Retomemos.
Ayer fue un día muy extraño a decir verdad. Primero, Hannah derrama su comida en mi camisa a propósito. Luego, una chica rara me dice que en el cuarto de aseo puedo encontrar algo que me ayude con el desastre. Me encuentro a William allí dentro. Hannah me deja encerrada, y no solo a mí como quería sino a William también. Después encuentro una solución para “limpiar” mi camisa pero termina limpiándola William. No tenía celular. William me presta es suyo. Dijo que tenía algo importante que decirme, y justo en ese momento abren la puerta. ¿Sería algo importante?
Ahora que lo pienso, mi día ayer no fue tan malo. Hace millones de años que había esperado tener un tiempo a solas con William y por fin ayer lo tuve, ¿No es grandioso?
Volviendo a la realidad. Aún no dejo de pensar qué era lo que tenía que decirme William. Tal vez solo iba a decirme que estaba despeinada, o que tenía algo en el diente... Nadie lo sabe.
Nos encontrábamos en clase de literatura cuando la profesora de teatro se acercó a nuestro salón y comenzó a llamar a algunos estudiantes.
—Hannah, Marie, David, William y... —Miró a todos lados, buscando a alguien con quien concluir la lista—. Tú, Caroline.
Abrí los ojos. ¿Me quería a mí? ¿Por qué? No me gusta el teatro. No sé bailar, menos cantar. ¿Por qué yo?
—No te quedes mirándome así —me dijo y miró al resto de los alumnos—. A los que mencioné, por favor dirijanse al salón de danza.
Miré desconcertada a todos lados y salí del aula. En mitad de camino, me encontré con que Alan también había sido llamado.
—¿Sabes para que nos llamó la profesora? ¿En especial a mí? —le pregunté, mirándolo por el rabillo del ojo.
Se encogió de hombros y seguimos caminando hacia el salón. Al llegar nos encontramos con más chicos de nuestro grado y otros de cursos inferiores sentados esperando a la profesora.
—Creo que no hay más razón obvia del por qué están aquí, ¿cierto? —Todos asentimos—. Les explicaré de que se trata.
La profesora se movió hacia una mesita y casó un pequeño control, apretó un botón y la pared se iluminó. En la pared salió la pantalla del escritorio de la computadora del salón de clase, luego, comenzó a reproducirse un vídeo.
El vídeo era la representación de varias obras de teatro, ¿cuál? no tengo la menor idea, no soy muy fanática del teatro. Duró alrededor de diez minutos y eran obras de humor y romance.
Después de finalizado en vídeo la profesora se posicionó frente a nosotros y nos miró expectante.
—Como verán, las obras no tiene más de cinco personajes. Los he llamado a ustedes porque creo que alguno podrá interpretar un papel a la perfección.
Se acercó a una mesa más grande y tomó muchas hojas. Las comenzó a repartir entre todos y se dirigió a una silla en una esquina del salón.
—Los armaré en grupos de cuatro, donde ustedes mismos escogerán quien será quien. Así que... ¡Empecemos de una vez! —Aplaudió.
No tardó más de cinco minutos armando los grupos. Me había tocado con Alan, una chica con la nunca había hablado y William. ¿Cómo es que de un momento a otro William siempre estaba conmigo?
Alan —como el gran amigo que no es—, me eligió como personaje principal y a William como el otro personaje principal. Alan lo había hecho a propósito porque los personajes principales al final de la obra se daban un beso.
De todas formas, creo que omitirán esa escena. No pueden obligarnos a besarnos por más que yo quisiera, porque lo quiero, y mucho.
Después de repasar la obra varias veces, la profesora llamó grupo por grupo a que presentara su pequeña obra. Cada grupo lo había hecho muy bien y era hora de que nuestro grupo pasara.

ESTÁS LEYENDO
Chica Torpe
HumorTodo el mundo la conoce a ella como "Chica torpe" y aunque a más de uno le haga suspirar, nunca se lo dirían para mantener así su "reputación". Esta chica sufrirá una serie de sucesos bastantes vergonzosos, gracias a su torpeza. Pero también sufrirá...