Ya. Por fin, terminó el día en la escuela.
Ya puedo ir tranquilamente de la escuela a mi casa, pero hoy, hoy tengo ganas de ir al café que queda cerca de la escuela por un helado de chocolate. Mi sabor favorito.
Pero antes de que eso ocurra, mucho antes, tengo que hablar con Bob y Jennifer. Aunque ahora lo pienso, seguro Jennifer esta en la universidad y Bob... bueno Bobby creo que esta con su novio, así que mejor me voy.
Dejare la plática con ellas para más tarde.
Ya estoy aquí en el café. Inmediatamente tomo un asiento alejado de las personas que se encuentran ahí. Ya luego después, cerca de los 5 minutos que llego, aparece una camarera y pido mi orden.
─ Hola joven, ¿qué pedirá?
─ Bueno, quiero una taza de helado de chocolate ─ digo.
─ Bien, espere un momento.
Sale la mujer de mi campo de visión.
Mientras me traen el helado, escucho mi celular sonar y rebusco entre mi mochila, Bob me esta llamando. En ese momento atiendo la llamada, y coloco el celular cerca de mi oreja.
─ Hey, Emma. ¿Por qué no me esperaste hoy?, tenemos mucho de que hablar.
─ Sí, yo igual. Te quería decir, si no tienes nada que hacer o no sé, puedes venir para acá, estoy en el Café Blueberry y, hablamos.
─ Bueno, pues... ¿no es mucha molestia que me esperes por 1 hora?, es que estaba con Jerry y quería que fuera a acompañarlo a la casa de su padre.
─ S-sí, no hay problema. Sólo no tardes más de la cuenta ─. Le digo, hasta que me cierra la llamada.
Espero... espero... Hasta que llamo a la mujer que me atendió y le pregunto amablemente donde esta mi pedido.
Luego me lo traen, y tomo pequeñas porciones de ella hacia mi boca. Maravillosos sabores que crean un lugar impecable atraviesan por mis gustos. Sin duda alguna, el helado de chocolate es lo mejor, pero aún más mejor es el Brownie, con helado de chocolate, chispas de chocolate y mucha crema batida. Vida total.
Mientras disfruto mi helado, pienso en lo que sucedió hoy con Alex.
¿Si ella no es su novia, qué hacían besándose? ¿Acaso estaba tomado?, o peor aún, no recuerda nada de lo que pasó, y... ¿había consumido drogas?
Innumerables escenarios me recorren en la mente, y trato de buscar una lógica para esto. Tal vez sea cierto, que no tenga, o seguro ella es su novia, pero no lo quiere admitir.
Mejor dejo de pensar en él y Angela. Igual no ganare nada con esto, y ni siquiera seremos novios o algo, mejor me conformare con ser su amiga y nada más que eso, si es que acaso sucede.
Después de 1 hora y media, de saborear mi helado ya acabado, llega Bob. Miro hacia la puerta de entrada del Café y veo como se despide de su novio, Jerry.
Va caminando hacia el lugar donde estoy, y cuando me saluda toma uno de los asientos de la mesa en la que me encuentro.
─ Hola Emma, aquí estoy. Perdón por la tardanza.
─ No hay problema.
─ Y... bien, ¿yo hablo o tú hablas primero?
─ Mejor yo ─ tomo un respiro y continuo ─. Veras Bob, hoy me encontré con Alex.
─ ¡Qué! ¡OMG! ¿Y que paso? ¿Se besaron?─ rió tras la tontería de mi amiga.
─ ¿Cómo crees?─ sigo riendo ─. ¿Yo? ¿Besando a Alex?, por favor.
─ Ya quisieras ─ dice, no puedo argumentar nada ante esa lógica ─ En fin, dime... ¿Qué sucedió?
Le digo todo lo que paso, cuando chocamos, que no tiene novia, cuando me fui, todo. Y ríe, sin ninguna razón.
─ ¿Qué sucede?, ¿te conté algún chiste, o que? ─ sigue riendo.
─ No, nada, es que por parte todo te sale bien, pero casi siempre mal. Lo siento─ dice riéndose aún.
Todo lo que dijo me cayó como un balde de agua helada. Es todo cierto. Me deprimo más de lo que creo.
─ Oye, Emma, perdón. No pensé que te pondrías así. Solo bromeaba ─ dice algo angustiada.
─ Sí, descuida. Todo lo que dijiste es cierto, no tienes por qué disculparte.
No decimos nada más. Nos quedamos así por 10 minutos, hasta que Bob dice algo.
─ ¿Te acuerdas de lo que vamos a hacer para conseguirte pareja?─ pregunta─. Ya se donde lo podremos hacer, encontré una pagina ideal.
─ Ya me estaba olvidando de eso, estaba investigando y, esas paginas solo son para mayores de 18; apenas tengo 17.
─ ¿Y qué importa? Solo tenemos que poner que tienes 18. Pondremos información falsa, un nombre que no sea el tuyo, otra ciudad y eso. Solo la foto dejaremos, para que así los chicos lleguen de volada. Como eres hermosa, me imagino a todos.
─ Si eso crees... bueno.
Miro la hora de mi celular que se encuentra en la mesa y me doy cuenta que ya son las 7, el tiempo pasa volando. Mi madre debería de estar preocupada, porque no he llegado a casa. Y más con ese barrio tan peligroso.
En ese mismo instante llega el novio de Bob y ella se despide de mí. Se fue antes de que yo lo hiciera. Ellos me preguntaron si quería irme con ellos pero les digo que no, yo me iré sola. No quiero estar estorbando.
Luego pasado eso, antes de irme debo de pagar el helado que me comí, hace un rato. Rebusco en mi mochila, pero no encuentro nada. Busco en mis vaqueros pero tampoco.
No puedo creer que no tenga dinero para pagar esto y no sé como irme a casa. ¿Caminando en estas calles tan peligrosas?
Sigo buscando, pero no encuentro absolutamente nada. Creí que tenía dinero, pero ahora que recuerdo mi madre solo me dejo 10 dólares. Con esos 10, busque un bus para ir a la escuela y compre un jugo de camino allá.
No tengo crédito para enviar o llamar a alguien por el teléfono. Tuve que aceptar la invitación de Bob y su novio. Que tonta.
Y ahora, ¿qué haré?
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La vida de Emma.
Novela JuvenilEmma. Una chica, no tanto peculiar. Un día como cualquier otro, estará deambulando por las calles solitarias del barrio donde reside, y de pronto encontrara algo que le cambiara la vida por completo. "Las sollozas palabras que repetía una y otra ve...