VI: Por un Mejor Día

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For a Better Day - Avicii

Miércoles. Aquel día yo me había levantado, sin necesidad de que una persona me levantara, como debería de ser. Sin embargo ese fue el único día en el que me levanté yo mismo. De hecho, eso es muy extraño que pase, que me levante yo solo.

Pues hice lo mismo de siempre, ponerme ropa, una camisa y a darle. Hoy solo tenía tres clases con una duración de 45 a 50 minutos. La primera era alemán, la segunda ferretería y la tercera historia. Pero, tenía dos clases seguidas de cada una que había mencionado, dos clases seguidas de Alemán y así con ferretería e historia. Una vez que yo ya sabía en donde eran las clases de Alemán, ya tenía que entrar con demasiado miedo. Así que decidí aceptar mi destino y entrar.

Entré y el profesor había dicho que debía de ser el mexicano que acababa de entrar. El profesor era buena onda, sin duda me explicaba todo y todo era genial con él. Y hasta la fecha, lo extraño. Entonces, en la clase no veía alemanes, sino a personas de diferentes lugares, por ejemplo, había uno que venía de Arabia, otro de África. Había uno que era húngaro, también otro que era persa. Me alegraba estar en ese salón, pues no estaba rodeado de alemanes, sino de personas que estaban en mí misma situación.

Conocí a personas con las que si me hice buenos amigos. Pero no había ninguna persona como Luan, mi mejor amigo. De hecho les contaré como nos conocimos.

Justo fue hoy, aquella clase de historia iba Luan. Entonces cuando tenían tiempo libre o algo así, empecé a cantar la de Heathens, de Twenty One Pilots. Y adivinen que pasó, él le siguió. Entonces desde ese día, nos habíamos puesto a hablar y hacer otras cosas, había descubierto que teníamos la misma consola de juegos, por lo que podíamos jugar juntos. Pero, no lo agregué como amigo, error mío. Y desde ese día, por fin obtuve a un amigo con quien hablar y reír.

En ferretería, creo que había entendido que era lo que estaban haciendo. Estaban haciendo algo de historia, por lo que tenía razón lo que veía. Veía a una pareja haciendo un castillo a base palos y cartón. Les estaba quedando muy... Raro. Pero no los culpaba, pues yo ni podía hacer algo así. Había uno que estaba haciendo una hacha y una ballesta, que de hecho si disparaba, pero no alcanzaba ni dos centímetros de distancia de disparo. Pero lo que tenían que hacer era crear algo de su propia imaginación. Por lo que se les ocurrió hacer una hacha y una ballesta. Me encantó la idea.

Lo que más me gustaba, era que ellos mismo estaban haciendo lo que les llegaba a la mente. O sea, cuando le pregunté que si había visto un video o algo así para hacer la ballesta, me había dicho que no. Había hecho la ballesta él solo sin la necesidad de un instructivo o algo así. Yo seguía sorprendido.

El otro día, Jueves. Pasó lo que estaba pensando. Ya la última clase, pasaron a exponer. Pues Silas, mi compañero, había hecho el hacha y la ballesta. Y yo ni tenía idea de lo que estaban exponiendo. De acuerdo a lo que me dijo Fuchs en inglés, me dijo que era algo de historia. Pero entonces empezó a hablar en alemán de lo que se trataba el tema de historia, pero se había olvidado de algo diminuto, yo en ese tiempo no entendía ni hablaba el alemán. Luego después de que me contó todo eso, el profesor me dijo en inglés "got it?". Por lo que me hice el que si entendió y puse cara de: "Oh, pero por supuesto que entendí el tema, yo no me distraigo con nada".

Y así había terminado mi tercer y cuarto día de clases allá en Alemania.

Diario 1: Una Vida en AlemaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora