

─ ¡Estas bien rica, mamacita! ¡Muero por probarte!─ la forma en la que lo dice simplemente me da asco y pena ajena. Un hombre de aproximadamente 50 años me está diciendo eso. No tiene hija y esposa que respete. Espero que no.

─ Usted es un asqueroso. Aprenda, nunca, nunca en la vida haría algo con usted, espero si tiene familia, que vea lo marrano que es ─ no se si por qué le digo "usted", ya que eso es de respeto y respeto no le tengo en absoluto.

─ Ya quisieras ─ ríe en tono sarcástico ─. Igual no es si quieres y si yo quiero. Cállate ponte de perrita.

No lo hago. No sé por qué lo hago. Quiero morir.

Cuando está tocándome con sus manos. Cuando siento que tiene su miembro afuera ha tomado de mi trasero. Lo roza cerca de mi espalda baja. Creo que vomitare ahora mismo.

"Ya vete y deja en paz". Una voz en mi cabeza quiere decir en voz alta, pero no tengo ganas de hablar. No puedo hablar, tengo un nudo en la garganta que me lo impide. Igual si lo hago no me hará caso.

Al lado mío cerca, cerca de donde estoy, veo una botella al parecer de cerveza. Seguro viene aquí a menudo, a beber y cogerse a las pobres chicas que transitan en su carro. Ya estoy pensando que no fue porque no tuve el dinero necesario, seguro a esto se dedica.

Mi instinto me dice que coja la botella y se lo estrelle en su estúpida cabeza, pero al parecer se dio cuenta de lo que pensaba hacer.

─ Quieres la botella para tirármela en la cabeza, y así marcharte, ¿no es cierto?─ todos mis planes se han ido a la mierda.

Él se para, y toma la botella cerca y la echa para un lado, sin alejarse de mi. Luego vuelve y sigue su trabajo.

─ ¡Te pagare lo que sea, pero por favor! no me hagas nada ─ Le suplico por ultima vez. Y en vez de hacerme caso, me da otra bofetada.

Veo una luz nuevamente, no quiero desmayarme quiero luchar por mi vida, por mi cuerpo. Por los momentos que me esperan para toda la vida. Cuando pasa sigo luchando para no desvanecerme y dejar que él siga besuqueándome todo el cuerpo y rostro como lo hace en este momento.

Se le ha caído una cuchilla del bolsillo de la camiseta. Me apresuro lo suficiente y soy muy rápida para tomarla. Al parecer no se ha dado cuenta d que las tengo en mis manos.

¿Qué hago? Estoy pensando en metérsela por la barriga. Pero no soy así, no quiero acabar con una vida, para conseguir que la mía este salvo.

Así que no lo pienso dos veces. Agarro con más fuerza el cuchillo y mis manos tiemblan que casi pienso que se me caerá de las manos. Violentamente lo introduzco en su vientre bajo. Y cae sobre mí bruscamente, pero lo aparto tirándolo en el suelo al lado mío.

¡¿QUÉ HE HECHO?!

No soy una asesina. No puedo creerlo, en este momento se esta desangrando y esta haciendo alucinaciones.

Sin duda alguna, creo que lo he matado.

La vida de Emma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora