─ ¿Hola?, ¿Emma?, ¿te encuentras bien?
─ ¡Sí, claro! ─ digo algo nerviosa.
─ Ayer te estaba buscando en la fiesta, y tu amiga me dijo que al parecer te habías ido temprano.
No sé que decir, no sé como reaccionar, pero digo lo primero que se me salga.
Me estaba buscando, no puedo creerlo.
─ ¿A mi, buscándome? ─ digo algo confundida.
─ Sí, bueno.
"Y tu amiguita..."
─ La verdad, no se si te diste cuenta pero me habías pedido mi número telefónico y de la nada desapareciste.
─ ¿Cómo?, ¿cuándo? ─ Intrigada─. No recuerdo haberlo hecho, si claro lo pensé pero no.
─ ¿Cómo qué no, Emma? ─ dice confuso─. ¿No recuerdas?
Ahora si es verdad que no entiendo nada. Ni que estuviera drogada. No sé si miente o si esta en lo cierto, pero trato de buscarle una lógica a esto.
─ ¿Recordar qué?─ digo─. ¿Crees que estoy loca?
─ Es una broma─ ríe─. Sólo quería ver como reaccionabas. Aunque ahora que lo dices, estabas pensando en pedirme mi número, pero no lo hiciste.
Una ira de enojo y nervios recorren por mis venas y hacen que... quiera golpearlo.
─ Ahj, no lo puedo creer. No sé com3o bromeas con algo así.
─ ¿No quieres mi número, nena?
─ ¿Disculpa?, ¿no que tenías novia?
─ ¿Y qué tiene que ver eso con mi número?
─ Uy, lo siento, señorito Cold.
-─ ¿Cómo sabes mi apellido?, acaso, ¿me espías? ─ dice, mientras se le pinta una sonrisa boba en el rostro.
─ Tus redes.─ Lo primero que me sale de la cabeza─. Me apareció una sugerencia de agregar a un tal Alex, mire el perfil y eras tú, Alex Cold.
Casi, casi, echaba todo a perder. No creo que se haya dado cuenta de lo oportuna que fui.
─ Ah, ¡vaya! ─ se expresa─. ¿Y, por que no me llegó la invitación?
─ Pues, porque no estaba segura si de verdad eras tú, y anteriormente mencioné el "señoríto, Cold" para ver si encajaba y era ese.
─ Wow, vaya ingeniosa me saliste. Ahora entiendo.
─ Sí.
Debo de tener cuidado. Un paso en falso y se dará cuenta.
─ Otra cosa, no tengo novia. No sé quien te dijo que tenía o tengo o lo que sea.
─ ¿Ah, sí? Pues... disculpa. Supuse que como eras tan lindo y así, me imaginé que tenías.
─ Claro que no. A veces es mejor estar sólo que mal acompañado.─ Me guiña un ojo─. ¿Y tú, no tienes, linda?, me imagino todos los pretendientes.
─ No, no tengo. Oye, ya me tengo que ir. Tengo clases de arte.─ Me despido e intento marcharme, pero unas manos me lo impiden.
─ No te vayas, sin antes dejarme tu número.─ Una sonrisa boba se me escapa.
─ ¿Para qué? ─ Me hago la difícil─. De verdad, me tengo que ir. Si no voy ahora, creo que empezando el año repruebo.
Me sigue hablando pero ya no puedo más, corro hasta el salón. Aunque él me lo impida voy.
Hablé con él, no puedo creerlo. Pero lo que aún no me queda es, si Angela no es su novia, ¿por qué los vi besándose en la fiesta de Luke?
Tanto remordimiento hace que no pueda concentrarme en lo que hago. Así que mejor trato de olvidarlo.
No sé cuando vuelva a hablar con él, pero ya siento que lo extraño. Estamos en la misma escuela pero siento que me es imposible de todas formas.
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La vida de Emma.
Ficção AdolescenteEmma. Una chica, no tanto peculiar. Un día como cualquier otro, estará deambulando por las calles solitarias del barrio donde reside, y de pronto encontrara algo que le cambiara la vida por completo. "Las sollozas palabras que repetía una y otra ve...