XII: Quemado

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Fuego - Juanes
"Tú sabes que me fascinas. De esquina a esquina, de abajo a arriba"

Hubo un día en el que mi diario estuvo a punto de quemarse. Bueno, no se quemó todo, solo se quemó una pequeña parte de la portada del diario que usé para escribir.

Era martes, y aquel día tocaba ferretería, mi clase favorita. En la clase, el profesor nos había puesto a hacer algún tipo de bumerán, pero de tres lados. Habíamos durado como tres días, y ese martes era el momento de terminar ese bumerán.

Cuando termine de hacer el bumerán, el profesor sacó como... ¿Un tipo de lápiz pero de metal? No me acuerdo de su nombre, pero se veía así. Lo que tenía de especial eso, es que si lo conectabas a un enchufe, la punta del "lápiz de metal" se iría a poner rojo, y luego cuando pasabas la punta sobre un pedazo de madera, éste se iba a quemar y se quedaría con la marca que hiciste.

Entonces el mismo profesor de historia y deportes, o sea Fuchs, me dice que haga patrones en el bumerán, y yo como alumno obediente hago lo que me dice. Pero cuando terminé ya no tenía nada que hacer.

Poquito tiempo después, llegó Aileen y ve que tenía mi diario fuera, ahí en la mesa que trabaja. Me preguntó que si podía leer el diario, le había dicho que estaba en español; lo leyó. Entonces mientras ella lo leía se estaba recargando sobre la mesa en la que trabajaba, ella recargó el diario sobre la punta del "lápiz de metal", y aquella parte del diario que ven al inicio del capítulo se empezó a quemar. Yo no me había dado cuenta, pues estaba haciendo algo en mi mochila, solo escuché un grito de Aileen. Entonces me levanté y pregunté lo qué pasó, tan solo supe lo qué pasó cuando vi la portada del Diario medio quemado.

Ella desesperadamente me trataba de explicar lo que había pasado, pero repetía muchas veces la palabra "el" en alemán, entonces yo me acerco a ella, y le doy un abrazo, y le dije: "Shhh... It's fine..." Entonces cuando el abrazo terminó, ella me dio el diario, y dijo que lo pasó. Y ella se fue a su mesa de trabajo.

Entonces Fuchs se acercó y vio el diario casi quemado, entonces él ya sabía lo que había pasado, pensó que había quemado aquella parte del diario con el "lápiz de metal". El profesor se lo tomó con calma, me dijo que tenía que tener cuidado con el "lápiz de metal", que si eso lo pasó por mi piel se quedará como un tatuaje, no se desvanecerá.
Entonces el profesor se jala la manga corta que tenía en su brazo derecho y me mostró un tatuaje que él tenía. Luan vio el tatuaje, se quedó con la boca abierta, al parecer él no sabía por todo este tiempo que el profesor se había tatuado. A mí, ya se me había hecho normal ver personas tatuadas.

Aileen vio que Fuchs me estaba regañando, obviamente se sintió mal que me culparan por algo que yo no hice, pero se me acercó y toda la clase que sobraba se estuvo disculpe y disculpe y disculpe, una y otra vez. Le dije que no se preocupara, pero ella seguía aferrada a disculparse, tal vez ella no sabía que ya la había perdonado. Yo la notaba muy mal, era algo de lo que ella nunca se iba a perdonar.

Pero yo ya tenía algo que me hacía feliz. Un recuerdo de ella.

Diario 1: Una Vida en AlemaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora