Diario 1: Una Vida en Alemania

XXI: El Principio de la Semana Santa

Hasta el día de hoy aún recuerdo cuando salí por primera vez de vacaciones en la escuela allá en Alemania. Ha pasado mucho tiempo desde que no he escrito y hoy he venido con el ánimo de volver a contarles mis experiencias.

Realmente tenía los días contados para saber cuando salía de vacaciones y finalmente había llegado el día. Al momento que llegué a la escuela estaba literalmente contando los minutos de cada clase, estaba desesperado, no podía esperar para salir de la escuela y poder dormir a gusto. Entonces las primeras dos horas de inglés se habían acabado, después había aplicado el truco de dejar mi mochila en la puerta en el salón en donde tomaba las clases de Alemán para que no la ande cargando del gimnasio a la escuela, en resumen, menos carga.

Entonces me cambié, me puse los tenis para poder estar en el suelo del gimnasio y a hacer ejercicio. Y como tenía mucho ánimo lo estaba haciendo con todas mis energías, hasta que terminó la primera hora de deportes y empiezo a ver que todos se regresaban a tomar sus mochilas e irse, me dirigí con Luan y me contó que solo íbamos a tener tres clases debido a que era el último día de clases. Y lo único que pensé fue: debo conseguir mi mochila. Así que me despedí lo más rápido que pude de todos y me podrás imaginar corriendo de 50 metros de gimnasio a escuela para recuperar mi mochila, fue épico. En fin, la conseguí, mi corazón latía bien rápido y lo había logrado. Resultó ser más corto el día de lo que pensaba, de verdad.

Ahora solo faltaba que fuéramos a casa y nosotros no sabíamos que iríamos a salir a esta hora. Aplicamos nuestro fiel plan de siempre, irse al McDonald's para obtener conexión a internet y contactar a mi mamá. Llegamos, pedimos un helado (para que no sospecharan que nada más venimos por el internet) y esperamos a que fueran por mí y por mis hermanos. Nos entretuvimos usando el internet, matamos el tiempo y llegaron por nosotros.

Llegamos a nuestra casa, me bañé, me cambié y cuando mi papá salió de su trabajo le pregunté:

-¿Que vamos a hacer en estas vacaciones de Semana Santa? -le pregunté-.
-Mmm -pensó- demasiadas cosas. Por eso quiero que todos vayan preparando sus maletas.
-Pero, ¿que haremos?
-Saldremos de aquí e iremos a visitar muchas partes de Alemania, saldremos de este país y nos iremos a...
-¿A donde? -estaba emocionado-.
-Iremos a París. Prepárate.