Una infidelidad.
Un embarazo fruto de la traicion.
Un esposo furioso y que busca venganza contra su esposa y hermano.
Una hermosa niña, fruto de un romance prohibido, hija de dioses muy poderosos, quienes la ocultan en la tierra con los humanos.
Un...
Me encontraba malditamente nerviosa en el balcón de mi habitación, observando como lentamente el sol abandonaba la frontera, y una enorme luna llena se alzaba. Esperaba el momento que venga Rán a buscarme, ya que me escoltaría hasta el templo.
Había logrado convencer a la reina de que si me iba a casar, seria con el vestido que yo eligiera, y tomando prendas de mi armario para las telas, Sylpha había logrado hacer una obra de arte de vestido con lo que les había comentado de como se celebraban las bodas en América, le gustó tanto el modelo que no dudo en hacer vestidos iguales para las chicas, las cuales en estos días, nos habíamos echo buenas amigas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Terra y Jameela, habían echo un hermoso peinado en mi cabello (con ayuda de mi rizador, el cual explicare mas tarde como conseguí electricidad pata usarlo), me pusieron una pequeña corona y luego el velo.
Me habían dejado el maquillaje a mi, y la verdad es que no estaba muy cargado, un tono suave de sombra para ojos, delineador, rizador de pestañas, base y un labial mate color rosado palo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fue una semana demasiado movida, apenas había logrado dormir bien, entre clase y clase, sobre como gobernar, como ser una buena reina, modales, danza, etc. La planificación de la boda (porque aunque no deseaba casarme, la haríamos como yo quería), la confección de los vestidos, y el haber pasado tiempo con mis nuevas amigas, ademas de que habíamos gastado lo que quedaba de batería de mi portátil por ver la película de "beauty and the beast", la cual estaba descargada en mi Netflix.
Siento como abren la puerta del cuarto y oigo los pasos hasta la puerta de cristal del balcón.
—Es hora de irnos Halia—oigo la voz del menor de los príncipes, asiento y tomo varias bocanadas de aire para calmarme y descarto las posibilidades de un escape.
Camino dentro de la habitación y me doy un ultimo vistazo al espejo. coloco el velo para que caiga suavemente sobre mi rostro, y camino hasta la puerta donde, Rán me esperaba.
Salimos del castillo y nos subimos al carruaje que nos conduciría al templo del amor, ubicado en el lado este de la ciudad, en la playa. Movía mis piernas con nerviosismo mientras observaba las casas pasar por la ventana de la puerta, podía sentir la penetrante mirada del príncipe en mi, la cual trataba de ignorar a toda costa.
