𝐃𝐞 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐀 𝐀𝐦𝐨𝐫 || 𝒚𝒂𝒕𝒐𝒓𝒊

Parte 3

— ¡Hiyori! — Volvió a repetir mi padre quien venía hacia nosotros.

Yato se giró a ver y sonrió con algo de angustia, después se levantó ayudándome a pararme.

— Querida, ¿Estás bien? — Dijo mi madre posando una mano en mi hombro.

Mi padre, Rintaro, miro a Yato por unos minutos  para después abrazarlo.

Yato y yo nos quedamos sorprendidos pues no esperabamos tal acción de mi padre.

— Pa-papá...

— Hiyori, vamonos a la casa y trae a tu novio.

— ¿EH? — Abrí los ojos como platos — Papá el no es...

— Shh... —  Me calló — En la casa nos lo explicarás todo.

Todos nos dirigimos a el auto de mi padre para así emprender el viaje hacia la casa. En verdad era súper incómodo el que Yato estuviera aquí con nosotros, mi cara ha de parecer un tomate.

Una vez que llegamos a la casa todos nos sentamos en la sala. La cara de papá no se veía... Bueno en verdad no podía saber que es lo que le pasaba por la cabeza, tal vez me regañaría por tener un "falso novio" y "según " no habérselos dicho o que me regañarán por la tal escenita que nos montamos en la calle.

— Bien, muchacho, ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó mi padre.

— Me llamo Yato señor.

— Bien, mucho gusto Yato.

— Papá lo que te quería explicar era que...¡Au! — Hablé pero en ese instante fui callada por mi madre la cual me dio un pequeño pellizco en el brazo.

— Hiyori, tu padre está hablando, ten respeto — Me reprendió.

— Bien, Yato. ¿Que tienes que decir ante todo ésto? — Mi padre arqueo una ceja mirando a el peli negro.

— Um, yo sólo quería decirle que me aseguraré de cuidar muy bien a Hiyori.

¡Yato! ¡¿Que estás haciendo?!.

— Muy bien — Mi padre sonrió — Tienes nuestro permiso.

Casi me desmayo allí mismo, no podía creer lo que estaba pasando. ¡Que alguien me maté!. No, esto no estaba bien. El tiempo que se había quedado Yato se la pasó hablando con mis padres, pareciera que el peli negro llevaba años de conocer a mi familia ¡Hasta habían compartido teléfono!

— Bien, es hora de irme.

Yato se despidió de mis padres para salir de la casa.

— Hiyori — Dice mi mamá — Acompáñalo a la esquina.

Asiento para ir tras el peli negro. Ya estando un poco lejos le habló.

— ¡Yato!

Él voltea deteniendo su caminar — ¿Hm?

— ¿Porqué le dijiste a mis padres eso? ¿Estás consciente de lo que has hecho?

— Bueno, tus padres parecian felices al saberlo — Se encoge de hombros — No vi la necesidad de corregir la mentira. Se lo han tomado muy bien.

— Pero, Yato. No estás pensando con claridad, ellos...

— Hiyori, te he escuchado un par de veces decirles a tus compañeras que tus padres jamás te habían visto tener un novio y que querías complacerlos, ¿cuál es el motivo de tu frustración? Además qué nadie más sabe sobre esto, deberías aprovechar la situación — Se da la vuelta — Sólo relajate — Sigue caminado hasta perderse en el transcurso del camino.